La tractorada de ayer estuvo muy bien organizada. Felicidades. Foto: La Voz de Galicia |
Voy a ser breve que el tema hoy es sencillo: cuando uno se equivoca pues se equivoca y hay que decirlo. Ayer les explicaba por qué no veía útiles las tractoradas… pensando en que se repetiría el desmadre del 2015 que fastidió a la ciudadanía durante bastante tiempo, pero esta vez ha sido totalmente diferente.
Los empresarios de la ganadería que se manifestaron ayer lo hicieron de forma ordenada, pacífica, y haciendo el menor daño posible a la ciudadanía de a pie, que de esta forma estamos más dispuestos a solidarizarnos con ellos. A ver, como les decía ayer nadie (o casi nadie) duda que tienen razón y que no es posible mantener esta situación eternamente, pero de hacer las cosas de una forma a hacerlas de otra la diferencia es que te granjeas o no las simpatías del público.
Toca por lo tanto felicitar a la organización y a los participantes en la manifestación y, sin lugar a dudas, ponernos todos a disposición de sus reivindicaciones en lo que podamos echar una mano. Estoy absolutamente convencido de que tendrán mejor acogida en esta ocasión de la que tuvieron en 2015 en que, aunque les asistía la razón igual que ahora, hicieron rehenes a unos ciudadanos que no sólo no tienen culpa de nada sino que tampoco pueden solventarles la papeleta.
Quizás ahora tocaría convocar una nueva protesta invitando a la ciudadanía en general a apoyarles, y a todos nos tocaría entender que sin el campo no somos nada, ni metafórica ni literalmente, sobre todo en una pequeña capital de provincias como es Lugo.
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