Las (poco creíbles) excusas para cambiar de manos LugoMáxico

Los cuatro protagonistas del tema...
Fotos: GaliciaPress y Facebook

Por mucho que uno crea estar preparado para cualquier cosa que provenga de nuestros bienamados dirigentes locales, siempre hay margen para el asombro. Sólo tiene uno que entrar en el perfil del Mago Rafa para encontrarse con un relato que, como mínimo, es sorprendente.

Como ya casi todo el mundo sabe, la concejalía de Cultura decidió retirar la producción de LugoMáxico a los magos Rafa y Teto para traspasar la responsabilidad al Mago Antón, que entre otros méritos cuenta en su haber con la petición expresa al voto a favor del BNG en pasadas elecciones. Algo que seguro que no tuvo absolutamente nada que ver en la decisión pero que se menciona únicamente a efectos ilustrativos.

El problema no es tanto el cambio de dirección, que está dentro de las competencias que se ejercen con mayor o menor acierto o con más o menos transparencia, sino las justificaciones dadas, que intentan dar un barniz de objetividad a la decisión cuando es simplemente una cuestión de dividendos o, si lo prefieren, de filias y fobias.

Mientras en la prensa la concejala de Cultura, Maite Ferreiro, afirma que “decidió darle un nuevo enfoque al Festival al considerar que se había estancado”, su responsable de los últimos años, el Mago Rafa, nos cuenta otra versión totalmente diferente, que, según confirma el concejal Oscar Poy, es la misma que se dio en la comisión de cultura ante las preguntas de la oposición así que parece que está claro quién da la versión real de la historia.

Nos dice el Mago Rafa que los asesores del BNG, que son los que hablaron con él ya que la concejala no tuvo tiempo para recibirlo (es una persona muy ocupada que, además, se ve que ha leído “El Príncipe” de Maquiavelo y sabe que para decir “no” es para lo que están los ministros), les felicitaron por lo bien que habían llevado el tema pero que no podían seguir contando con el Mago Teto porque “porque non é de Lugo, estudiou en Lugo fai moitos anos, pero non é de Lugo" (la cita literal es del propio Mago Rafa). Es un razonamiento válido, aunque un pelín contradictorio teniendo en cuenta que doña Maite Ferreiro nació en Tórdea (Castroverde), con lo que tampoco es de Lugo y sin embargo es no es óbice para ser concejal de nuestro ayuntamiento. Eso sí, si pretendiera dirigir un festival de magia no podría. Cosas tenedes… que farán fablar las piedras. Tampoco ha impedido contratar espectáculos venidos de Francia o de otros lugares para diversas cuestiones, como es lógico, así que suena a excusa.

Pero el poder es el poder, y el éxito de LugoMáxico no ha sido impedimento para cambiar su rumbo, ya que como bien sabemos a estas alturas a la administración no le importan detalles menores como que el público esté satisfecho o que se vendan entradas o no (no hay más que ver los “éxitos” de la semana de teatro “clásico”, que de clásico tiene lo que yo de obispo de Zamora). Quizá lo importante sea que las facturas se abonen preferentemente a los correligionarios, que hay que hacer pandilla y regar los tiestos de casa.

Nos sigue contando el Mago Rafa: “Cuando fui a la Concejalía a comunicarles que no había llegado a un acuerdo con Antón para hacerlo juntos me dijeron "Entón apartaste?" a lo que yo contesté "Non, non me aparto. Eu estou disposto a facer o LUGOMAXICO con Teto ou, se non queredes a Teto por non ser de Lugo, estou disposto a facelo sólo, pero esa decisión ten que ser vosa". Y lo fue. Lo apartaron alegando que renunciaba a pesar de que ha dicho por activa y por pasiva que no quería dejarlo. Lo que está claro es que el Gobierno Local tenía decidido que el Mago Antón tenía que entrar sí o sí. A costa de prescindir de los demás o no, eso es lo de menos, pero él tenía que estar.

Así que la argumentación para cambiar LugoMáxico, un festival de éxito, de sus impulsores fueron que uno no es de Lugo (como la Concejala que tomó la decisión) y que el otro renunció a pesar de que no ha renunciado.

Saquen ustedes sus propias conclusiones.