El equipo de "Minerales contra el cáncer", una fantástica iniciativa con una (en Lugo) novedosa integración en la sociedad civil. Felicidades a los promotores. |
En España no estamos acostumbrados a ver esa permeabilidad
entre la Universidad y la sociedad externa a ella, menos aún en Lugo. Mientras
en otros países lo normal es que haya una relación fluida en que unos se apoyan
en los otros, aquí hay dos mundos paralelos y totalmente aislados: el de la
educación superior y “el resto”. Craso error, y ayer se dio un primer paso para
corregirlo, ojalá siga siendo así.
El proyecto comenzó por una serie de casualidades, como pasa
más a menudo de lo esperable. La coordinadora, Marta López Alonso, estaba sobre
la pista de la incidencia de los metales en la salud de los animales, algo ya
conocido y que se suele corregir con suplementos en el mundo de la veterinaria
para cubrir carencias en selenio, cobre o yodo. Marta pensaba que seguramente
en el mundo de la medicina humana ocurriría algo similar pero hay pocos
estudios al respecto.
La casualidad quiso que por una situación familiar
complicada (una persona de su entorno paciente del HULA) conociese a Inés
Rivas, enfermera oncológica que les atendía y que buscaba tema para una tesis.
Marta López le propuso ese y empezó a rodar el asunto. Se unió Rafael Montes,
internista del HULA, en un momento complicado ya que estamos hablando de
diciembre de 2021, en plena sexta ola, pero hizo un gran esfuerzo para echar
una mano por el gran interés del tema, y también el oncólogo Ignacio Fernández.
El equipo lo completaron Víctor Pereira, Carlos Herrero, Marta Miranda y la
endocrinóloga Rosa Argüeso (les pido disculpas si he anotado mal algún nombre o
se me queda alguno fuera, fui anotando según los presentaban).
El problema en este tipo de estudios es la financiación. Hay
muchas buenas iniciativas, pero no todas logran los recursos para desarrollarse.
Para que se hagan a la idea se estimó que harían falta unos 170.000 euros para
financiar el estudio, ya que hablamos de tres fases que se desarrollarán
durante un máximo de cinco años con cientos de voluntarios (pacientes
oncológicos y personas sanas como grupo de control). Ahí es donde entra la sociedad
civil en escena.
Gracias a una fantástica campaña desarrollada por el equipo
encabezado por Marta López se empezó por recabar la colaboración de la
asociación Somos Unidos por el Cáncer, que aportó los primeros 1.500 euros, una
cifra muy importante y que además tiene el valor de proceder de una entidad
destinada a luchar contra esta enfermedad.
Se instalaron huchas en un gran número de farmacias de la
ciudad y la provincia, el diario El Progreso apoyó con firmeza y generosidad la
campaña, se contactó con un montón de empresas, se hizo una gala benéfica con
Touriñán (la gente no sólo pagó la entrada sino que había colas para depositar
donativos en las huchas del auditorio), se implicó a los niños a través de
Xuvenciencia, participaron industriales de la Plaza de Abastos y el Mercado de
Quiroga Ballesteros con quienes contactaron a través de Lugo Monumental,
colaboraron equipos deportivos (Ensino, Breogán y C.D. Lugo) cediendo camisetas
para sortear y con la implicación de algunos de sus jugadores más sensibles, se
hizo una exposición de artistas plásticos en la vieja cárcel, que cedieron
obras para vender a favor de la iniciativa (por cierto aún la pueden visitar y
comprar algunas a precios más que reducidos), Guido organizó un paseo turístico
cuya recaudación fue para el proyecto… por supuesto la política también se
implicó a través de las instituciones locales y provinciales (ayuntamientos de
todo Lugo) e incluso se agradeció a Elena Candia específicamente su colaboración
por invitar a los investigadores a un acto con alcaldes del PP para exponerles
el proyecto y recabar su ayuda. Los investigadores tuvieron la gentileza de
nombrar una por una a las empresas y entidades colaboradoras, algo importante
porque de bien nacidos es ser agradecidos… y menos habitual de lo que cabría
esperar.
No dejaron puerta sin llamar, y Marta destacó que es algo
poco habitual ya que la universidad no está acostumbrada a “vender” sus
productos, algo que es más que necesario porque puede beneficiar a la sociedad
y viceversa.
El objetivo era recaudar un mínimo de 30.000 euros para
iniciar el proyecto. Se lograron 50.000. Una cifra más alta de lo esperada pero
que palidece con los dispendios que se hacen en Lugo en chorradas de poca
utilidad. Por ejemplo, las famosas pantallas táctiles que hay tras el
Ayuntamiento costaron más que eso y ya ven lo mucho que se utilizan, no he
visto jamás a nadie usarlas, quizá por el poco interés en consultar la
propaganda institucional (es el único contenido que tienen a día de hoy).
Con ese dinero se financia la primera fase del proyecto,
pero aún faltan otras dos. Necesitan voluntarios (por ahora se han anotado 104 mujeres
y 21 hombres pero necesitan 386 personas en total de diversos grupos de edad)
así que les animo a visitar la web donde se pueden inscribir. Sólo se trata de donar
una muestra de sangre y cubrir un cuestionario sobre hábitos de alimentación
para después hacer un seguimiento, no parece muy complicado.
La dirección es https://www.usc.gal/es/campusterra/minerales-cancer,
ahí se pueden anotar (yo ya lo he hecho y les animo a participar).
En resumen, una iniciativa fantástica, un proceso modélico y
una investigación básica. Como nos recordó el oncólogo Ignacio Fernández, la
investigación en medicina es básica, pero en temas de cáncer es indispensable. Hay
que entender que si hoy estamos donde estamos y se ha avanzado es por lo que se
hizo en el pasado, y que el futuro sólo puede ser más brillante si hacemos un
esfuerzo conjunto para investigar, por desalentador que pueda parecer que se
trate de una carrera de fondo.
Creo que ayer, los que allí estábamos, nos sentimos más
orgullosos que nunca de nuestro Campus, de nuestra Universidad. Ojalá ese tipo
de acciones se conviertan en costumbre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Derecho a réplica:
Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.