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martes, 31 de mayo de 2022

Flaco favor a la playa de Las Catedrales

El bote de Nutella en un fotomontaje frente a la Playa de Las Catedrales (Foto: El Progreso)

El Alcalde de Ribadeo, de quien tengo una buenísima impresión como regidor al ser una persona cuya gestión es notablemente positiva para el municipio y que ha logrado grandes metas para sus vecinos, en mi opinión ha metido la pata. Se ha metido en uno de esos jardines ajenos a la gestión municipal y a que la ideología nacionalista obliga, un zarzal que no sólo da una imagen absurda del conjunto, sino que puede tener consecuencias negativas para la promoción de la zona.

La cuestión es sencilla: Nutella ha dedicado quince de sus envases a otros tantos parajes españoles y uno de ellos fue la playa de Las Catedrales. No tardó el regidor de Ribadeo en dirigirse a la empresa Ferrero, que es la que fabrica el producto, para afearles que lo pusieran en castellano y no en gallego, ya que, según él, los topónimos “no se traducen ni aquí ni en la China Popular". Es curioso que lo dijera así, traduciendo el topónimo de China, lo que contradice su propio argumento. Tenía que haber dicho que no se traducen ni aquí ni en 中國人, lo que daría fuerza a su posición, aunque es probable que fuera más difícil de comprender. Es lo que tiene usar los idiomas como arma arrojadiza.

Nadie en su sano juicio puede pretender obligar al resto a llamar “London” a “Londres” o “København” a Copenhague. Si se está hablando en castellano lo lógico es decir Londres y Copenhague, si bien es cierto que en esa variedad de supuestos que hay en todo idioma nos encontramos casos en que tradicionalmente se usaban formas traducidas y otros en que no, por lo que hay que irse a lo que vienen siendo los usos y costumbres. Un interesante artículo de la RAE explica esto con mucho detalle, les animo a leerlo. Lo que no parece lógico es afear su campaña por algo así a quien te está promocionando gratis.

En el caso de Las Catedrales no hay tradición ni topónimo “real”, ya que es un nombre turístico, inventado para la playa de Aguas Santas que popularizó, según tengo entendido, Pilar Ibáñez-Martín, la esposa del expresidente Leopoldo Salvo Sotelo, un matrimonio muy vinculado a Ribadeo.

Las leyes son generales y como tales siempre van a crear problemas para algunos casos. En las cuestiones de idiomas, donde se mete la ideología, la cosa es peor. Es icónico el caso de Sanxenxo, un ejemplo a la inversa en que quienes dicen ser incapaces de pronunciarlo en castellano hacen el ganso, ya que no tienen problema alguno en decir “Shakira”. También sería ridículo decir “El Roblecito” para referirse a Carballiño, pero de la misma forma, hasta que la norma se impuso en mi vida había escuchado a nadie hablar de “Poboa de San Xillao” en lugar de Puebla de San Julián, que es como le sigue llamando todo el mundo.

En el caso del bote de Nutella, la compañía, como no podía ser de otra forma, le respondió amablemente dándole la razón, supongo que porque tienen cosas más interesantes que hacer que ponerse a discutir esas bobadas, pero estoy seguro de que la próxima vez que hagan un tarro se plantearán muy mucho si hacer que lo protagonice una localidad gallega. Puede que incluso otras marcas se planteen hacer lo mismo (recuerden la estúpida campaña contra el nombre del Seat Arosa) porque las empresas huyen de las polémicas y les es más cómodo poner el castillo de Ponferrada, donde no les dará la brasa con caralladas (mire, otro ejemplo, “carajadas” pierde toda su intención, señor Alcalde) y lo agradecerán sin matices.

La realidad es que la solicitud del alcalde de Ribadeo no es más que el reflejo de esa costumbre tan propia de los nacionalismos de pretender imponer su criterio a los demás. Ya no se trata de que la gente pueda usar el nombre en gallego, un fin noble en sí mismo, sino que se desea que esa libertad se convierta en norma para el resto y que los particulares sufran la ley del embudo de toda la vida, sólo que a la inversa. Nos pasa mucho con gente que exige que usen su nombre legítimamente galleguizado mientras se refiere al expresidente de la Xunta como "Feixoo", algo tan absurdo como llamar "Roda" al actual.

Afortunadamente el diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española de la Lengua resuelve esta cuestión de forma tajante. Nos dice que salvo en textos oficiales, donde es preceptivo usar el topónimo local como único nombre oficial aprobado por las Cortes españolas (algo de dudosa aplicación en el caso que nos ocupa ya que, como decíamos, “Las Catedrales” es una denominación turística), en textos escritos en castellano puede emplearse el topónimo castellano. Y no hay más que rascar.

El bote de Nutella está escrito correctamente y he de repetir que lo único que han logrado con esto es que la próxima vez se vayan con su promoción a otra parte. Flaco favor nos ha hecho en esta ocasión, señor Alcalde.

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