Enlaces

martes, 11 de octubre de 2022

Se hunde un tejado en plena Plaza del Campo

El tejado hundido en la Plaza del Campo. Foto: La Voz de Galicia


Lo hablábamos ayer mismo, a raíz de la entrevista de Ramón Cabarcos, y no hemos tardado ni un día en ver cristalizado un ejemplo de que el descuido de la zona histórica tiene consecuencias directas. Se avisó en Mayo de que podría pasar esto y hemos tenido suerte de que la cosa no haya sido más grave, porque si el edificio de la Plaza del Campo cuyo tejado se hundió ayer hubiera caído hacia adelante en plenas fiestas patronales, los titulares serían otros.

No seré tan mezquino como para culpar al ayuntamiento de esto, porque el responsable de mantener un edificio es el propietario, pero sí creo que han mirado hacia otro lado respecto a la obligación que tienen de vigilar estas cosas, y más cuando ha habido una denuncia formal y por escrito de Lugo Monumental del peligro que se avecinaba, y que los hechos han avalado.

La administración se limitó a poner una multa a la propiedad, que a su vez redujo su reacción al peligro con las instalación de un vallado de madera que no sólo está ocupando un espacio de vía pública sino que tengo mis serias dudas de que sirva para algo en caso de que haya un derrumbe más serio. Cuatro tablones no paran la caída de piedras.

Ante un caso de ocupación de la calle de forma totalmente irregular, y un peligro urbanístico tanto para los viandantes como para las casas vecinas, tal vez la administración debería prestar más atención a lo que está pasando en el corazón de la ciudad en lugar de gastar todas sus energías en proyectos estériles como las bañeras colectivas, las bateas que no se llegaron a poner o un edificio de madera de uso indefinido y que nos ha costado varios millones de euros.

Con esos muchos dineros se podría haber acometido un plan de rehabilitaciones en las muchísimas viviendas que Lugo tiene cayéndose en pedazos, ya ven que literalmente.

Reflexionemos sobre eso.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Derecho a réplica:

Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.