Según el diccionario, decir que esto son "termas" es mentir. Supongo que el Gobierno Local dirá que es "sesgar", que para ellos no es lo mismo. |
Según el diccionario de la RAE las termas son baños de aguas minerales calientes o baños públicos de los antiguos romanos. Lo que se abrió en Lugo hace un par de días no es ni lo uno ni lo otro, así que es mentira.
El fracaso de la puesta en marcha de la cosa esta es obvio. Publicaba ayer El Progreso que en esa primera jornada acudieron a las flamantes y pomposamente llamadas “Caldas” de Lugo (porque está el agua “calda”, pero es agua del grifo) un total de 80 personas "según fuentes del Concello", que como sean los mismos que cuentan la gente que viene al Arde Lucus podemos entender que son cifras infladas. Pero incluso dándolas por válidas, esto supone un uso del 20% de las instalaciones en su primer día de uso tras la inauguración, y no será porque no hayan hecho publicidad…
Hagamos la cuenta.
- Las “Caldas” abren 12 horas al día, en turnos de 1,5 horas. Eso son 8 turnos diarios.
- La capacidad de las instalaciones, según nos dice el Ayuntamiento, son 50 personas por turno, así que en total son 400 usuarios diarios.
- Si la usaron 80 personas de las 400 posibles... eso es el 20% de su capacidad...
Si fuera una empresa, ya estaría pensando echar el cierre, pero como pagamos todos, ¡alegría! ¿Qué importa? ¡El dinero público no es de nadie! ¡Paga Europa! ¡Barra libre!
Ayer a media tarde, momento que se supone de máxima afluencia de las instalaciones, me acerqué por allí y había... ¡11 personas en el agua! Les hablo de entre cinco y cinco y media (estuve esperando un ratito por si coincidía cambio de turno) y no, no es que hubiera una estampida ni colas a la entrada, es que no había ni el tato.
A lo mejor ayuda a la escasez de visitantes que la reserva se haga por una aplicación del móvil, algo que a mucha gente no le resulta lo más práctico del mundo. Tal vez un teléfono de reservas no sería ningún disparate, pero oigan, el que no tenga un teléfono moderno que se joda.
Estamos hablando de unas instalaciones que nos han costado más de un millón de euros, que yo hay días que no los gano, y que servirían para otras cosas como, por ejemplo, cambiar la bañera por platos de ducha en 1.000 hogares lucenses, o en subvencionar la parte que la Xunta no cubre en la instalación de ascensores en 100 edificios y que así le saldrían gratis a las comunidades con menos posibilidades. Por poner dos ejemplos sencillos y directos.
Para mayor fantasía, la tontería esta de las bañeras colectivas no tiene ninguna propiedad de ningún tipo. No son aguas medicinales, ni tratadas, ni perfumadas… es la misma que tienen ustedes en sus bañeras, sólo que más escasas de jabón y con la particularidad de que la calentamos entre todos para que estén “al caloret” al aire libre en una zona donde no es que haga una temperatura especialmente buena. Vamos, más caras que sus bañeras. Abran las ventanas de su cuarto de baño en pleno invierno y tendrán lo mismo que allí pero con más intimidad y con total garantía de higiene.
No sabemos el gasto del mantenimiento. Podemos hacernos una idea aproximada de los gastos que "no computan" viendo algunos de los contratos más recientes sobre este asunto, y eso que aquí no se incluyen las campañas publicitarias, la merendola de inauguración y demás caralladas propagandísticas... ni el gasto energético:
Algunos de los más recientes expedientes que no incluyen ni el consumo energético ni muchos otros conceptos... porque hasta donde he visto esto es lo único publicado. Pregúntense por qué. |
Lo más triste es que a 200 metros hay un edificio llamado "fábrica de la luz" que ya no fabrica luz, porque nuestros bienamados gestores "olvidaron" renovar la concesión y ahora sólo sirve para estorbar. Habría sido magnífico que el mantenimiento de las mal llamadas "caldas" saliera gratis usando esas turbinas, pero no, eso sería demasiado lógico para este Lugo nuestro. Eso sí, calentamos artificialmente agua del grifo pero para mayor sarcasmo decimos en el cartel que el objetivo es "mejorar el medio ambiente y promover la eficiencia de recursos", y nos quedamos tan anchos.
Al final lo importante no es la realidad, es el discurso, y la falta de pensamiento crítico de una gran parte de la población. Así nos va. Pobre Lugo mío.