José Ramón Gómez Besteiro en su foto de Wikipedia que, deduzco, es en los jardines de la Diputación de Lugo. |
Hay gente que cae bien. Gómez Besteiro es uno de ellos. Tiene buen trato, es amable, sonriente, tiene planta, es guapo y mantiene una conversación más que razonable sin sacar a la palestra el ideario de su partido como si fuera su tarjeta de presentación.
No es mal punto de partida para presentarse a la presidencia de la Xunta de Galicia, y su nombramiento como Delegado del Gobierno en Galicia apunta en ese sentido. Además, es nada menos que quien nombró a una corriente del partido socialista en esta comunidad, el “besteirismo”, con lo que tras la discreta proyección de su predecesor en el cargo veremos que aquí las cosas se harán de otra manera y le darán un protagonismo mayúsculo preparando el futuro.
Su único nubarrón serio se despejó tras haber salido indemne (más o menos, porque lo ha pagado más que caro) del polémico proceso del Garañón, en el que fue acusado de corrupción pero fue absuelto. En un país mínimamente normal dicha acusación no habría tenido consecuencias pero esto es España, donde el uso y costumbre es derribar los ídolos que primero construimos con esmero, porque después se les envidia. Contradictorio, pero tan patrio como la paella o el Camino de Santiago.
Curiosamente ese proceso tendrá un efecto secundario positivo para él: nadie osará recordarle que fue el concejal que firmó el más que polémico permiso para construir el Garañón y todos los pasos administrativos previos, incluido un convenio que se aprobó un día festivo con el ayuntamiento cerrado. La respuesta la tendrá lista: “mire, eso ya ha ido al juzgado y si ellos no me condenaron, ustedes tampoco”, obviando que una cosa puede no ser un delito penal, pero igualmente ser ilegal y además poco acertada, como es el caso que nos ocupa en que el Ayuntamiento tendrá que pagar una multimillonaria indemnización con toda probabilidad. Pues de eso ha librado.
Francamente me alegro por él, y el motivo es, volviendo al principio, que Besteiro me cae bien, como a todo el mundo.
En política esto es sorprendentemente importante. La gente elige alcaldes pensando en lo majos que son, lo bien que les entra, lo maravillosamente que bailan o lo fotogénicos que son, como si fuera un concurso de belleza o de simpatía. Tiene cierta lógica, porque en general no conocemos las capacidades de cada cual hasta que ocupan el cargo, pero donde esa lógica falla es en mantenerlos elección tras elección aunque demuestren su nulidad a la hora de dirigir el municipio que encabezan, quizá porque incluso en la privacidad de la cabina de votación nos cuesta reconocer un error y preferimos insistir que corregir.
Le toca ahora ver si en su nuevo cargo de Delegado del Gobierno es también el adalid de las necesidades lucenses en Madrid, y si consigue que nuestra estación de ferrocarril, por poner un ejemplo, supere los 6 trenes diarios que tiene ahora, o que el Ministerio competente pise el acelerador para reconectar la A6 en un plazo razonable.
Le toca ser lucense. Otros en posiciones de envidiable poder no ejercieron.
Si lo dijo un juez está bien entonces ...Como nunca en la vida se equivocaron o hicieron lo que les mandanban sus jefes...Defender lo indefendible es esto,sin más
ResponderEliminarEntonces ¿es más fiable usted como anónimo que un juez? En fin...
EliminarSolo tu eres el propietario de la verdad judicial.
EliminarNo lo entiende. Los únicos propietarios de la verdad judicial son los jueces, y ya han hablado.
Eliminar¿Que a usted no le gusta lo que han dicho? Recurra.
Cualquier otra opción sería aceptable en Corea del Norte, pero no aquí.
Luis me encanta .
ResponderEliminarLo has descrito fenomenal
A mi tmb me cae muy bien Jose Ramon Besteiro y a mi familia
Totalmente de acuerdo
Le deseamos todo lo mejor en esta su nueva etapa política y seguro ….seguro “”Ejercerá de Lucense .
Enhorabuena
Querido José Ramón, nunca choveu que non parara así que recibe a miña mais cordial enhorabuena
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