¿Por qué durante años el gobierno local no ha hecho nada por la rehabilitación de la Milagrosa?

La Milagrosa es un barrio precioso, con edificios perfectos para vivir con una rehabilitación en condiciones, pero estos años no se ha hecho absolutamente nada. Foto: La Voz de Galicia

No se cortan ni medio pelo. Ya no sólo es que usen los medios municipales, que se han ido asemejando en colorido e imagen corporativa a los de los partidos del bipartito (rojo para las áreas controladas por el PSOE y azul claro para las que están bajo la batuta del BNG) sino que sin el menor rubor programan una chocolatada para la jornada de reflexión. Dí que sí.

Es lo que queda. Si los argumentos no dan más de sí, si las actuaciones son un disparate detrás del otro (Garañón, Caldas, edificio de madera, carril bici, gestión del tráfico, limpieza, plaza y mercado, cierre del Auditorio…) no queda otra que recurrir a lo más básico: chocolatada y baile, que es la versión actualizada (más o menos) del pan y circo.

Lara Méndez presume ante los vecinos de esa zona de sus muchas gestiones para ayudar a la rehabilitación del barrio. Es una pena que sea falso. No hubo tales actuaciones. Veamos un poco de qué hablamos.

En el año 2015 un estudio de arquitectura privado, buscando de forma perfectamente lícita hacer negocio, buzoneó en los edificios de la zona un papelito en que explicaban que buscaban facilitar la rehabilitación del barrio de la Milagrosa y entorno. Hubo bastante revuelo y las asociaciones de la zona no tuvieron más remedio que implicarse y elevar al Ayuntamiento las peticiones para que se hiciera algo en la zona.

El gobierno de Lara Méndez se limitó a remitir esa petición de los vecinos al IGVS, que solicitaban la declaración de un Área de Rehabilitación Integral (ARI). Un ARI es una figura que aprueba la Xunta y que abre la puerta a ayudas públicas para restaurar la zona. El problema es que la petición fue mal encauzada ya que según el decreto 18/2014 quien tiene que hacer la solicitud es el propio Ayuntamiento, no los particulares, lo que fue informado a la administración local, que prefirió no mojarse y dejarlo correr.

¿Era la única forma de proceder? No. Hay otra figura que podían haber utilizado: la creación de un Entorno Residencial de Rehabilitación Programada (ERRP), que en lugar de ser declarada por la Xunta se aprueba por el propio Ayuntamiento. Ahí no hay posibilidad de decir “la Xunta nos torpedea”, que es la cantinela favorita de Lara Méndez y su gobierno.

Sin embargo, ni ARI ni ERRP. Fueron pasando los años y Lara Méndez no hizo absolutamente nada. Estaba muy ocupada con las Caldas y su casita de madera, así como cargándose plazas de aparcamiento para meter un carril bici totalmente inútil, algo que los vecinos de la zona no llevan muy bien (con razón).

Siete años después, el día 19 de julio de 2022, el DOG publicó la más reciente convocatoria para la declaración de ARIs, y abría un plazo de tres meses para presentar este tipo de solicitudes por parte de los Ayuntamientos. Adivinen… Sí, han acertado: Lugo dejó pasar ese plazo y no presentó absolutamente nada. Podían haber pedido el ARI o incluso ayudas para apoyar la rehabilitación en un ERRP que ellos mismos habrían declarado, pero claro, eso da trabajo y la alergia al tema es la que es.

Fue a finales de 2022 cuando Lara Méndez cayó del guindo y pensó que faltaban sólo unos meses para las elecciones y que la gente podía darse cuenta de que no había hecho absolutamente nada por la Milagrosa, así que, ahora sí, empezaron los trámites para declarar un ERRP, que da menos trabajo que el ARI aunque las ventajas de la segunda sean mayores.

¿Y qué hacen ahora para la campaña? Vender su reciente tímido movimiento, esconder bajo la alfombra que estuvieron siete años mirando para otro lado y… ¡una chocolatada! Eso que no falte.

El barrio con más ocupaciones de la ciudad, degradado, a un paso de perderse sin remisión, vaciándose cada vez más y con problemas muy serios afronta sus problemas en campaña con una fiesta por todo lo alto pagada con nuestro dinero. Escondamos la realidad y pongamos vasos de cartón con chocolate caliente, a ver si así arañamos los votos para seguir igual.

A la vista de todo esto, podría chocar enormemente que donde se hace esto sea precisamente en la Milagrosa, un barrio olvidado por el gobierno de Lara Méndez salvo para pedir el voto, pero una explicación lógica: es “terreno amigo” ya que no podemos olvidar que Jesús Vázquez, presidente de una de las asociaciones de la zona (la más potente por recibir múltiples subvenciones, aunque le ha salido competencia de vecinos que están hartos de verse manejados de forma tan descarada) es colega de la alcaldesa, y no ha dudado en pedir el voto para ella en un acto de su Federación de Vecinos, con regalitos institucionales incluidos aunque la cosa ya va quedando en el olvido.

Ahí no corre el riesgo de que la asociación que dice defender a los vecinos le recuerde sus largos años de letargo ignorando completamente las posibilidades de financiación de la rehabilitación de las viviendas. Al contrario, pedirán el voto para seguir como hasta ahora y se quedarán tan anchos, y todo ello regado con chocolate, cortesía de nuestros impuestos en plena jornada de reflexión.