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jueves, 15 de junio de 2023

Locales en nuestra memoria

Fachada de Zucre en Google maps

Cuando vamos cumpliendo años la memoria se convierte en un pozo de añoranzas y de recuerdos, muchas veces ligados a locales que ya no existen pero que han dejado, como dijo José María Carrascal del Verruga, una serie de cicatrices en las calles de Lugo, algunas de ellas aún sin reparar.

Establecimientos como La Cosechera, que cuarenta años después de su cierre sigue siendo una referencia para muchos lucenses, o el restaurante Ferreirós, otro gran protagonista de nuestros recuerdos, no se han vuelto a ocupar; la croisantería de la calle Doctor Castro que todos llamábamos “la amarilla” y que daba ese apetitoso olor a la calle, un aroma a horno y masa crujiente; el Quijote con su chimenea y su vieja máquina de discos, situado junto al Portón do Recanto que, este sí, felizmente ha reabierto sus puertas con gran éxito; el bar Calvo, con las cañas mejor tiradas de Lugo, el restaurante La Barra con el incombustible Pepe a su timón… todos estos locales siguen vacíos a día de hoy desde hace lustros o incluso décadas, esperando que alguien se anime a devolverles su actividad.

Pero entre todos hay uno que ocupa un especial protagonismo en mi memoria: Zucre. Calculo que cerró hace unos cuarenta años. Aún puedo oler los exquisitos churros, y casi puedo ver aquella barra de acero a dos niveles con taburetes redondos que mi memoria se empeña en atornillar al suelo. Probablemente sea el local que más echo de menos de todos cuantos he mencionado, porque era el gran premio en mi niñez: ir a tomar el chocolate y los churros a Zucre.

El casco histórico revive de la mano de emprendedores que apuestan por la zona y que están logrando, a veces a pesar de la burocracia, que muchos espacios vuelvan a estar como deben: abiertos al servicio de los vecinos de nuestro queridísimo Lugo.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 15 de Junio de 2023

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