Los lucenses no conocen lo que se hará en Santo Domingo

Uno  de los paneles informativos en que se grafió en rojo el trazado del nuevo carril de vehículos y en morado la salida del aparcamiento. A esto le llaman "peatonalizar"

 

Como hablábamos ayer, por la tarde celebramos una jornada informativa para que la gente conozca los proyectos que el gobierno local llama de “peatonalización”, aunque curiosamente van a suponer justo lo contrario: diseñar un carril para vehículos justo por donde ahora hay zonas verdes en Santo Domingo o plantear que los residentes entren a la zona de Armañá por Quiroga Ballesteros parece que no es muy acorde con el concepto que la mayoría tenemos de “peatonalizar”.

La principal conclusión que en mi opinión podemos sacar es que los lucenses no conocen lo que se hará en Santo Domingo. Les dicen que “se peatonalizará” y que “se aumentarán las zonas verdes”, dos cosas que son falsas pero que la propaganda del gobierno municipal les hace creer hasta que ven los proyectos y abren los ojos como platos.

En la jornada intervinimos yo mismo como presidente de Lugo Monumental, José Castro en representación de la Plataforma de vecinos del centro, Dolores García, técnica que colabora con la Plataforma, Adela Figueroa (Curra) por AdegaLugo y Raúl Veiga del Colegio de Arquitectos. Los cuatro mostramos, desde diversos puntos de vista, por qué la obra proyectada es una barbaridad.

Se ha hecho sin consenso. Ni siquiera se ha debatido en Pleno sino que se aprobó en Junta de Gobierno, y curiosamente el Gobierno esconde los proyectos, que ni siquiera se pueden ver en la web municipal. Los tienen, si les pica la curiosidad, en www.lugomonumental.es. Lo normal, en unas obras de este calado, habría sido abrir un debate público previo desde la administración, y no esperar a que las reformas sean casi un hecho para que tengamos que forzar esa puesta en común desde la sociedad civil.

José habló de la importancia de mantener las zonas verdes y de la participación, aunque también rompió una lanza en favor del Gobierno al apreciar un cambio de actitud en éste y abrirse a reformar los proyectos de acuerdo con la plataforma vecinal. Ojalá acierte y no sea simplemente una maniobra de los representantes políticos de cara a las elecciones de la semana que viene.

Dolores nos relató las peticiones de la Plataforma de vecinos basadas en cuestiones técnicas y puso sobre la mesa que el proyecto que presume de “verde” supondrá la destrucción de casi 1.000 metros cuadrados de zonas verdes en el recinto amurallado, que el Gobierno asegura que aumentarán porque cuentan como tal zona verde las macetas… no sé si a ustedes les valen, a mí, personalmente, no.

Curra, de Adega, hizo hincapié en un principio básico tanto del ecologismo como del sentido común: ¿qué pasa si no hacemos la obra? ¿mejora en algo lo que se hará? Si la primera respuesta es “nada malo”, y la segunda es “no”, mejor dejamos las cosas tranquilas, que es lo que podríamos opinar de primeras. Gracias a las intervenciones del público, se propuso incluso incrementar las zonas verdes, algo que me resulta vergonzoso reconocer que no se nos había ocurrido pedir pero que es de puro sentido común.

Raúl, por su parte, puso sobre la mesa las dudas sobre la legalidad de dividir la obra en tres partes para así esquivar la legislación sobre contratación. Por las cuantías de las obras deberían ser un concurso de obra mayor, pero como las han cuarteado no llegan a los límites y pueden adjudicarlas de una forma más directa y menos transparente.

Son muchos los motivos para que todos estemos de acuerdo. Empresarios, vecinos, ecologistas, técnicos… No conozco absolutamente a nadie, salvo el Gobierno de Lara Méndez (y no todo) que esté de acuerdo con lo que se va a hacer, pero lo van a hacer si no ven una oposición contundente por parte de la sociedad civil.

Lo que más me sorprende es que mucha gente de la que ayer estaba por allí (me hubiera gustado que fueran más personas, pero para ser un día de Julio en una tarde de semana no nos podemos quejar) no sabía lo que se va a hacer y se mostró indignada y sorprendida.

En el turno de preguntas del público hubo interesantes aportaciones de las que tomamos nota así que ¡seguiremos luchando! No queremos una ciudad gris, la queremos verde.