Ramiro López foto: La Voz de Galicia |
En Lugo había una serie de locales donde podías organizar grandes banquetes. Los más significativos probablemente fueran La Palloza, el Torre de Núñez, el Jorge I o el Complejo Santiago para temas de gran tamaño. De estos cuatro el único que perdura en manos de las mismas personas es el Torre de Núñez, que además cuenta con las impresionantes instalaciones de La Fortaleza, que incluyen la que fue la casa de Eloy Maquieira, una vivienda rehabilitada por el genial arquitecto en los años 40.
Pero los tiempos cambian y la pandemia no ayudó a este sector. Recientemente hemos visto en prensa que el que fue la cara visible de La Palloza, el empresario Ramiro López, ha presentado un concurso de acreedores, lo que no es una buena noticia para nadie.
Empiezo aclarando que no soy objetivo. Ramiro sólo no es que me caiga bien, es que ha demostrado reiteradamente que es un excepcional compañero para los hosteleros de Lugo y que su gran ojo para construir un auténtico imperio del sector no le ha arrebatado ni un ápice de humanidad y de aprecio por sus amigos, y eso no es nada fácil.
Ha pasado por muchas, en lo personal y en lo profesional, y se ha curtido en mil batallas dando siempre lo mejor de sí mismo y - esto supongo que lo reconocerá hasta su peor enemigo (si es que lo tiene) - trabajando duramente de sol a sol. Siempre al pie del cañón, siempre dando la cara y siempre luchando por sus empresas.
Le he visto participar en iniciativas diseñadas por personas que deseaban hundirlo, y lo hizo solamente porque pensaba que era lo mejor para el conjunto y para la ciudad, una ciudad cuyo gobierno le ha puesto todos los palos en las ruedas que ha podido y que le impidió, por ejemplo, abrir un grandioso local en la Plaza del Campo, por la que él apostaba cuando la zona era una ruina total. Mucha gente quizá no lo recordará, pero Ramiro compró la antigua Librería Alonso para hacer allí un restaurante de primera, algo que no se le autorizó por razones que jamás he comprendido, por que a otros vaya si les dejaron abrir nuevos locales en la misma zona.
En el 50º aniversario del Verruga, que celebramos en el año 2001, no sólo nos prestó grandes mesas redondas para hacer una cena protocolaria e incluso permitió a personal de su empresa echarnos una mano ese día, algo que jamás podríamos olvidar, sino que encima envió un enorme centro de flores para adornar la presidencia. Todo un caballero.
En lo personal siempre se ha mostrado cariñoso, atento, leal y fiable. ¿Cómo no voy a hablar bien de quien década tras década ha estado siempre a disposición de sus compañeros?
Espero que el concurso simplemente sea un pequeño bache, que le ayude a poner en orden sus asuntos y que vuelva con más fuerza que nunca porque Lugo necesita empresarios como Ramiro, que tengan la energía y el impulso de hacer de la hostelería local lo mejor de lo mejor.
Ánimo y suerte
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo,. Mucho snimooo
EliminarTotalmente de acuerdo, no soy anónima, soy su prima, Y TODA SU FAMILIA ESTAMOS ORGULLOSOS DE RAMIRO 🍀🍀🍀🙏
ResponderEliminarCierto y una gran persona
ResponderEliminarMuito ánimo Ramiro.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo todos los eventos de mi familia y no son pocos se los confiamos a él.
ResponderEliminarSeguro que podremos seguir contando con su buen hacer.
Mucha fuerza Ramiro, me acabo de enterar. Tu saldrás ten fe.
ResponderEliminarMoitisimo ánimo Ramiro ....gran profesional y buena persona
ResponderEliminarAnimo , sempre adiante, un gran trabajador
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