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martes, 28 de noviembre de 2023

¿Quién puede entrar en coche al centro?: La mayoría

A ver si leen el cartel sin aumentar la foto...

Cuando se llevan a cabo obras o actuaciones en una vía pública hay tres principios básicos que han de regir: la adopción de medidas de seguridad coherentes, la adecuada señalización y que los cortes sean lo más breves posible tanto para peatones como para vehículos.

Ninguna de las tres se están cumpliendo en las obras que se llevan a cabo en Lugo, ya que las medidas se utilizan más como excusas o como pobres argumentos que como realidades, no sólo ocurre últimamente sino que la cosa ya viene de lejos.

No hace falta hacer un gran ejercicio de memoria para recordar cómo el Ayuntamiento cortó alegremente la calle Quiroga Ballesteros para hacer la obra de "peatonalización" de esa calle e impidió durante largo tiempo el paso a peatones desde la zona de Armañá o el acceso a la Plaza de Abastos por ese lado. No era necesario, como se demostró cuando, avanzada la obra y llegados al tramo donde están Arenal o Gadis, se trabajó sin problema alguno con los peatones circulando entre las máquinas.

Lo mismo ocurre ahora con la Puerta Falsa, un acceso al casco histórico que está cortado por capricho del gobierno local, y no se abre por cabezonería del mismo órgano, ya que lleva más de un mes terminado el solado pero sigue clausurado porque "hay una tubería" en el medio. Se ve que no se puede mover de sitio, es algo complicadísimo...

Pero lo que se lleva la palma es la señalización. Baste como ejemplo la señal de prohibido que adorna la entrada de la Calle del Teatro, y que junto a su gran tamaño incluye un pequeñísimo cartel que indica que esa prohibición se mantiene... "excepto residentes, aparcamientos públicos, taxis, carga y descarga y vehículos de emergencia". Vamos, casi todos los vehículos que ya circulaban por ahí.

El problema es que con la letra minúscula del aviso su efectividad es bastante discutible y la persona que venga de fuera al casco histórico de Lugo sólo verá la prohibición... con lo que no entrará al centro aunque quiera dejar el coche en el aparcamiento. A veces parece que eso es exactamente lo que se pretende.

Curiosamente en la Puerta de Rúanova hay un letrero tamaño elefante que, ahí sí, indica que se puede acceder por esa puerta para ir al aparcamiento de la Plaza del Ferrol. Sorprendentemente no mencionan el otro, el que está tras el Ollos Grandes. Ahí se ve que no es necesario indicar nada más. ¿Por qué esta doble iconografía de la señalización? Ellos sabrán.

Es obvio que no hace falta poner en letras grandísimas lo de los residentes, los taxis, la carga y descarga y los vehículos de emergencia. Los titulares de esas excepciones lo saben perfectamente y que figure en la señal sólo es una forma de evitarles sanciones, cosa que es de sentido común. El problema, como decíamos, es el de los visitantes y los accesos a los aparcamientos.

El Gobierno de Lara Méndez debería revisar cómo están llevando a cabo este tipo de actuaciones, porque a día de hoy están dañando profundamente a la zona, y con lo que falta de obra por delante y la campaña de Navidad a las puertas, la cosa no pinta bien.

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