Enlaces

martes, 19 de marzo de 2024

Adiós y gracias, Esther

Me va a resultar imposible pasar por delante de estos árboles sin acordarme de Esther.
Gracias por todo.

De forma inesperada recibí la noticia del fallecimiento de Esther Arias Vilaboa, una amiga a la que conocía desde hace más de 30 años. Fuimos compañeros y nos llevábamos de maravilla en el Instituto, y aunque los años nos fueron llevando por diferentes caminos siempre sentí esa simpatía que la distancia no consigue empañar.

Hace algún tiempo nos reencontramos al coincidir en el movimiento vecinal del casco histórico. Era concienzuda y estudió los proyectos con detalle y alertó de cosas como el absurdo diseño de los bancos y de más cosas que se lograron corregir. Su implicación y generosidad tanto en lo económico como, lo que es mucho más importante, en tiempo, fue clave para poder llevar a cabo la jornada reivindicativa que dio como fruto salvar los árboles de Santo Domingo.

Ayudó en todo, y se preocupaba hasta de los más pequeños detalles. Recuerdo particularmente su empeño en tener actividades para niños en esa jornada, algo que hicimos y de lo que de hecho se encargó ella, y que además tuvo la esplendidez de financiar ella misma, a título particular. Era así de desprendida, y siempre buscaba apartarse de los focos. Es más, he buscado una foto suya de ese día y sólo aparece lateralmente, en la mesa en que los niños dibujaban, en un discreto segundo plano.

Esther se nos marchó el domingo. Cuando lo leí pensé que era un error. No me lo podía creer. El viernes, dos días antes, estuve chateando con ella con total normalidad y comentando el susto que nos dio el terremoto. Era habitual que nos mandásemos mensajes para hablar de muchas cosas, sobre todo de las del casco histórico.

Gracias por todo Esther. Por tu simpatía, por tu constancia… por ser tú. Te echaremos de menos.

3 comentarios:

  1. Por si te sirve de algo Luís, ella hablaba muy bien de ti siempre y de tu energia y ayuda a la zona

    ResponderEliminar
  2. Estimado Luís,

    O teu artigo acaba de deixarme frío, xa que non o sabía e eu tamén aprezaba moito a Esther.
    Coñecina hai algo máis dunha década, cando fixen un proxecto para un edificio no que vivía daquela e despois lle fixen o do seu piso e outras cousiñas menores.
    Era unha persoa cunha vitalidade abraiante, e máis con todo o que lle pasou. Sempre leda, vital, xenerosa e chea de ideas e cousas por facer.

    Aínda que todo o que se diga agora poida ser baleiro, quero aproveitar o teu blog para transmitirlle unha aperta a todos os seus. Eu tamén a botarei en falla.

    ResponderEliminar

Derecho a réplica:

Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.