Cartelería que repele

Carteles sucios, viejos y decolorados... para anunciar atractivos turístico... en fin...

 

Uno de los principios básicos de la buena administración es tener claro que es más complejo mantener que construir. Hacer un edificio, una instalación o poner en marcha cualquier cosa es relativamente sencillo porque puedes hacer un esfuerzo extra para sacar adelante lo que sea. La cuestión es si unos años después vas a seguir pudiendo mantenerlo.

En Lugo tenemos muchísimos ejemplos al respecto. Desde las web municipales que están desactualizadas desde hace años (las de la Plaza de Abastos y el Mercado, el MIHl y muchas otras) hasta las que directamente ya no existen aunque estén enlazadas en la página principal del Ayuntamiento, lo que revela una dejadez de difícil justificación.

Pero no sólo pasa con el mundo digital, con el físico es lo mismo, y para ejemplo están los vergonzosos carteles “turísticos” que en lugar de hacer de nuestros bienes culturales algo atractivo, repelen.

Carteles instalados hace ya muchos años, que dirigen a una web equivocada (te mandan a la sede electrónica municipal, algo que para el turista medio es súper útil), llenos de porquería y levantados por las esquinas. Descoloridos por el paso del tiempo, son un monumento a la desidia y las pocas ganas de mantener las cosas.

Recuerden que para nosotros, que los vemos a diario, pueden ser “normales”, pero para el que visita Lugo dan vergüenza y lo suyo sería retirarlos y sustituirlos por otros más decentes o, mejor aún, por ninguno, porque sinceramente ahí no pintan nada.