El leiraparking municipal, o cuando aparcar te puede suponer destrozar el coche

Un aparcamiento que te puede destrozar el coche: el "modelo de ciudad" de algunos.

Recientemente tuve que acudir con cierta frecuencia al HULA. Cuando llegas por la tarde o a media mañana, es más rápido, cómodo y seguro estacionar en el subterráneo, que dependiendo del tiempo que vayas a estar cuesta un patacón. La primera hora son 10 céntimos, que supongo que se cobran por cobrar algo porque no creo que con eso paguen ni la luz que consume subir y bajar las barreras y los papelitos que imprimen las máquinas.

Pero cuando llegas por la mañana temprano y todavía hay poca gente puedes aparcar con cierta facilidad en el exterior. No en las plazas que están en las avenidas principales, que ahí tienes que tener la fortuna de llegar justo cuando alguien sale, pero sí en la explanada municipal que está frente al HULA. Bueno, escribo explanada por escribir, porque plana, lo que se dice plana...

El campo de minas que es el famoso Leiraparking, que además cuenta con un enorme cartel en el frontal anunciando que es de titularidad municipal, es un peligro para la suspensión de cualquier coche, salvo quizás esos americanos que tienen ruedas gigantes.

El aparcamiento se inauguró en octubre de 2018 y costó nada menos que 119.000 euros. No publicaron cuánto se han gastado desde aquella en reparaciones, pero me da que no poco, y para que todo siga igual. La habitual eficiencia pública...

Me pregunto, si se te rompe el coche en ese disparatado aparcamiento, si pagaremos todos los lucenses una eventual reclamación por daños. Desde luego parecería lo lógico porque no estamos hablando de un terreno que esté ahí abierto en que la gente aparca porque le apetece, sino de un aparcamiento señalizado como tal por el Ayuntamiento de Lugo.

La inauguración de la chapuza, con la entonces alcaldesa y sus habituales (y subvencioandos) cómplices

Abierto con gran bombo y platillo por la anterior alcaldesa y sus polisubvencionados acólitos de la Federación de Vecinos, es lamentable el actual estado de aquella gran obra que suponía un ejemplo de "el modelo de ciudad que queremos" (Lara Méndez dixit).

Puede que sea cierto lo del modelo de ciudad: unas Caldas que no se usan como tal, un edificio de madera vacío, un carril bici fantasma, una fábrica de la luz que no fabrica luz... y un aparcamiento que puede romper tu coche si lo usas.