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martes, 23 de julio de 2024

La tecnología es maravillosa… cuando funciona

La tecnología es maravillosa… cuando funciona. Pero cuando ocurren cosas como la de estos pasados días, en que una actualización provocó un fallo en cascada, que afectó desde bancos, líneas aéreas, administraciones hasta un modesto blog de provincias como este, te das cuenta de lo dependientes que somos de terceros.

La vida no nos debería cambiar tanto, pero lo hace. Estamos tan enraizados en Internet que cualquier problema que afecte a la red de redes tiene una implicación directa en nuestras vidas. No te permiten sacar dinero del banco porque no funciona nada pero, ¿y si se borran sus bases de datos? ¿Cómo demostramos el dinero que tenemos en la cuenta si ya no tenemos siquiera una libreta con los apuntes, como toda la vida?

Personalmente soy un paranoico de las copias de seguridad. Utilizo un programa maravilloso llamado GoodSync, que además es barato, para mantener copias exactas de los ordenadores con que trabajo habitualmente y uno central que mantengo aislado de Internet, y gracias al que pude mantener todos los archivos en más de una ocasión.

Aprendí la dura lección de la importancia de las copias por un error que cometí hace tiempo y por el que los artículos antiguos de este blog no tienen imágenes: las borré yo todas sin querer. En otra ocasión se me estropeó un disco duro y se me fueron a la nada un montón de archivos, entre ellos los de las fotografías del 50º aniversario del Verruga, que me dio una pena tremenda. Así que ya les digo, aprendí a las bravas.

Ahora parece que todo vuelve lentamente a la normalidad, pero la reflexión sigue siendo la misma: ya no dependemos del papel, los certificados, los sellos ni las firmas sino sólo de unos y ceros de un mundo virtual que probablemente mi generación sea la última en distinguir claramente de la realidad.

¿Aprenderemos? Lo dudo, simplemente se saldará con que necesitamos más medidas de seguridad… electrónicas.



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