El tema de las concejalas vetadas por Jesús Vázquez para la presentación de las fiestas del barrio de la Milagrosa sigue coleando, y lo que le queda, porque la cuestión es grave.
Hoy tanto El Progreso como La Voz de Galicia recogen sendos artículos firmados por Kary Acebo y Julio Giz en que ambos reflexionan sobre lo que ha pasado y lamentan lo que podemos calificar de un episodio de odio en un barrio que siempre fue paradigma de la convivencia y la integración.
“¿Desde cuándo el dinero de todos ha pasado oficialmente a ser de un partido y sus afines?”, leemos a Kary; “Nunca pensei que na afable Milagrosa que nos acolleu por milleiros (Darío dixit) puidese pasar algo así”, se lamenta Julio… Ambos coinciden en el fondo del asunto: la utilización torticera de fondos públicos para fines partidistas y el inaceptable trasfondo de odio que transpiran este tipo de medidas.
Por su parte, el PP, como es natural, no ha dejado pasar la ocasión para denunciar la persecución que se les está haciendo desde entidades que reciben grandes cantidades de fondos públicos. No podemos olvidar que nadie sabe cuánto dinero reciben las asociaciones controladas por Jesús Vázquez (ya que incumplen la normativa sobre transparencia y no publican en sus webs las subvenciones percibidas) pero que sí sabemos que es mucho. Hace pocas semanas la Diputación regaba sus cuentas con nuestro dinero en un montante de cierta relevancia: 68.000 euros, que sepamos, a la Federación de Vecinos y otras cantidades a asociaciones del entramado.
Elena Candia ha pedido al alcalde, Miguel Fernández, que se posicione. El Gobierno responde que no es cosa suya la relación que tenga un partido político con una asociación, pero ahí patinan porque sí, claro que es cosa suya.
Es cosa suya porque se están utilizando fondos públicos en esas fiestas. Es cosa suya porque es el alcalde de todos los lucenses, incluso los que no han votado a su partido. Es cosa suya porque es el presidente de una corporación municipal a dos de cuyos miembros se les ha vetado en un acto participado por subvenciones. Es cosa suya porque juró, en su toma de posesión, defender la Constitución, las leyes y el ordenamiento jurídico. Es cosa suya, en definitiva, porque es cosa de todos cortar de raíz un acto fascista como es impedir a dos representantes de los lucenses entrar en una presentación de unas fiestas de un barrio.
Por mucho que los cobardes que se parapetan tras perfiles falsos insulten, griten, pataleen y agredan verbalmente a todo el que no piensa como ellos (en esto les recuerdo lo fácil que es bloquear a los radicales, política que recomiendo a todos para reducir su relevancia) la razón no les asiste. Jesús Vázquez se ha equivocado gravemente, y el Alcalde de Lugo, que asistió a ese acto, no puede avalar con su silencio y mucho menos ser cómplice con indirectas, de una cuestión de odio como la que hablamos.
"Un acto fascista"Pensé en empezar y terminar así mi comentario, voy a matizarlo.No crees, perdón por el tuteo, que se está frivolizando el término fascista?
ResponderEliminarDicho esto opino: mal hecho por parte de dicha asociación PRIVADA, yo las hubiera permitido asistir a título individual, no como representantes de un partido político. No politicemos todo, no es así?😉
Eso pensaban los alemanes de los años 30, que no era para tanto. Usted se esconde tras su anonimato para hablar de una asociación que recalca que es privada, pero ignora convenientemente que esa fiesta se paga con fondos PÚBLICOS. Y si se impidió la entrada de dos representantes de los lucenses fue expresamente por razones políticas. En fin, no me extraña que se esconda para escribir esas cosas (nota, si se disculpa por el tuteo quizá lo adecuado sea no tutear).
EliminarAcaba de comparar una pataleta de una asociación de vecinos con dos concejalas de un partido político con los"alemanes de los años 30"?. Esto no va bien. Un poquito de moderación. Buenas tardes.
ResponderEliminarYo opinaba, educadamente, para darle algo de "vidilla " al blog.
Acudiré a lugares más dialogantes..
Es curioso que a usted le parezca que no es comparable un acto de odio por pertenecer a un partido político, que es lo que define el fascismo, con el propio fascismo. Pero oiga, si para usted dar vidilla es que le den la razón como a los tontos, sí, probablemente se ha equivocado de sitio.
EliminarCierre al salir.