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martes, 18 de febrero de 2025

El futuro de la estación de autobuses


El BNG presentó ayer una propuesta para el área de la actual estación de autobuses que consiste en tirar con todo y hace un aparcamiento subterráneo y un jardín. De entrada, hay que decir que no suena mal: verde y plazas de aparcamiento, una combinación que parece útil y ecológica al mismo tiempo. Además, han tenido la gentileza de modificar su postura inicial y reconocer que sí es importante que los autobuses puedan parar ahí en un apeadero para que algunos servicios que van al centro no tengan que irse a la absurda intermodal, que no está muy distante pero sí tiene una pendiente que la convierte en lejana.

Sin embargo, cuando hablamos de gastar muchos millones de nuestros euros en proyectos parece importante darles una pensadita que vaya algo más allá que “una foto bonita”. De esta estrategia llevamos viendo los resultados durante los últimos 25 años y ya ven cómo está resultando: edificios inútiles, piscinas cerradas, carriles sin usuarios y demás ocurrencias que han desviado importantes presupuestos a cosas que no han valido para nada.

Es estupendo que haya un debate público sobre esto. No lo hubo para cargarse el casco histórico y llenarlo de piedra, ni para hacer las mal llamadas Caldas (ahora cerradas), ni para decidir convertir la fábrica de la luz en una bobada de museo del vino en vez de hacer ahí la playa fluvial. Pero curiosamente la alcaldesa Paula Alvarellos, que tiene una alergia terrible a los debates que no preside ella (y en los que puede apostillar lo que le venga en gana) sí exige hablar con la Xunta con lo que ésta hará con sus propiedades. Es curioso, pero bienvenido sea ese debate.

Hay tres aspectos que aquí son fundamentales:


El aparcamiento subterráneo:

Estamos aburridos de escuchar que en el centro no hay aparcamiento. Esto realmente no es cierto. Lo que no hay es aparcamiento gratuito o a precios razonables y la culpa de la situación es de los gobiernos de los que forma parte el propio BNG.

La peatonalización llevada a cabo está muy bien, pero se ha llevado por delante las pocas plazas que había para dejar el coche en superficie sin pagar. Además, los aparcamientos subterráneos municipales, es decir, propiedad del Ayuntamiento de Lugo (Santo Domingo, Constitución y Plaza del Ferrol) son los más caros de la provincia y, hasta donde yo sé, de toda Galicia (se hizo un estudio en su día y, no estoy seguro, pero probablemente sigamos manteniendo esa triste marca).

Es contradictorio que quienes mantienen desde el Ayuntamiento unos precios prohibitivos en los aparcamientos, que hace que nunca estén llenos, pidan que se hagan más. ¿Para qué? ¿Para tenerlos vacíos? ¿En esos sí van a cobrar menos? En ese caso, ¿no sería más razonable emplear ese dinero para reducir el precio de los que ya hay y ponerlos a funcionar a plena capacidad?

El centro no carece de aparcamiento. Carece de aparcamiento gratuito. No es lo mismo y si diagnosticamos mal, la enfermedad se agrava.


El actual edificio de la estación:

Es otro de los mantras habituales: la estación es vieja y fea y no vale para nada. Curiosamente quienes critican el edificio y su uso como estación de autobuses suelen ser las personas que no van en autobús a ninguna parte y se mueven en sus vehículos particulares u oficiales.

La estación es un edificio que tiene mucho futuro. Si se rehabilita puede dar muchísimo de sí y si la Xunta de Galicia mantiene su enfoque actual se demostrará en no demasiado tiempo.

Les voy a poner un ejemplo que creo que es significativo: el edificio de viviendas que se rehabilitó en la Ronda, junto a la Gasolinera Martínez, no podía ser más feo. Fue construido, casualmente, en 1971, tres años antes que la estación de autobuses, así que podríamos decir que son de la misma época. Ahora es un edificio de lujo en que los pisos cuestan un ojo de la cara y parte de la oreja. No se derribó para hacer otro, se arregló y bien arreglado.

La estación de autobuses tiene una parcela de más de 8.000 metros cuadrados en pleno centro. ¿Por qué no aprovecharlos y usar ese edificio para cuestiones importantes?

Se están estudiando usos relacionados con el empleo, el comercio y, una aportación estupenda de última hora, como centro logístico que al casco histórico le viene de película a la vista del lío que han montado con el tema del reparto. Tal vez sea mejor reutilizar que tirar con todo.


La cuestión ecológica:

La dejo para el final porque me parece lo más chocante de las propuestas del PSOE y el BNG, los autores de la masacre verde del casco histórico que escudan su empedramiento del centro bajo el nombre “corazón verde”.

Empecemos diciendo que hay que definir a qué llamamos “zona verde”. Personalmente una jardinera no creo que deba computar como tal, y lo que quedará en el centro serán, principalmente eso, jardineras. Unas zonas de 4x2 metros con menos de un palmo de fondo que tendrán unas plantitas no sé hasta qué punto es lo que una persona de a pie considera “zona verde”, pero creo que dista bastante de lo que nos imaginábamos todos cuando nos hablaron del proyecto.

En todo caso, sí estoy de acuerdo con que la explanada de la estación se puede convertir en una hermosa zona verde, pero me parece más chocante que se proponga derribar el edificio porque no hay nada más agresivo desde el punto de vista ecológico que mover toneladas y más toneladas de hormigón y metal.

Incluso ADEGA, con quien habitualmente el BNG suele estar bastante de acuerdo, se ha posicionado contra el derribo de la estación, lo que nos hace pensar que no es un tema político como se quiere hacer ver sino una cuestión puramente urbanística.

En la nueva intermodal han colado tres torres de pisos que aún no se han empezado pero que no duden que se harán. ¿Quizás una parcela tan grande a los pies de la Muralla sea demasiado jugosa para dejarla escapar? Una vez derribada la estación quizá surjan “impedimentos económicos que hagan recomendable rentabilizar parte de la parcela mediante la construcción de una nueva torre de viviendas”… Vayan ustedes a saber. A uno ya lo hacen malpensado.


1 comentario:

  1. Estimado Luís:

    Creo que neste tema se bota en falla, outra vez, a carencia dunha idea de cidade debatida e consensuada entre veciños, profesionais e políticos (nesa orde).

    Por deixalo claro de principio. Eu nin transladaría ós autobuses á estación do tres nin tiraría o edificio da Estación de Autobuses, ó contrario, o rehabilitaría e reformaría (ampliando o edificio para completar o rectángulo da súa planta e reducindo a zona de dársenas a unha dársena central con aparcamento en espiga; liberando metros da zona de dársenas e mellorando uso e accesos).

    En relación á proposta do BNG, sorpréndeme que se propoña derribar a estación podendo ter alí un magnífico intercambiador para os autobuses urbanos que permitise que os usuarios do bus urbano cambiasen de liña (gratis, claro) a calquera outra ampliando así as posibilidades de percorridos e reducindo os tempos. Porque un apeadoiro non resolve en condicións as necesidades dun intercambiador así.

    Respecto do que comenta vostede; dos aparcadoiros soterrados, nada que obxectar; creo que non estaría de máis ter a posibilidade de ter un aparcadoiro na zona da Subdelegación da Xunta (usando o do edificio ou facendo un novo ó lado) e na zona da Estación, ademais do que xa hai, podería deixarse o edificio e facer un na praza de Bretaña (se fose necesario, que é discutible).

    Respecto do edificio, eu creo o edificio é certo que necesita unha renovación, pero ten valores arquitectónicos e urbanísticos salientables (boa ubicación, boa escala, un soportal de entrada ben resolto e dimensionado, unha sala de espera ben resolta) e outros doadamente mellorables (circulación interior, unión ca dársena, área comercial e uso dos andares superiores). Pode ser bela e moi útil.

    E respecto da cuestión ecolóxica, o máis ecolóxico sempre é reutilizar e reaproveitar, e co que propoño (unha dársena central en vez de en U) se libraría espazo que se pode axardinar, tendo un espazo máis aberto e agradable para aa cidade e as promocións de vivendas do contorno, que seguro teñen interese en que alí non estea a estación no estado actual, pero que posiblemente se beneficiarían de ter esa estación en boas condicións.

    E por último, en vez de novas promocións a carón da estación de tren ou promocións novas de vivenda pública, tería máis sentido amañar e rehabilitar as vivendas que temos en desuso na cidade (máis de dez mil) e completar ocos da trama urbana; algunhas poderían pasar ó patrimonio público de vivenda, outras poderían recibir axudas, conveniarse, etc. Iso sí sería ecolóxico, resolvería problemas de acceso á vivenda e dinamizaría a economía local.

    Pero, coma sempre, para iso falla ter unha idea de cidade debatida e consensuada.

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