Quiroga Ballesteros se está deteriorando mucho más rápido de lo que se esperaba, que ya es decir. |
Aunque ya había escrito un artículo sobre el triste futuro de Quiroga Ballesteros tengo que reconocer que hasta a mí me ha sorprendido la rapidez con que se está deteriorando el pavimento de esa calle. Las losas son enormes, mucho más que en Rúanova o en San Marcos, y se ve que eso acelera el deterioro, que además es incluso más notorio que en las otras dos calles y los desperfectos más evidentes.
La calle, que parece una carrera de obstáculos en que los vehículos se ven obligados a invadir la parte de los peatones para evitar conos y piedras levantadas, está ya muy dañada y tiene unas cuantas losas rotas que presentan un estado lamentable pero, lo que es peor, hay otras que por mal asentadas bailan cuando pasas por encima incluso a pie, y es fácil dar con tus narices en el suelo.
A pesar de todas estas circunstancias negativas siempre hay posibilidad de que una mala noticia suponga una oportunidad para el futuro. ¿Qué pasaría si cuando se repavimente Quiroga Ballesteros se aprovechara para corregir el error básico de diseño de esa calle? ¿Por qué no usar esta crisis para cambiar el tipo de suelo y poner uno que permita el paso de los vehículos necesarios sin romperse por todas partes?
Un solado más sencillo, tipo hormigón… no soy técnico, no sé qué materiales se usan pero me refiero al suelo que se ha puesto en Camiño Real, por ejemplo… Las ventajas son múltiples.
Por un lado se abandona la absurda idea de que jamás podrán pasar por ahí vehículos pesados. Un camión de gasoil de una comunidad de propietarios, una grúa para una rehabilitación de un edificio… son ejemplos obvios de necesidades de paso que no pueden generar una rotura de un solado sólo por hacer su trabajo.
Por otra parte, podrían volver a usarse esas calles para restaurar un muy necesario servicio de autobuses urbanos. Que una calle sea peatonal no implica que no se pueda dar un servicio de transporte público, algo que sería importante sobre todo para centros como la Plaza de Abastos y el Mercado.
Incluso podríamos hablar de peatonalizaciones por horarios y fechas. No es descabellado y de hecho se hace en muchas ciudades, donde dependiendo de la franja temporal la zona es o no peatonal y eso ayuda a conjugar las necesidades de reparto y acceso con vehículos y también el disfrute del peatón.
Las posibilidades son muchas. Evidentemente supone una enmienda a la totalidad de las políticas llevadas hasta ahora por Orozco, Lara y Paula, y reconocer que se equivocaron en todas y cada una de las obras que han hecho en el centro en los últimos 20 años, como algunos advertimos desde el primer momento. Pero es que la realidad es tozuda y que metieron la pata lo sabemos todos, sólo falta que se den los pasos para revertir ese error.
Peatonalización, sí, claro que sí… pero bien hecha.