domingo, 16 de octubre de 2005

Una propuesta urbanística

La ciudad de Lugo ha sufrido durante muchas décadas una plaga que ha desfigurado la que en su día fue una ciudad realmente hermosa. Basta con hojear el libro “Sempre en Lugo”, publicado por el Colegio de Arquitectos de Galicia, para ver que, de haberse mantenido muchos de los edificios que una mal entendida modernidad sentenciaron a muerte, la nuestra sería una ciudad que no tendría nada que envidiar a Oviedo, Santander, u otras bellas y bien conservadas urbes.

En este momento, nos enfrentamos nuevamente a una situación en que una falta de visión global de ciudad va a destruir otra parte de nuestro patrimonio arquitectónico. El nuevo auditorio de Lugo, ubicado, a mi entender erróneamente, en el cuartel de San Fernando, supondrá la desfiguración de una construcción que derrocha elegancia castrense en cada uno de sus metros cuadrados. El pasado sábado se publicó una carta en esta sección haciendo una llamada de atención, a la que me uno, sobre el disparate que supone destruir una edificación digna de ser conservada.

El Ayuntamiento de Lugo planea, con sana ambición, la construcción de un museo de la romanización y otras dotaciones para la ciudad, y también se baraja la reubicación de la estación de autobuses. ¿No sería más lógico intentar combinar todas estas actuaciones para dar a Lugo estos servicios con el menor coste, tanto económico como patrimonial y arquitectónico?

Allá va una propuesta: unifiquen en un mismo espacio, situado en los amplios terrenos municipales de las afueras, la estación de autobuses y la de ferrocarril, con lo que se ganaría un valioso espacio frente a la muralla y otro de no menos interés entre Duquesa de Lugo y Fontiñas. Ubiquen un auditorio de nueva planta en el espacio que ahora ocupa la estación de autobuses y aprovechen, con una reforma mínima y sencilla, el cuartel de San Fernando para hacer allí las dotaciones culturales de que antes hablábamos. Aún llegaría más lejos, sugiriendo que la antigua cárcel podría anexionarse al auditorio y, rehabilitándola, albergar salas de exposición e incluso la cafetería del auditorio. Las instalaciones de la policía se podrían situar con las de los bomberos en Garabolos, donde disfrutarían de amplitud de espacio.

Esta propuesta ya fue presentada durante la elaboración del Plan Estratégico, del que por cierto ya nadie sabe nada, pero nunca se llegó a comprobar si fue estudiada en serio o simplemente siguió el camino de tantas otras iniciativas: una línea genérica en un informe que supuso la defunción de la idea.

Artículo del 12 de febrero de 2000 publicado en la sección de Cartas al Director de El Progreso