martes, 30 de junio de 2020

Que no se apague la llama del Arde Lucus

Una de las proyecciones virtuales hechas en la Muralla

El Arde Lucus ha sido raro, muy raro. Desde que lo inventaron unos valientes hosteleros de Campo Castillo y Ruanova hace  ya dos décadas, ha sido la edición menos cansada de todas, claro está, porque no hemos tenido que montar el campamento (ni desmontarlo que es peor porque aunque es menos esfuerzo estás reventado), pero también menos lucido, menos bonito, menos Arde Lucus, como era de esperar.

Se apostó por eliminar casi totalmente las actividades presenciales, haciendo un Arde Lucus virtual en que los vídeos han sustituido a los desfiles y a los tambores, pero que curiosamente están funcionando razonablemente bien y pueden servir como un testimonio de lo que es esta fiesta para la gente que nunca ha venido.

Tengo que mencionar los videos producidos por el Senado, y no porque yo salga en uno (lo que, si les digo la verdad, ha sido un tremendo honor por el escenario elegido, nada menos que la Domus del Mitreo) sino porque me ha parecido una idea fantástica aprovecharlos, no para lucir la toga, sino sobre todo para promocionar los restos arqueológicos de Lugo e invitar a los que los vean a venir a nuestra ciudad. Los textos son amenos y gracias a su autor, Carlos Maciñeiras, estoy seguro de que ayudarán a que la gente se anime a visitar Lugo.

12 de las 19 asociaciones de Arde Lucus (¿o son 20? Ya perdemos la cuenta) decidieron no participar presencialmente en la fiesta, con gran responsabilidad porque se entendía que de otra forma podría suponer transmitir una imagen equivocada, la de que no pasa nada y que la crisis sanitaria está superada lo que es obviamente falso.

Pero eso no quiere decir que las otras siete asociaciones, empezando por la Cohors y los Pretorianos (que son los que encabezaron la iniciativa de hacer desfiles pero con muchas precauciones) lo hayan hecho mal o hayan sido unos irresponsables. Al contrario, organizaron muy bien las cosas para evitar aglomeraciones y para transmitir una sensación de prevención que era la apropiada.

He visto imágenes de la gente que acudió como público a los desfiles, algo inevitable por muchas precauciones que se tomen, y les diré que no tengo nada que criticar al respecto: vi a todo el mundo protegido, y si bien es cierto que las distancias de seguridad no se mantuvieron, se entiende que precisamente para eso es la mascarilla, para cuando no se pueden mantener los metros apropiados. Si podemos ir en autobús todos apelotonados tapándonos boca y nariz, entiendo que al aire libre podemos juntarnos con más motivo siempre que las usemos.

No me entiendan mal, la mascarilla no exime de las demás precauciones, y siempre que puedan mantengan la distancia porque es la mejor prevención, pero lo que estamos hablando es de que la gente la mantuvo casi siempre y cuando estaban cerca se protegieron. Así sí.

En cuanto a las asociaciones, han respondido, como siempre. Cada una de ellas como ha entendido apropiado, ya sea haciendo actividades enfocadas a su difusión en redes sociales o en la calle y todas lo han hecho bien hasta donde yo he visto, a pesar de la presión que tuvieron las que se animaron a hacer desfiles porque se les hizo firmar, por parte del Ayuntamiento, un más que discutible documento en que se les hacía responsables de los percances que pudieran producirse, algo inaceptable en una actividad organizada por la propia administración. Afortunadamente espero que no haya que pelear la legalidad del documento porque no ha pasado nada.

El Arde Lucus del MMXXI será de nuevo lo que debe ser. Volverán los campamentos, la fiesta, las actuaciones, los desfiles y las bromas entre romanos y castrexos y recuperaremos lo que nunca se debió perder, así que laven las togas y guárdenlas con cuidado porque… ¡volveremos!


Anexo: los vídeos del Senatus Lucus Augusti:


El Senado y la Fundación de la ciudad de Lugo - https://youtu.be/DvMPYdgODHc

Los senadores planifican la fundación de Lucus Augusti por orden del Emperador Augusto, que envía a su legado Paulo Fabio Maximo a levantar la ciudad.

 

El Senado en el Puente Romano de Lugo - https://youtu.be/_oOYA5nfQNk

Si algo caracterizó a la ingeniería romana fue su red viaria, que en Lugo se conserva en el Puente Romano que el Senado visita para explicar su importancia.

 

El Senado en la Piscina de Santa María de Lugo - https://youtu.be/wzf0YZLf0hQ

Uno de restos más importantes del Lucus Augusti romano es la llamada "piscina", que puede ser un baptisterio o parte de una antigua Domus.

 

El Senado en el Acueducto Romano de Lugo - https://youtu.be/jvdt8HxEpvo

Lugo contó con un acueducto, fundamental para la urbanización y desarrollo de la ciudad. El Senado visita sus restos para explicar su importancia.

 

El Senado en la Muralla Romana de Lugo - https://youtu.be/n03H1mJr9PU

Sin duda alguna el mayor resto arqueológico de la ciudad es su magnífica Muralla, la única romana que se conserva completa en el mundo.

 

La Conjura senatorial - https://youtu.be/zBVrq28ysYg

Cuatro senadores se reunen para confabular contra un "compañero"... Pero quizá no todo sea tan sencillo.

 

El Senado en la Domus del Mitreo de Lugo - https://youtu.be/02I5ukTcw1c

Una sorprendente excavación arqueológica reveló los restos de esta Domus, que contaba con un espacio dedicado al culto del Dios Mitra, el más occidental del Imperio

 

El Senado en las Termas Romanas de Lugo - https://youtu.be/EDNxKeO039Y

La importancia crítica del agua para Roma y sus propiedades curativas se traslada a las ruinas de las Termas imperiales que se conservan en Lugo.


lunes, 29 de junio de 2020

Felicidades a la directiva del Círculo

Asamblea del Círculo de las Artes

El jueves la Asamblea General de socios del Círculo de las Artes zanjó definitivamente el asunto de las cuotas cobradas durante el cierre de la institución causado por el COVID-19. La votación fue prácticamente unánime, salvo un voto, y se decidió no devolver los importes, ya que tal y como explicó la directiva hubo gastos que hay que afrontar a pesar de estar cerrada la puerta y la devolución de esos recibos incluso podría hacer peligrar el futuro de la Sociedad. Entre otros gastos, se cubrió a los trabajadores la parte del sueldo que el ERE no abonaba para no perjudicarles en esta situación. En todo caso es ya cosa juzgada porque la Asamblea, el órgano soberano del Círculo de las Artes, ha respaldado las decisiones tomadas.

Confundir una sociedad de este tipo con un gimnasio es no saber dónde se está. La cuota no se paga por un servicio prestado, no son empresas privadas ni venden un producto. Lo que se está es abonando la participación de entidades de las que sus miembros somos sus dueños, y uno no deja de pagar la hipoteca de su casa aunque se marche de vacaciones y la vivienda esté vacía. Tampoco da de baja la luz y el gas… Pues aquí igual.

Hay que decir que la directiva del Círculo ha tenido a los socios informados puntualmente sobre todos y cada uno de los pasos dados. Incluso antes de la reunión de ayer, nos enviaron a todos nada menos que seis correos electrónicos desde mediados de marzo en que explicaban sus decisiones, con una transparencia muy poco habitual en esta ciudad y que es digna de aplauso. Si alguien no se enteró es porque no quiso enterarse.

Felicito a la directiva por su trabajo, su claridad en las explicaciones y su forma de proceder. Ojalá todas las entidades funcionasen igual de bien y entendiesen que la democracia es mucho más que votar cada cierto tiempo.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 27 de Junio de 2020

viernes, 26 de junio de 2020

Alcoa no se va a salvar tirando huevos ni cortando carreteras

Echarle huevos a la cosa no debería ser esto.

Ayer por la tarde pasé por delante de la Subdelegación del Gobierno y me encontré con que la habían decorado con toques de un agradable tono amarillento. “¡Qué modernos!”, pensé yo, hasta que me fijé en que eran huevos estampados contra la fachada que una empresa de limpiezas se afanaba por retirar. Las huellas de la “protesta” por Alcoa.

No comprendo este tipo de protestas. ¿Acaso piensan que la subdelegada del Gobierno o la empresa van a razonar “pues mira, íbamos a cerrar, pero a la vista de que están quemando neumáticos y cortando las autovías, que convocan huelgas y que están lanzando huevos contra las sedes del Gobierno nos lo hemos replanteado y vamos a mantener la fábrica abierta”. Como principio rector es curioso. Obviamente no se trata tampoco de invitar a los dueños a tomar el té para exponerles pausadamente por qué van a acabar con la economía de media provincia, pero hay términos medios, como en casi todo.

Que se consienta que una serie de personas, por mucha razón que tengan y muy preocupados que estén por su futuro y el de su zona (todo ello legítimo), corten una autovía quemando neumáticos o lleven a cabo acciones vandálicas para “reivindicar” no es de recibo. Ese matonismo legitimado por la inacción de los diferentes gobiernos es inaceptable, y es la misma historia que cuando los piquetes “informativos” amenazan o coaccionan a las personas que quieren trabajar durante una huelga con la excusa de que es por su bien. Inconcebible, pero lo vemos cada vez que hay una convocatoria de paro, y se ve que a todo el mundo le parece normal.

Por supuesto este tipo de protestas sólo se consieran licitas desde la tribuna de la nueva normalidad si van contra "los otros", igual que los escraches que hace no demasiado se hacían ante las casas de algunos diputados y que eran "jarabe democrático" y ahora son una agresividad intolerable y una intromisión en la intimidad y esas cosas. Ya saben, la habitual flexibilidad argumental que los afiliados tragan inconcebiblemente. 

En el terreno político las piruetas de cada uno de los partidos con este asunto llaman también la atención. Desde los concejales que se manifiestan frente a la subdelegación de su propio gobierno hasta los de enfrente, que reclaman soluciones a largo plazo que no dieron cuando gobernaban en Madrid. Si bien es cierto que cuando gobernaba Rajoy no se anunció el cierre de la planta, también lo es que se pusieron parches pero no se alcanzó un arreglo que garantice la continuidad que ahora se exige.

Fíjense qué cosas se decían hace unos años por parte de quienes hoy piden la "nacionalización"...

Lo del BNG ya es harina de otro costal. Me comentaba ayer un amigo que recordaba las mismas banderas con estrella roja cuando en 1979 se inauguraba Alúmina-Aluminio solo que de aquella se protestaba contra la apertura de la fábrica. Ahora se hace contra el cierre, en uno de esos ejercicios de malabarismo ideológico tan habituales en este país. Pero no todo es historia antigua, recordemos que hace unos pocos meses Ana Pontón decía que "Si Sánchez quiere ser presidente y quiere tener el voto del BNG tiene que haber una solución para Alcoa y para todas las electrointensivas, porque depende única y exclusivamente de que haya voluntad política". Ahora, a un par de semanas de las elecciones autonómicas retuercen el discurso para intentar echar la culpa a Feijoo de lo de Alcoa, lo que es difícil de creer cuando ellos mismos presumían de que su acuerdo con Sánchez salvaría la fábrica, y por supuesto cuando era para bien a la Xunta ni la mencionaban, no fuera que se llevara parte de esa “gloria” que ahora se torna en ridículo.

La solución para Alcoa no va de manifestaciones, de protestas ni de rasgarse las vestiduras, va de dinero. Es una empresa internacional y como tal tiene el mismo amor a la costa de Lugo como le pueda tener yo al fútbol, que me importa un bledo. Si pretenden que en sus lejanas sedes se escuchen los ecos de las protestas para convencerlos es que no saben de lo que hablan. El dinero es cobarde y huye de los problemas, así que a menos que se plantee una solución económica Alcoa cerrará, y las acciones agresivas lo único que harán es acelerar esa decisión.

jueves, 25 de junio de 2020

Este año NO vengas al Arde Lucus (¡¡pero el próximo no faltes!!)


Este año mejor dejar las togas quietas.

NOTA IMPORTANTE: Este artículo, como es habitual, es MI opinión. No es en representación de nadie ni en nombre de nadie. Que yo esté en una asociación de Arde Lucus como es el Senado, o que presida otra del casco histórico como Lugo Monumental no quiere decir que mis opiniones sean las de esas entidades o sus asociados. Que cada palo aguante su vela. Para que conste a los efectos oportunos.


No me gustan las películas de terror. Lo de sentarse delante de la tele para pasar malos ratos no va conmigo, pero quieras que no todos hemos visto alguna con mayor o menor cantidad de vísceras y monstruos asesinos. En todos estos largometrajes hay un momento común en que piensas: “pero vamos a ver, si sabes que hay un bicho ahí fuera que se está comiendo a todos los compañeros del hotel/refugio/fraternidad/casa/barco…, ¿para qué coño sales? ¿Eres idiota o qué? ¿Se puede saber qué haces bajando al sótano donde oyes ruidos extraños? ¿Cómo se te ocurre dar la espalda al asesino con un cuchillo que gotea sangre?”… pues en ese momento estamos todos ahora, pero en el mundo real, que no permite rebobinar ni cambiar de canal.

Desde hoy y hasta el domingo se celebra un Arde Lucus atípico, que nos dijeron que sería virtual pero que, paradójicamente, pretende contar con desfiles y actos presenciales en los que mucha gente saldrá a donde el bicho se come a la gente, bajará al sótano o dará la espalda al asesino. Está visto que somos más idiotas de lo que parecíamos, que ya es decir.

El llamamiento que el Ayuntamiento ha hecho en redes sociales a la “responsabilidad individual” parece una broma de mal gusto, no porque no tengan razón, que la tienen y la protección de cada cual comienza por sus propias acciones, sino porque escurren el bulto de cualquier responsabilidad propia. No se mencionan campañas de vigilancia, sanciones ni rabo de gaita, se cifra todo a un vosotros veréis, insensatos, y mientras tanto planifican llenar las calles de gente desfilando para mayor gloria de la pandemia. Con un par. Esperemos que la subdelegada del Gobierno tenga más "sentidiño" y no autorice la barbaridad. 

Es evidente que a quince días de unas elecciones autonómicas queda feo multar a los votantes. Como en cada campaña electoral, el Ayuntamiento se viste más aún de rojo y hace propaganda día sí día también (aunque es cierto que casa vez es más difícil diferenciar eso de las habituales soflamas, que se lanzan en vez de trabajar en lo suyo), diciendo lo malvado que es Feijoo, que se ve que desayuna niños a la plancha y se reúne en secreto con Satanás para acabar con la ciudad, y la web municipal deja a un lado cualquier disimulo o intento de objetividad. Queda mucho más bonito salir anunciando subvenciones, ayudas y demás cosas “positivas” (aunque después se retrasen o no sean lo anunciado) y no vamos a estropear el efecto multando a los energúmenos que se reúnen por cientos en manada obviando cualquier tipo de precaución.

Desde Lugo Monumental, la asociación que tengo el honor de presidir hemos hecho un llamamiento a los locales para decorar sus establecimientos y para que se vistan de época, con un guiño a la fiesta. También insistimos reiteradamente en que eso no es excusa para abandonar las precauciones, las mascarillas, las distancias y los geles… Pues aun así, a pesar de todas esas prevenciones y avisos no saben lo que me arrepiento de haber mandado esa circular, porque me temo que mucha gente se va a tomar esto como una tarifa plana de irresponsabilidad y van a ver lo que quieren ver.

Estamos subestimando al virus, lo que es un sarcasmo con decenas de miles de muertos. Probablemente se les ha ido la mano con los arcoíris, los aplausos y el buenrollismo institucional y han dado la falsa imagen de que “ha sido grave, pero bueno, no ha sido para tanto”. Las imágenes positivas han superado con mucho a los ataúdes y las unidades de UCI con gente boca abajo y entubada durante semanas, que es de lo que hablamos aquí, y lo que no vemos no lo interiorizamos, si no hay miedo no hay precaución, es la naturaleza humana.

Quizás haga falta una campaña dura, al estilo de aquellas de tráfico que escandalizaban a mucha gente pero que sirvieron para que algunos se dieran cuenta de lo que hablamos. Pero eso no vende, en esta sociedad de mierda que estamos creando no se puede permitir que la realidad estropee una bonita fábula, la del “saldremos mejores” y “juntos lo superaremos”, todo ello adornado con algodones de azúcar y pastelitos de chocolate. Pues no, precisamente lo superaremos manteniendo las distancias, así que por increíble que parezca que yo les diga esto: ESTE AÑO NO VENGAN AL ARDE LUCUS. Si ven masas huyan en dirección contraria, sean prudentes, cuídense, protéjanse y protejan a los suyos.

A lo mejor necestiamos más imágenes como éstas para concienciar.

martes, 23 de junio de 2020

Necesitamos ''sentidiño''

Y si no hay sentidiño, multas...

NOTA: Verán que el artículo de hoy es muy similar al de ayer, pero se debe a que el de esta jornada se publicó en La Voz de Galicia y ya saben que uso este blog también de "archivo", así que disculpen la reiteración. Gracias por su comprensión. 


La fotografía que circula por redes sociales en que se ve una calle del centro atestada de gente una noche del pasado fin de semana, sin mascarilla ni guardar ya no la distancia mínima de seguridad sino ninguna distancia, no es que sea alarmante, es que debería provocar una movilización de las fuerzas de seguridad para sancionar a quienes incumplen flagrantemente las normas y nos ponen a todos en peligro.

Es chocante que se impida la apertura a los locales de ocio nocturno, que tienen vigilancia y seguridad como para hacer cumplir las reglas a quienes entran en sus establecimientos, pero se hace la vista gorda ante el botellón y los locales que incumplen sus horarios, dando cancha a toda esta disparatada actitud.

Se ve que seguimos sin entender qué ha pasado aquí, qué está pasando aquí y qué va a pasar aquí si no ponemos coto a tanta locura. Las noticias de rebrotes en poblaciones cada vez más cercanas (ya no hablamos de Pekín ni de Alemania) no parecen hacer mella en la inconsciencia colectiva y parece que confundimos nuestro deseo de normalidad con la durísima realidad.

Tampoco ayuda que mientras se prohíben las hogueras de San Juan, se organicen actividades en la calle, una incongruencia que probablemente sea bienintencionada pero que puede traer funestas consecuencias si no va acompañada de instrucciones y un fuerte dispositivo de seguridad.

Desde Lugo Monumental hemos animado a la gente a decorar sus locales y vestirse de época como homenaje al Arde Lucus, pero si eso es interpretado como una invitación a la imprudencia, dan ganas de olvidarse de todo y poner crespones negros en nuestras fachadas, porque se ve que no somos lo bastante civilizados como para actuar con mesura.

No echemos después las culpas sólo a las autoridades, todos somos responsables de lo que hacemos. Sentidiño.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 23 de Junio de 2020

lunes, 22 de junio de 2020

Luego lloraremos y echaremos la culpa al Gobierno...


La foto que anda circulando por redes es para echarse a temblar. Un par de mascarillas en la multitud.

Anda circulando una foto por redes sociales que aseguran que es de la noche del sábado en Lugo. Confío en que sea falsa, como cuando nos pasaron a todos aquel Whatsapp de una supuesta persona del HULA que denunciaba con todo lujo de detalles unas supuestas prácticas terribles del hospital respecto al COVID-19 y la llegada de un autobús lleno de jubilados infectados que venían de Benidorm, todo falso.

Pero como sea auténtica es para echarse a temblar. La inconsciencia que refleja es totalmente incongruente con la supuesta responsabilidad de la que hacemos gala, y después echaremos la culpa a las autoridades de lo que pase, porque si en medio de ese mogollón hubiera una persona infectada, un asintomático que no sabe que es portador, la que se puede liar es épica.

Esto va por rachas, no sé si es una percepción particular mía o una realidad. Cuando se salió a la calle por primera vez yo volví temblando de miedo porque me parecía que la gente estaba loca, en masas sin ningún tipo de cuidado. A los quince días me pareció que ya se lo tomaban más en serio y veías a todos con mascarillas y guardando ciertas distancias, pero la semana pasada ya me volvió a dar la sensación de que se relajaba la cosa.

No tengo ni idea de si es algo subjetivo que veo yo y que no es cierto, sino simplemente un punto de vista que depende de mi estado de ánimo (flojo en lo relativo a este tema, he de decir) o si realmente hay esas curvas de responsabilidad/irresponsabilidad en la ciudadanía. Todo puede ser.

En cualquier caso cada día estoy más convencido de que ya no tenemos que pensar en si habrá el puñetero “rebrote”, sino en cuándo lo habrá. Nos dicen que será más suave, que no supondrá un nuevo confinamiento y que no será para tanto… pero si les digo la verdad visto lo visto parece que quizá sea justo al revés, porque la gente se confía en la suerte (relativa, porque aquí también hemos perdido gente, pero indiscutible viendo las cifras de otros lugares) que hemos tenido en ciertas zonas.

Las contradicciones de la administración no ayudan. Nos cuenta el Ayuntamiento que la malvada Xunta de “los otros”, que vive únicamente para hacer la puñeta a la gente de bien (salvo cuando gobiernan “los suyos”, claro, que entonces todo lo hace correctamente), es la responsable de que se prohíban las hogueras de San Juan. Llama poderosamente la atención que en otros sitios de Galicia (Sarria, sin ir más lejos) habrá hogueras: particulares y más reducidas, sí, pero habrá. Se ve que ahí la Xunta no manda. También es curioso que se estén organizando desfiles de Arde Lucus para viernes, sábado y domingo, lo que enfrenta al Ayuntamiento a una contradicción argumental importante: o no se considera que el Arde Lucus atraiga aglomeraciones, o es falsa la prohibición de la que hablan.

El tema de la fiesta romana de este año es complejo. Creo que lo suyo es hacerle un guiño: por ejemplo, desde Lugo Monumental hemos propuesto que los locales se adornen y que la gente se vista de época… pero haciendo su vida normal y con sus precauciones. Es una forma de equilibrar el homenaje a una magnífica fiesta de los lucenses y la elemental prudencia que hoy día necesitamos mantener.

En todo caso tengan cuidado. Ustedes mismos son su primera barrera de protección en este tema así que no duden en ser precavidos.

viernes, 19 de junio de 2020

La gestión del Fluvial y el Círculo en la crisis


Durante la crisis del Coronavirus ha habido un tema que en las redes ha levantado ríos de bits (que son mucho menos poéticos que los de tinta, pero es lo que toca hoy día) y es el de que tanto el Club Fluvial como el Círculo de las Artes hayan seguido cobrando las cuotas con total normalidad a pesar de haber hecho ambos Expedientes de Regulación de Empleo (EREs) a sus trabajadores y que los gastos se reducen porque obviamente se consume mucha menos luz, agua y calefacción con las instalaciones cerradas.

Soy socio del Círculo de las Artes, aunque no del Fluvial, así que mi información en el segundo caso se reduce a lo que se ha publicado y que se parece bastante a lo que pasa en el Círculo, en lo que se refiere a la situación de inicio, aunque con notables diferencias de gestión.

Verán, el Círculo nos envió a todos los socios dos circulares (valga la redundancia) en que se nos explicaba la situación, y por si dicha comunicación no fuera suficiente la Directiva ha convocado una asamblea para el día 25 de este mes en que esclarecerán cualquier duda que haya entre los miembros. Hay que decir que a esa asamblea no van todos los socios (sería inviable reunir a las miles de personas asociadas) sino los llamados “socios representantes”, que son elegidos cada cierto tiempo como una especie de “Congreso” del que sale la Directiva, que sería equiparable al Gobierno del Círculo. Tengo el honor de ser parte de esos socios representantes así que iré el 25 a ver qué nos cuentan. Hasta donde yo sé, el Fluvial no ha hecho nada ni remotamente parecido. Ni se ha explicado a los socios por qué se mantienen las cuotas, ni se ha convocado asamblea alguna, ni se ha ofrecido la menor pista de qué está pasando en esa sociedad, y ya no solo por el tema del cierre si no con lo que estamos conociendo por la prensa sobre la presunta ilegalidad de las obras que han acometido en los últimos tiempos.

Lo que tenemos que entender desde el principio es que ni el Círculo de las Artes ni el Club Fluvial son comparables a un gimnasio privado, que es un símil que hace mucha gente de forma errónea. Un cliente de un gimnasio exige no pagar las cuotas porque no recibe un servicio contratado y tiene razón, pero tanto el Círculo como el Fluvial son sociedades. No tienen “clientes”, sino “socios”, que no son perceptores de un servicio sino miembros de un colectivo y, por lo tanto, parcialmente dueños del chiringuito. Si un cliente protesta de un negocio dejando de acudir, un miembro de una Sociedad tiene otras herramientas a su disposición: agruparse, protestar y, en último caso, incluso censurar a la directiva y sustituirla por otra.

Pero la corresponsabilidad de los socios va muchísimo más allá. Si un gimnasio privado hace una cafrada y le meten una cuantiosa multa el cliente no paga un céntimo. Quizá le intenten subir las cuotas para compensar la sangría, pero ahí el usuario tiene la libertad de largarse a otra entidad. Sin embargo las sociedades no son iguales y todos los miembro somos responsables solidarios de las cargas económicas, por lo que si se genera una multa al Fluvial con la barrabasada que han hecho en el aparcamiento (no es presunta, es una barbaridad, lo que es presunta es la ilegalidad que tal vez se haya cometido) y no llegan los fondos, tocaría pagar una cuota extraordinaria, una derrama, porque todos los socios son igualmente responsables.

Es que yo no sé lo que hace la directiva”, podrá decir alguno… pues ese es su problema, tiene que saberlo. “Es que no me informan”, insistirá… pues haber elegido otra directiva que informe, eso es nuevamente cosa de ustedes y en su mano está cambiarla, que para eso son socios y no meros espectadores. Léanse los Estatutos de su sociedad porque tiene que tener un mecanismo de censura y si es el caso úsenlo.

La transparencia es una asignatura pendiente en la inmensa mayoría de agrupaciones, asociaciones, sociedades, federaciones y otras figuras privadas e incluso en las administraciones públicas. No conozco a ninguna que facilite sus cuentas a los socios al detalle, pero realmente tampoco veo que los socios lo exijan. Bueno, miento, sí conozco una asociación, Lugo Monumental, en que cada año pasamos a los asociados un Excel con todos y cada uno de los ingresos y los gastos al céntimo, algo tan transparente como sano… y poco habitual.

Además, la transparencia no solo es una obligación moral, sino que legalmente las asociaciones, federaciones y demás, que reciben jugosas subvenciones (de las que viven la inmensa mayoría, al margen de las cuotas de los asociados, aunque de nuevo con la excepción de Lugo Monumental en que NO recibimos ni un céntimo de subvenciones porque no las pedimos jamás) tienen la obligación legal de publicarlas en sus páginas web. Todos tenemos en la cabeza “poderosas” entidades que sabemos fehacientemente que reciben ingentes recursos públicos que administran a su antojo, a cambio de favores políticos, campañas más o menos descaradas (normalmente “más”), y premios a medida, pero no veo que ni sus socios ni los ciudadanos de base, que somos los que pagamos el pato, exijamos con firmeza que se publiquen los datos que la Ley obliga a colgar.

Así que antes de volvernos locos, de decir “pues no pago las cuotas del Círculo o del Fluvial para que se enteren” tal vez quienes deberíamos enterarnos somos nosotros. Enterarnos de que no somos clientes sino miembros, enterarnos de que hay cauces para obtener la información o, en todo caso, para sustituir a los que consideren malos gestores (si es el caso), enterarnos de que somos igual de culpables. Es más cómodo ser “cliente”, sí, pero entonces se apuntan a un gimnasio.

Por mi parte el día 25 iré a la asamblea del Círculo de las Artes porque antes de nada es fundamenta informarse y tengo que decir que hasta ahora esta Sociedad ha cumplido con ese requisito y, de nuevo a falta de más información pero con la que ya tenemos, más que probablemente han gestionado bien este asunto.

jueves, 18 de junio de 2020

No a la Madrileñofobia, sí al ''sentidiño''


Ayer hablábamos del racismo basado en el color de la piel o la nacionalidad, y hoy vamos a continuar con el tema pero dándole un giro, el del “racismo interior”, el nacional, el patrio.

Supongo que conocerán esos textos escolares de la época del franquismo que describían a la gente de las regiones colgándoles etiquetas (a los gallegos nos tocaba, me parece recordar, ser “trabajadores y honrados”, no está mal) que no dejaban de ser meros lugares comunes.  Curiosamente el nacionalismo coincide con Franco en que “los de aquí somos diferentes” y esa supuesta diferencia es el primer escalón para ser “mejores”, y de ahí saltamos al supremacismo y esas tonterías que en lugar de corregirse con argumentos y sentido común se afrontan con otras tonterías que ahora están tan de moda y que hacen que se pretenda meter en un cajón nada menos que a “lo que el viento se llevó” o denostar a Winston Churchill, quien fue la piedra angular de la derrota de Hitler. Estoy esperando a que alguien pida tirar las pirámides de Egipto por ser un monumento dictatorial o quemar Las Lanzas por tratarse de un ensalzamiento de la guerra. Del maltrato animal de las pinturas rupestres de Altamira ya ni hablamos, hay que echarles pintura por encima para que los niños no aprendan mal y el día de mañana anden matando bisontes.

La Historia ha de ser vista en perspectiva. No se salva ni uno de los grandes personajes porque todos tenían algo que rascar, normalmente por la época en la que vivieron, en que se consideraban normales aberraciones como la esclavitud, la subyugación de la mujer, el racismo o incluso el asesinato (dependiendo de a quién matases, claro).

Todo esto viene a cuento de la “madrileñofobia” que hay hoy día a causa del COVID-19. El hecho innegable de que Madrid sea el foco principal de la infección en España, una cuestión de sentido común porque estadísticamente hablando era de manual que les iba a tocar antes a ellos que a Badajoz, no puede ser un argumento para tratar a nuestros vecinos como apestados, principalmente porque ni es ético ni tiene sentido. Estoy seguro de que si fuera al revés, y la pandemia se hubiera cebado con Galicia, estaríamos reclamando “solidaridad” y pidiendo que no se nos tratase como si apestados por razón de nuestro lugar de residencia.

¿Entonces qué hacemos? ¿Los dejamos venir a nuestras playas y nuestras ciudades a propagar nuevamente el virus?: pues ahí está el problema, que no son “nuestras playas y nuestras ciudades”, también son suyas, tanto como son nuestros la Gran Vía o el Museo del Prado, el Guernica, la Plaza Mayor o el Palacio de Oriente.

Verán, hay que buscar un equilibrio, pero no se trata de una cuestión regional sino más individual (porque cada cual ha de ser responsable) y, paradójicamente, más global (porque esto necesita una respuesta de la Sociedad en su conjunto). Si una persona presenta síntomas o es sospechosa de ser portadora da igual que sea de Madrid que de Baracaldo, la respuesta ha de ser la misma.

El equilibro del que hablaba es el “sentidiño” de toda la vida, y ha de buscar conjugar dos cosas: la obvia precaución que haga que nos fijemos con más atención en quienes viven en zonas con mayor número de contagios para tomar ciertas medida preventivas, pero sin perder de vista que todos estamos en el mismo barco. Todos.

miércoles, 17 de junio de 2020

Del atropello de un perro al racismo en Lugo

Quino puede ser tan cruel como exacto a la hora de diagnosticar la sociedad

Hace una semana aproximadamente íbamos paseando por Camiño Real en dirección a la Milagrosa. De repente oímos un chillido y un golpe (o al revés, ya no sabría decirles) y cuando miramos vimos que a pocos metros un coche había atropellado a un perrito, un yorkshire. Lo mató al momento y no hubo nada que hacer.

Antes de que salten a culpar al conductor, les diré que entiendo que no pudo hacer nada. No venía especialmente rápido y el perro estaba suelto y se le metió debajo del coche así que ni siquiera lo vio. De hecho ni paró, estoy totalmente convencido de que pensó que había pisado un bache o algo así, porque hasta los que lo vimos tardamos unos segundos en entender qué había pasado.

Esto, que es una desgracia como cualquier otra, no tiene mayor consecuencia salvo para el pobre perro, su dueña y la impresión que nos causó a los que andábamos por allí… pero fíjense lo que son las casualidades de la vida. Al cabo de media hora aproximadamente me llamó un amigo que vive en esa zona y me contó que unos latinos habían matado a patadas a un perro. Me pareció demasiada casualidad y le pregunté dónde había sido exactamente y cómo se había enterado: era el mismo perro y se lo contó un señor que supuestamente había sido testigo de la agresión al animal y que aparentemente no tenía pinta de ir por ahí contando trolas. Pues lo hizo.

Probablemente ese señor vería a la gente del bar que estaba junto al sitio donde murió el perrito, a alguno de los chicos manchado de sangre (porque uno de los que estaban en la terraza lo retiró, responsablemente, del medio de la calle), a la gente gritando… y se imaginó todo lo demás.

Eso es racismo, señores míos. Dar por sentado que por la pinta de una persona sabes la historia que tiene detrás no es más que un juicio apresurado y en muchas ocasiones, como ésta, erróneo. Es lo que hacen quienes pretenden trazar líneas arbitrarias en las que eres bueno o malo dependiendo de la parte de la raya en que vivas, aquellos que se creen mejores que otros por el idioma que hablan, o los que piensan que el color de su piel influye sobre algo más que la mera pigmentación. El racismo es una de esas manifestaciones absurdas de la raza humana que a estas alturas ya tendríamos que tener superadas, pero ya ven que no.

Así que cuando alguien les cuente una historia pregúntenles si lo han visto directamente o si lo han deducido de lo que sí han visto directamente porque aunque es muy parecido no es lo mismo, y la interpretación o la inferencia puede estar contaminada, como en este caso, por los prejuicios de quien cree haber visto algo que realmente no vio.

No solo hay racismo en Estados Unidos, en Lugo también, así que estemos atentos.

martes, 16 de junio de 2020

Veinte años perdidos


El kiosco de la Milagosa ha desaparecido... Ahora está en un sitio más discreto.
Desde luego donde no está es en funcionamiento, que sería lo suyo.


Paseando por el parque de la Milagrosa eché de menos el kiosco que estaba en la plaza de ese nombre. Lo han trasladado de una explanada junto al viejo Auditorio Gustavo Freire (el único que tenemos a día de hoy), a una ubicación más escondida, tras las naves municipales que hay en la zona.

Es una fantástica metáfora del año que llevamos de mandato. Los problemas se ocultan (aunque no sea posible con alguno, como la millonaria indemnización por la catástrofe de la fábrica de la luz) pero siguen ahí, latentes, sin resolver.

Cosas que en cualquier sitio se solventan en semanas, o en unos pocos meses si la administración es torpe, en Lugo se eternizan durante años y más años. De vez en cuando nos acordamos de alguno de los viejos temas: ¿alguien sabe algo de la playa fluvial? ¿Y cómo está eso de que iban a ampliar las plazas de los subterráneos y que el Ayuntamiento “garantizaba” en 2017? ¿Sabemos cuándo abrirán el nuevo Auditorio? ¿San Fernando va a acabar otro mandato en el mismo estado que en 1999 (bueno, peor, que de aquella no estaba abandonado)? ¿Las nuevas líneas de autobús que llevan anunciando años van a ponerlas a andar o es otra de esas cosas que quedarán ahí para el imaginario colectivo? ¿La fábrica de la luz va a quedar en ruinas otros 20 años? ¿Qué va a pasar con el Garañón?...

Lugo abre nuevos asuntos, a cada cual más absurdo como hacer bañeras colectivas con agua del grifo calentada con una caldera y al mismo tiempo presumimos de ecológico diseñando un barrio entero, mientras media ciudad se cae en pedazos, pero no cierra los antiguos. Y así no se avanza.

Por no ser totalmente negativo, es cierto que hay temas en que se va mejorando. La nueva RPT municipal puede ser la piedra angular sobre la que se edifique una nueva administración local, que buena falta hace, pero llevamos veinte años perdidos, que se dice pronto. A ver si espabilamos.


Artículo publicado en La Voz de Galicia del 16 de Junio de 2020

lunes, 15 de junio de 2020

¿Se equivoca Feijoo adelantando la salida de la crisis?

El genial Davila retrata lo que muchos pensamos sobre el "saldremos más fuertes"...

Este rollo de la “nueva normalidad” que comenzamos hoy en Galicia suena un poco (o un mucho) a 1.984, y nos tiene a todos un poco descolocados. No está muy claro lo que se puede y no se puede hacer, pero supongo que la prensa recogerá largas listas de cosas prohibidas y permitidas, muchas de ellas totalmente incoherentes.

Por ejemplo, los niños no pueden ir al cole pero se pueden juntar en grupos grandes para estar tomando helados en una terraza, y más allá de las consecuencias que esto tiene para la organización de las familias, a las que lo de la conciliación en este momento les tiene que sonar a broma macabra porque si ya normalmente les costaba apañarse, si estaba preocupado por los contagios entre chavales, ahora ni les cuento. A ellos les afectará poco pero en cuanto le den el abrazo al abuelito...

La ristra de prohibiciones y reglas que hemos venido acatando mayoritariamente (siempre hay algunos descerebrados) son extrañas. Verán, nunca he comprendido lo del “aforo”. Vale que se supone que está calculado según los metros cuadrados de un local, pero hay sitios donde no tiene el menor sentido. Por ejemplo los restaurantes y terrazas.

Si yo habitualmente tengo un comedor muy amplio y tengo entre mesa y mesa un metro no es lógico que me obliguen a reducir el mismo porcentaje que al que las tiene rozando los manteles unas con otras. Lo razonable, digo yo, sería establecer distancias y de ahí ya sale automáticamente la ocupación que pueden tener un local y otro. No solo es más razonable sino, lo que es más importante, es mucho más justo para todos. Con las terrazas tres cuartos de lo mismo. Si mi local tiene tres mesas en seis metros y el de al lado tiene seis en cuatro metros (es una forma de hablar, que a menos que sean mesas de dos no caben), yo me quedo con dos y él con cuatro, pero más pegadas que las mías. Ilógico.

La administración tiene que hacer normas que atiendan a la generalidad de los casos y estoy seguro de que sea cual sea la que se dicte va a ser más perjudicial para unos que para otros, pero lo que sí tiene que tener es sentido y coherencia.

Si me leen habitualmente sabrán que soy bastante pesimista con todo este tema. Ahora nos dicen que el virus está “debilitado” como si fuera un único ente global y no miles y miles de millones de pequeños cabrones que van por ahí infectando todo lo que pueden. Quizás influya la climatología, tal vez la postura de la Tierra respecto al Sol y la forma en que inciden los rayos ultravioleta, a lo mejor simplemente es que nos vamos acostumbrando a la barbaridad de que “solo” tengamos muchos muertos fuera de nuestras fronteras…

Creo que el peligro más grande que hay en todo esto es que nos lo tomemos a pitorreo, que creamos que “todo ha pasado ya” y que pretendamos volver a hacer las cosas como antes sin darnos cuenta de que vamos a tardar muchísimo en llegar a eso, si es que llegamos.

Los mensajes contradictorios de estos meses no ayudan a confiar ni en el Gobierno de la Nación ni en la OMS, que cada día que pasa te cuentan una cosa diferente de la anterior (véase el jeroglífico de las mascarillas) y si había una administración que parecía ser inmune a las críticas fundadas (las políticas, a un mes de las elecciones, ya sabemos que las iba a haber aunque no hubiera ni un contagio en Galicia) era la Xunta, pero ¿se equivoca Feijoo adelantando la salida de la crisis?  En mi modesta opinión sí.

¿Qué necesidad tenemos de adelantar el fin del Estado de Alarma en Galicia? ¿De verdad vamos a notar tanta diferencia? ¿No ayudará eso a que la gente se lo tome todo más a guasa y que se relajen más de lo debido? Me parece una torpeza porque el mensaje de “somos los primeros” está muy bien… hasta que haya el primer contagio o el primer muerto, que tal vez lo habría igualmente pero que ahora van a achacar a esta decisión como si hubiera ido Feijoo a toserles encima a las víctimas.

Eso sí, ya les garantizo que las críticas vendrán de los que dicen que no se puede criticar la gestión pública porque “no se podía hacer mejor”, los insultos los verterán quienes dicen que no se puede faltar al respeto, la peor agresividad la sufriremos de aquellos que acusan a los contrarios de crispar el ambiente… Y así todo. También al revés, ¿eh?: están aplaudiendo al señor Simón y retuiteando sus alabanzas a la Xunta quienes hace dos días lo calificaban de charlatán, y saliendo a la calle en manada a esos que culpan de todo al 8M... Y así todo, insisto.

Ojalá me equivoque y ojalá Feijoo acierte. Yo desde luego no habría adelantado el fin del estado de alarma, pero solo el tiempo dirá si lo ha hecho bien. Espero que sí, por nuestro propio bien.

viernes, 12 de junio de 2020

¿Cuándo termina un ERE/ERTE de fuerza mayor?



Llevamos dos meses hablando de los EREs (que siguen llamando ERTEs y, como ya me estoy cansando de explicar ese asunto me tendré que unir a la mayoría y aceptar que se les llame así, por mucho que me chirríe) como si fueran algo estable durante este tiempo, pero nada más lejos. La diarrea legislativa que les ha dado en Madrid produce tanto cambios en las normativas como, lo que es más grave, en la interpretación de las mismas. El aberrante lenguaje jurídico empleado no ayuda y ver que califican de “renuncia” lo que sería un desistimiento o, mejor aún, una “finalización anticipada” tampoco es lo más acertado.

La consecuencia es que cosas que se informaban hace un mes como seguras ya no son válidas y a día de hoy la situación es tan confusa que es casi imposible obtener información fiable. Intentaré aclarar algunos de los principales cambios que se han venido produciendo.

Sigue habiendo dos tipos de EREs, los de fuerza mayor y los de causas económicas, técnicas, organizativas y de producción (los ETOP). Los primeros necesitan una resolución de la administración que convalide la existencia de dicha fuerza mayor y los segundos no, son una decisión de la empresa a la que llega tras una negociación con los trabajadores o sus representantes. Me voy a centrar en la confusísima situación actual de los de fuerza mayor, y su finalización o no.

El ERE de fuerza mayor finaliza en dos supuestos: que se extinga la causa de fuerza mayor alegada o que la empresa decida ponerle punto final por cualquier motivo. Parece sencillo y evidente, pero no lo es tanto, ya que aunque el lunes se prevé la finalización del Estado de Alarma, el Gobierno ha prorrogado los efectos de estos EREs hasta el día 30 de Junio… por ahora.

Con esto nos encontramos situaciones extravagantes: si una empresa pidió un ERE vinculado al COVID-19 y puso que comenzaba el 14 de marzo y que duraría 15 días, ¿sigue vigente hasta el día 30 de junio? Pues la respuesta es que sí, pusiera o no otra fecha de finalización. Incluso los que vincularon su duración al estado de alarma que termina el día 21 de junio verán los efectos de los EREs prorrogados hasta el 30. Si, como se está hablando, se “estiran” dichos efectos hasta septiembre o incluso hasta diciembre (dependiendo del sector), también se prorrogaría ese expediente hasta la fecha que digan, automáticamente sin tener que hacer nada salvo que cuando regulen esa prórroga exijan, por ejemplo, que la empresa lo solicite (lo que supondría otra avalancha administrativa que esperemos que no se produzca.

Por supuesto esa prórroga no es obligatoria, las empresas pueden finalizar el ERE cuando les venga en gana, pero ahí nos encontramos con otro malentendido, la pregunta del millón: ¿el hecho de que una empresa recupere a todos sus trabajadores a jornada completa implica que finaliza el ERE? Pues no, tiene que haber un pronunciamiento expreso por parte de la empresa. ¿Y ese pronunciamiento es obligatorio si toda la plantilla trabaja con normalidad? Tampoco. Solo tienen que comunicar la renuncia al expediente si lo consideran oportuno y si recuperan definitivamente a todos los trabajadores, pero pueden dejarlo “vivo” hasta la fecha que se decida (ahora mismo, insisto, el 30 de junio pero con posibles prórrogas) y pudiendo incluir y excluir a los trabajadores cuando lo estimen conveniente. Ha habido mucha confusión e información encontrada con este punto. Antes no se podían volver a incluir en un ERE a los trabajadores recuperados, salvo que dicha exclusión fuera comunicada de fecha a fecha, pero ahora el criterio es la flexibilidad.

¿Y si ya he comunicado la renuncia total al expediente tengo alguna opción? Pues es discutible. No se puede “revivir” el expediente, pero sí tramitar otro de fuerza mayor mientras dure el estado de alarma, es decir, antes del lunes, y que finalizaría el 30 de junio… o cuando el Gobierno refleje en una norma que, por no variar, publicarán el 29 a las 23:00 horas.

Los EREs ETOP, por su parte, no ven afectada su duración por todo esto ya que, como venía siendo habitual, es la que se decidió por parte de la empresa o la que se acordó con los trabajadores.

Artículo publicado en El Progreso del 12 de Junio de 2020

jueves, 11 de junio de 2020

Ni héroes ni villanos



Vivimos una época extraña. Antes se nos vendía un elemental maniqueísmo de “buenos y malos”. En las películas (que, nos guste o no son el mayor reflejo cultural de nuestra sociedad) se diferenciaba claramente a los unos de los otros, pero el público entendía que era una exageración y que la realidad es diferente, y ni los héroes lo son a jornada completa ni los villanos ejercen como tales de lunes a domingo. Sin embargo ahora estamos en una situación inversa. Hasta el Joker es malo “pero no tanto porque es comprensible su maldad” y en cambio en el mundo real la gente solo ve iconos absolutos para bien o para mal.

El Rey Juan Carlos, Amancio Ortega, incluso Fernando Simón… todos ellos comparten tanto defensores a ultranza que no admiten que se les haga la menor crítica como detractores encarnizados que no ven nada bueno en sus trayectorias. Es algo terrible, entender la vida como una película de los años 50 en que el malo se mesa la barba mientras ríe alocadamente en previsión de su fatídico plan (que, por cierto, siempre le cuenta al bueno no sabemos por qué motivo, y acaba metiendo la pata). Así no vamos a ninguna parte.

Nos encantan las cosas planas: simplifican la vida y ayudan a situarse. El problema es que no son ciertas. Nadie es completamente bueno ni completamente malo. Hasta Hitler, el ejemplo de cabecera que para mí representa al mal absoluto, tenía un amor a los animales que le llevó a aprobar pioneras leyes en defensa de éstos, normas que hoy representan el no va más de la civilización. Lo que son las cosas.

Nuestra naturaleza humana nos hace contradictorios. Hasta en temas en que supuestamente estamos convencidos presentamos comportamientos ilógicos. Vemos a grupos que hace unas semanas se manifestaban contra el Gobierno por falta de libertad (una libertad que estaban ejerciendo en ese momento, dicho sea de paso), concentrándose denunciando que se autorizaron concentraciones como el 8M que, según ellos, difundieron el coronavirus enormemente, ¿no son contradicciones? Por otra parte los que criticaban a esos concentrados porque ponían en riesgo la salud de todos (de hecho estaban deseando que se contagiaran “para que aprendan” y difundieron noticias falsas sobre repuntes causados por esas manifestaciones porque les habría encantado) aplauden con las orejas las que se hicieron antes y las que se hacen ahora contra el racismo…

Nadie parece tomar en consideración los hechos sino la ideología que está detrás. Si usted quiere creer que el 8M fue un disparate porque el Gobierno tenía información sobre lo contagioso de la enfermedad y el peligro que suponía me parece lógico, pero entonces no se reúna en masa y sin mascarilla con otra gente para protestar haciendo exactamente lo mismo que critican. Si, por el contrario, piensa usted que no hay tanto peligro (sí, hay quien lo piensa) y que es un riesgo aceptable reunirse para denunciar el asesinato de un señor en la otra punta del planeta (ignorando las decenas de miles de aquí, en las que no ve usted responsabilidad alguna) no se queje de que los otros se manifiesten. Vamos, que seamos coherentes unos y otros. Y ya si intentamos ver el punto de vista ajeno y evitar el “no tienen nada de razón en nada” ni les cuento lo bien que nos iría.

Personalmente todo esto me da una pena terrible. Ese rollo de que vamos a salir mejores de todo esto me parece que es un eslogan tan falso como casi todos los eslóganes. Esta crisis ha sido un crisol en que hemos quemado cosas, sí, pero no las malas sino las buenas, los pocos resquicios de decencia que nos quedaban como sociedad, y hemos salido más egoístas, más polarizados, menos empáticos y menos comprensivos que nunca. Nos estamos convirtiendo en lo que jamás debimos ser: extremistas, radicales… entrando en un peligroso juego en que un detonante puede llevarnos a revivir lo peor de nuestra Historia.

La política actual lo envenena todo y nos está transformando en seres de pensamiento único. Todo lo que dice El Partido es bueno, y todo lo que dicen los demás es malo. Según quién gobierne en un sitio u otro se califican los mismos hechos de forma contraria, porque lo único que importa es trasladar un mensaje monolítico de “nosotros o ellos”.

La cuestión es ¿cómo cambiamos esto? ¿Quién ha de dar el primer paso, la esfera política o la social? Pues siempre pensé que seríamos los segundos, los de la calle, pero visto que a día de hoy la mayor parte de las organizaciones civiles están compradas, apesebradas por la subvención y el dinero público que usan de forma opaca, me temo que aunque sería el camino correcto va a ser muy difícil que se emprenda esa senda. Tampoco podemos esperar que la política sucia y rastrera de hoy le dé la vuelta a la situación.

¿Qué nos queda entonces? ¿Confiar en la prensa, que también está alimentada de dinero público y que, salvo honrosas excepciones, apoya a quien le paga las facturas y no a la Verdad a la que juraron lealtad? Difícil.

Sí, es posible que hoy la cosa sea muy negativa, pero es lo que veo, qué quieren que le haga. Quizás entre todos deberíamos empezar a cambiar las cosas en nuestra propia esfera, evitando creernos discursos unilaterales y que no admiten fisura. Tal vez así poco a poco vayamos cambiando las cosas, pero francamente, lo veo difícil.


miércoles, 10 de junio de 2020

Cuando promocionar Lugo es un honor

No suelo poner en el blog fotos en que salga yo, pero hoy no me he podido resistir. Esta imagen es magnífica, obra del fotógrafo Óscar Cela y publicada hoy en La Voz de Galicia. Ha sido un honor pisar ese suelo, ese yacimiento para promocionar nuestro Lugo querido.

Como saben, este año no hay Arde Lucus. Eso hizo que los compañeros del Senatus Lucus Augusti hayamos pensado en alguna alternativa, hacer cosa útil para la ciudad ya que no vamos a poder llevar a cabo la obra que teníamos prevista. La propuesta que se hizo es la de grabar unos vídeos promocionales de algunos de los rincones más vinculados al pasado romano de la ciudad, al Lucus Augusti imperial, para difundirlos como invitación para que la gente venga a Lugo.

Los escenarios elegidos fueron la porta Miñá, la Mosquera, la llamada “piscina romana” que está junto a la Catedral, el local de Ajuar en el Campo Castillo (que tiene el privilegio de tener dentro de su tienda un cubo del trazado original de la Muralla en esa zona), la ventana arqueológica del acueducto en San Marcos… y la Domus del Mitreo. Esta última fue la que se nos asignó a Marcos y a mí (a solicitud propia, todo hay que decirlo) y si les digo la verdad imaginaba que me iba a gustar, pero no que me iba a impresionar tanto.

Pisar el espacio de la Domus del Mitreo, estar de pie donde hace siglos se llevaron a cabo ritos de los que tenemos pocas noticias porque eran secretos, ponerse la toga e invitar a la gente a venir a Lugo justo en un emplazamiento con tantísima historia y tan importante como el yacimiento mitraico de Lugo ha sido una experiencia inolvidable. Siento una profundísima envidia de los arqueólogos que excavan esos yacimientos. De hecho hace muchos años estuve en un campo de trabajo en Tarazona donde hicimos trabajos de ese tipo y encontrar un trocito de vasija o un pasador de pelo metálico (que hoy está en el museo de aquella ciudad) es algo que, si te gusta la historia, emociona muchísimo.

Encima ayer tuvimos la suerte de que un fotógrafo de La Voz de Galicia, Óscar Cela, estuviera “de caza” por la zona cuando se estaba grabando el primero de los vídeos, en la Porta Miñá, y también se acercó al Mitreo… y nos hizo la magnífica foto que ilustra este artículo y que también utilizó el periódico para la noticia de la reapertura del museo. Ya sé que lo importante es el recuerdo y no la foto, pero ayuda muchísimo a conservar la memoria de las cosas y Óscar hace unos disparos magníficos. El equipo de grabación también nos hizo fotos que seguro que son fantásticas pero aún no las he visto, lo estoy deseando.

No sé si ustedes han ido a ver la Domus, pero si no lo han hecho les pido por favor que lo hagan. La entrada es barata (no recuerdo ahora pero son sobre tres euros o algo así) y la explicación de lo que están viendo es tan apasionante y ayuda tanto a entender no solo el pasado romano de Lugo sino la evolución de la ciudad a través de los siglos, que debería ser obligatorio ir para censarse en la ciudad.
No soy quién para hablar en nombre de los compañeros del Senado, pero estoy seguro de que se unirán a mí que, por la parte que me toca, quiero hacer un muy sincero y sentido agradecimiento al área de cultura del Vicerrectorado de Lugo de la Universidad de Santiago de Compostela (y en concreto a Paloma Lugilde) porque todo fueron facilidades, amabilidad y disponibilidad absoluta para grabar este vídeo a pesar de que coincidió en un día complicado, el de la reapertura del yacimiento (de hecho también coincidimos con un equipo de la TVG por eso mismo). Se nota que su compromiso con Lugo es real y está más allá de cualquier otra consideración y así da gusto hacer las cosas.

martes, 9 de junio de 2020

La fábrica de la luz, un desastre por el que nadie va a pagar (salvo nosotros, claro)

¿Y ahora qué? ¿Vamos a gastarnos otra fortuna en poner esto a andar?

2,4 millones de euros es lo que vamos a tener que pagar entre todos a la empresa INCA porque al Gobierno Local le dio por dejar caducar los papeles, habrá que ver si por la habitual pereza de la que hace gala, o por algo peor, intencionadamente. A esto hay que sumarle lo ya gastado antes en el edificio.

En el año 2008 el entonces alcalde Orozco, quien firmó otras hazañas como la licencia de las torres del Garañón, el centro de energías del Ceao que en vez de producirla la consumía, y otras lindezas, sacó a concurso una concesión del antiguo edificio después de haberse gastado 1.148.852 euros en restaurarlo. El proceso de privatización (por cierto, para ser de izquierdas es un sistema que les encanta) estuvo guiado por el concejal Liñares, chorizo confeso al que sorprendentemente se le sigue tratando de usted porque se ve que no todos los malos son iguales. Pero incluso dentro de la casa no todo el mundo estaba de acuerdo ya que otro miembro del Gobierno Local, Daniel Piñeiro, que para mayor fantasía era concejal de medio ambiente y urbanismo, formaba parte, o estaba muy vinculado, a Adega, la asociación que llevó a los tribunales las obras (con razón, por cierto).

Pero el problema no está en los denunciantes, no se confundan. Señalar con el dedo algo mal hecho no solo es un derecho de la ciudadanía, sino incluso un deber. Si ustedes saben algo que puede ser un delito y no lo ponen en conocimiento de quien puede evitarlo son responsables de lo que pase, obviamente en menor grado que quien lo hace, pero responsables a fin de cuentas.

En 2007 las obras anunciaban un "Museo Interactivo". Ya ven...

A lo que íbamos, la cuestión es que al final de todo este sainete la fábrica de la luz sigue abandonada, el millón y pico de euros que se gastó en rehabilitarla perdido y despilfarrado, la empresa se va a llevar a mayores 2,4 millones de nuestros euros sin molestarse en hacer el prometido museo, la concesión de generación de energía está caducada (una concesión de finales del siglo XIX, y que jamás se podrá reactivar)… ¿y ahora qué?

¿Qué responsabilidades va a pedir a sus socios de gobierno el BNG, obviamente afín a ADEGA (incluso personal de confianza del grupo municipal del ayuntamiento formaba parte de las protestas, cosa que me parece muy bien)? ¿Acaso van a escurrir el bulto porque “era cosa de Orozco y los de ahora no tienen nada que ver”? Really George?

Lugo ha sufrido este tipo de disparates municipales reiteradamente durante los últimos 20 años. García Díez dejó muy alto el listón de lo que se podía hacer con energía, ganas y un proyecto de ciudad en tan solo un mandato, del que todavía hoy seguimos viviendo. Pero desde 1999 hasta ahora solo hemos visto barbaridades de las que se saca pecho como el desmesurado puente blanco, locuras medioambientales como el ya citado centro de energías del Ceao… y la cosa no solo no ha cambiado, sino que sigue por el mismo camino: puentes con “vigas dóricas”, bañeras al aire libre con agua del grifo calentada con una caldera, nuevos barrios enteros cuando media ciudad se cae en pedazos…

Creía que se habría aprendido. Incluso cabía pensar que la crisis del COVID-19 habría ayudado a que se diera una pensada a todo esto y se actuase con más “sentidiño”, pero parece que no, seguimos instalados en lo mismo: la política de la rueda de prensa, el presupuesto abultado y las grandes obras olvidando que es en las pequeñas donde se juega el futuro de la ciudad.

Pero ya ven, es muy sencillo comprar casi todas las voluntades. No habrá consecuencias políticas, ya se lo avanzo. Es muy jodido, con perdón, pasar del sueldo público y la moqueta a la manifestación de protesta, sobre todo cuando el camino que se buscaba era el contrario. Detrás de la pancarta hace frío, mucho frío.


Gracias a estas personas que fueron quienes comenzaron la protesta hoy sabemos que se hizo todo mal. ¿Serán consecuentes sus compañeros con lo que eso significa o todo seguirá igual? Apuesto por lo segundo.
Foto: La Voz de Galicia


viernes, 5 de junio de 2020

Apuesta por lo local

El especial de regreso de De Segunda apuesta por lo local. ¿Y tú?

Llevamos años escuchando que la prensa en papel va a desaparecer. Afortunadamente no ha pasado tal cosa, y aunque es cierto los medios digitales son una interesante vía de difusión de la información, nada sustituye el encanto del tacto de un periódico con el café.

Durante el confinamiento la prensa se consideró un bien de primera necesidad, tan esencial que incluso era justificación para salir de casa como cuando se iba a por el pan o a hacer la compra, y considero que es algo plenamente justificado.

Además de la prensa diaria tradicional, hay publicaciones publicitarias de tirada local cuya filosofía es totalmente diferente, ya que no buscan ser medios de información de actualidad sino que se dirigen a otro público. Son gratuitas para los receptores, se financian con la publicidad de las empresas y suelen incluir a mayores interesantes artículos, pasatiempos y demás, con lo que los usuarios las reciben con mucho interés.

De Segunda es la más consolidada de esas publicaciones en Lugo. Llevan desde 1997 (que ya son años) sacando a la calle un periódico mensual que ya es tradición para muchos, entre los que me incluyo, y que además recoge anuncios por palabras gratuitos para los particulares.

¿A qué viene esta “publicidad”? Pues verán, porque en este mes de Junio han tenido un detallazo que no puedo dejar de mencionar: han ofrecido a las empresas locales la colocación de anuncios gratuitos en sus páginas en este número “de regreso”. Son 48 páginas que se han convertido en una guía de negocios locales que luchan día a día por mantenerse a flote en un escenario incierto y que De Segunda apoya con este más que generoso gesto.

Los comercios locales son las venas de una ciudad, por las que fluye el público. Hemos vivido lo que es salir a dar un paseo por una ciudad cerrada, sin tiendas, y nos hemos dado cuenta de lo triste que es. Las grandes plataformas (sí, hablo de Amazon, claro, pero también de otras) no son “el enemigo” del comercio, son “el enemigo” de la ciudad en su totalidad. Por supuesto que hay herramientas de venta online dedicadas al comercio local que son beneficiosas porque ayudan a mejorar la comodidad para el cliente, pero son diferentes, porque no están basadas en un modelo centralizador y monstrouso, sino en la venta local.

Quizá todo lo que ha pasado nos sirva para concienciarnos de lo fundamental del tejido empresarial propio. Tal vez nos demos cuenta de que comprar una chilindrada en Internet nos ahorre unos céntimos o un euro, pero que a la larga lo único que hace es condenarnos a todos como ciudad. Da igual que usted sea funcionario, jubilado o estudiante y piense que, como su sustento no depende de ellos, no le afecta el cierre de los comercios locales, vaya si le afecta.

Piénsenlo antes de hacer sus próximas compras y reflexione sobre el futuro que quiere para usted, para sus hijos y para Lugo. De Segunda ya lo ha hecho y ha apostado por todos nosotros. Quizá debamos hacer lo mismo.

jueves, 4 de junio de 2020

El cobro de los vados de Lugo a un paso de la ilegalización

Un vado lucense cuya tasa probablemente se tendrá que devolver. Foto: La Voz de Galicia

Se abre un nuevo melón en el Ayuntamiento de Lugo. Es más que probable que los cobros de TODOS los vados de la ciudad que liquiden a partir de ahora se tengan que devolver a los titulares, porque la ordenanza que los avala está en un tris de morir en las trincheras judiciales, y todo porque nuestro bienamado Gobierno Local se resiste a hacer las cosas bien.

Verán, la cuestión es relativamente sencilla: todo acuerdo que establezca tasas por el uso o aprovechamiento de un dominio público (terrazas, grúas, vados…) ha de estar avalados por un informe técnico y económico previo a su aprobación, en que se explique el valor de mercado del bien o la posible cobertura del coste del servicio. La tasa, a diferencia del impuesto, se supone que no “beneficia” a la administración, sino que simplemente le repercute el coste de un servicio.

Aquí es donde en Lugo lo llevamos bastante mal. Estuvimos sufriendo las tasas más caras de toda Galicia para la instalación de terrazas, por ejemplo, y de hecho cuando se recurrió hubo una respuesta del servicio técnico competente, bastante borde e insultante por cierto, en que se venía a decir “estos son unos cuñados y no tienen ni idea de lo que hablan”. Pero resulta que los “cuñados” fueron a los tribunales y ganaron, y hoy en Lugo se pasó de pagar anualmente cerca de 60 euros metro cuadrado a 19, porque tenían razón.

Nuestra administración local, lejos de aprender la lección y escuchar a quienes les proponen cambios, siguió con su “teima” y, con esa pachorra que caracteriza a todas las administraciones porque en caso de haber una sentencia condenatoria el dinero a devolver no es de quienes firman las barbaridades sino de todos nosotros, continuó aplicando sus criterios a pesar de las pruebas en contra. Esto es lo que está pasando con los vados. En este caso desde la entidad reclamante (la APEC, que una vez más demuestra que tienen un excelente sentido jurídico) se puso en duda la memoria económico-financiera y se ganó, así que todo Lugo puede reclamar.

Si usted tiene garaje en su comunidad y son muchos vecinos quizá no sea un coste muy elevado por vivienda, pero si son poquitos la cosa cambia. El vado no es precisamente barato.

Pues bien, la reciente sentencia contra la liquidación de un vado no solo da la razón al demandante sino que planteó un recurso de legalidad ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia que, de prosperar (como es probable) tumbará la ordenanza y dejará en el aire el cobro de todos los vados de la ciudad.

¿Quiere decir eso que me tendrán que devolver el dinero de años anteriores? Si no reclamó usted lo dudo mucho, pero sí pasaría con los de este año. La liquidación será probablemente a finales de este mes o durante julio, así que el proceso a seguir es pagar la liquidación pero recurrirla administrativamente en base a la ilegalidad de la tasa. Si le deniegan el recurso, deberán ir al tribunal económico del Ayuntamiento (que tiene la ventaja de ser gratuito) o al contencioso-administrativo, que tiene coste pero seguro que algún despacho de abogados mínimamente espabilado monta una demanda colectiva de afectados para que el coste sea ridículo para los particulares. Además, habiendo una condena al Ayuntamiento previa es posible que se le condene en costas con lo que el recurrente recibiría el dinero de la tasa y no le costaría nada el proceso.

Es lo que tiene hacer las cosas mal, que se te vuelven en contra. Y no aprenden.

miércoles, 3 de junio de 2020

Barra libre en los EREs



El peor escenario posible, legalmente hablando, es el de la inseguridad jurídica. Si uno no sabe qué normas ha de cumplir y de qué manera es muy complicado sujetarse a ellas, porque de la interpretación que se haga puede estar violando la legalidad o no y eso es inadmisible.

Eso es lo que nos está pasando a los que nos dedicamos a algo relacionado con los EREs (los llamados ERTEs) y la maraña legislativa que han montado con los Reales Decretos y Reales Decretos-Ley que han ido publicando como enajenados, a veces con correcciones e interpretaciones posteriores que los liaron más aún. Ni los tiempos de adaptación dados han sido suficientes ni el lenguaje ha sido claro, con lo que aquí cada cual hace lo que le viene en gana. Esto hace que lo que se informaba correctamente hace unos días ahora no sea así, lo que perjudica notablemente a las empresas y los trabajadores.

Por ejemplo, el Real Decreto del 18 de mayo hablaba de que las empresas recuperarían a los trabajadores en la medida en que podían ir recuperando su actividad. Esto abre un melón considerable, ya que si puedo abrir ya no hay causa de fuerza mayor, por lo que teóricamente no debería poder seguir manteniendo a la plantilla (al menos no en su totalidad) en un ERE basado en esa causa… pero por otra parte si tengo un restaurante de 400 metros cuadrados y se me permite abrir la terraza aprovechando cuatro mesas es absurdo volver a la actividad. Este tipo de paradojas han sido quebraderos de cabeza que han traído por la calle de la amargura tanto a gestores como administrados.

Pues bien, el criterio es la flexibilidad total: ¿se puede seguir con el ERE de fuerza mayor incluso aunque se pueda reabrir?: Sí. ¿Se puede recuperar a trabajadores y, si las cosas no van bien, volver a meterlos en el ERE?: Sí. ¿Se puede pasar a una persona de suspensión de contratos a reducción de jornada e ir variando sus porcentajes según nos venga en gana?: Sí. Todo es que sí con una limitación: el 30 de Junio se acaba la manga ancha y volvemos a recuperar una relativa normalidad.

Pero lo que llama poderosamente la atención es que toda esta barra libre laboral la respalda un gobierno que se dice de izquierdas y que asegura que su objetivo es derogar la supuestamente perniciosa reforma laboral. Esa misma reforma que permitió salvar cientos de miles de empleos mediante la tramitación urgente de EREs temporales y que ellos no solo no relajaron sino que reforzaron, reduciendo los plazos de tramitación (incluso hasta el absurdo) y convirtiendo últimamente este asunto en una coladera en que la empresa puede hacer lo que le venga en gana.

Después vendrá el tío Paco con las rebajas y empezarán a hacer inspecciones y a tramitar sanciones por los excesos, pero va a ser muy difícil culminar en multas, salvo para las pequeñas empresas que no cuentan con legiones de abogados que puedan desenmarañar las normas publicadas para encontrar un párrafo que sirva de justificación a sus desmanes. Mientras tanto, el Juan Pelanas de turno, el pequeño comerciante con un empleado, el autónomo que no puede contratar al gran bufete legal, tendrá que pagar las multas que le pongan tras actuar de buena fe buscando la supervivencia de su pequeño negocio.

Menudo panorama.