miércoles, 28 de septiembre de 2022

Es increíble que aún haya que decirlo: ''Si bebes, no conduzcas''


Los accidentes de tráfico son algo terrible, tanto por ser totalmente imprevisibles, lo que los convierte en una especie de diabólica lotería, como por sus nefastas consecuencias, que se traducen en acabar con vidas o destrozarlas para siempre con secuelas espantosas.

Cuando era niño me marcó mucho la muerte de una amiga de mi madre, que perdió la vida al írsele en una curva su coche e impactar con otro. Me demostró que incluso una buena persona (excepcional, de hecho, aún tengo grabado que no reñía ni al perro si hacía algo que no debía) podía causar una desgracia, y posiblemente por eso siempre he sido prudente a la hora de valorar estas cosas.

Todos tendemos a culpar al que provoca el accidente, y es totalmente lógico porque es lo que dice el sentido común y la realidad en la mayoría de los casos. Si la causa es cansancio, es culpable por no haber descansado antes de coger el coche. Si la causa es despiste, es culpable porque debería ir más atento. Si la causa es el alcohol, ya no digamos, porque ahí el "yo controlo" sigue siendo la gran asignatura pendiente del bebedor... Sin embargo, hay ocasiones en que los accidentes ocurren por cuestiones fortuitas y, aunque estoy seguro de que son una minoría de ellos, hay que aplicar el principio de la presunción de inocencia, aunque nos cueste porque no siempre es sencillo.

Todos cometemos imprudencias, y si ocurre algo a raíz de ellas no son accidentes fortuitos sino cosas evitables. El matiz es la suerte que tengamos para que tengan o no consecuencias. Yo mismo tuve un susto una vez de joven, por conducir cansado y no pasó nada porque tuve una suerte extraordinaria, pero de no haber sido así la culpa habría sido exclusivamente mía. Fui un imbécil y tuve mucha suerte. Lo único bueno de aquello es que aprendí la lección, porque vi claro que mi imprudencia podría haberme costado la vida o, lo que es peor, la de quien venía conmigo o a un tercero desconocido. Cuando vamos cumpliendo años deberíamos ir aprendiendo, aunque las estadísticas no dicen eso.

Lo que ocurrió la noche del lunes en Lugo difícilmente encaja en la clasificación de accidentes fortuitos. El causante, a quien conozco de vista desde hace muchos años, venía de la feria de exposiciones y por lo que dicen en la prensa había bebido. Estoy seguro de que no lo hizo a propósito (parece obvio) pero sí olvidó esa máxima que nos recuerda que la mayoría de los accidentes ocurren en trayectos cortos y aquello de "si bebes no conduzcas", que parece de perogrullo hasta que nos ponemos machitos y pensamos que "voy bien". Pues no, no vas bien.

Tengo que reconocer que con el tema del alcohol soy poco comprensivo por dos motivos. El primero es que me parece intolerable que alguien sea tan imprudente como para conducir tras haberse tomado algo que sabe que altera sus capacidades. Nadie puede alegar ignorancia a estas alturas, igual que nadie puede decir que no sabe que el tabaco es dañino a día de hoy. El segundo, más personal, es que como bebo poco me afecta una barbaridad. Con una caña no estoy en condiciones para coger el coche, por mucho que por mi tamaño no me dé el tope de alcohol en sangre, y por eso me cuesta tanto entender que si yo me doy cuenta a pesar de ser algo infrecuente alguien ignore esos más que obvios síntomas.

Los accidentes son accidentes, lo otro son imprudencias, que no es lo mismo. Tampoco es lo mismo que un crimen premeditado. Leer que la jueza ha dejado libre a quien provocó una muerte es chocante, claro que sí, pero no confundan esa libertad transitoria con que le sale "gratis" lo que ha hecho. Este señor pagará las consecuencias de sus actos, y es más que probable que le caigan varios años de condena, además del terrible remordimiento que supongo que deberá estar sufriendo. Eso no recuperará a quien falleció, ni supondrá reparar el daño porque nada puede hacerlo. Ojalá al menos nos sirva de recordatorio a los demás de que no, "no controlas", nadie "controla".

Ninguno estamos libres de sufrir un accidente, no escupamos hacia arriba... pero tampoco compremos papeletas a lo tonto. Y recuerden, los trayectos cortos son donde más accidentes ocurren porque pensamos que "bah, de aquí a ahí malo será".

martes, 27 de septiembre de 2022

No se van a creer de quién es la culpa de que no haya Banda Municipal en Lugo...

La foto es bastante antigua porque el entonces director se jubiló en 2016. No he encontrado otra más reciente en la web municipal, lo que da idea de lo bien que se gestiona el tema.

Recuerdo ir con mi abuelo Cándido a los conciertos que la Banda de Música daba los domingos por la mañana en la Plaza de España. Él era un apasionado de la música y algo me pegó. Echo de menos la banda, porque vive uno de los peores momentos de su azarosa vida.

Formada sobre 1869 bajo un patronato privado, fue reorganizada en firme en 1876 y ya con el nombre de Banda Municipal – aunque hasta más de un siglo después, en 1985, los músicos no fueron funcionarios - por Juan Montes (por cierto, nunca entenderé por que siempre galleguizan su nombre, si él siempre lo escribió así). En 1888 el templete de la Plaza de España, diseño del gran Cobreros, ya estaba listo y se celebraban allí los conciertos.

Pero no todo eran buenos momentos. A principios del siglo XX la banda paró durante un año, y en 1936 tras el encarcelamiento de su director, Manuel Sariñena, volvió a suspender sus actividades hasta finalizada la Guerra Civil Española. En agosto de 1963 la banda fue disuelta porque el Ayuntamiento no podía pagar los salarios de los 48 músicos que la componían, si bien a los pocos meses, ante las protestas vecinales, tuvieron que dar marcha atrás y volver a convocarlos.

Desde que en 1970 Ánxel Fole pidió un concierto por el Día de las Letras Gallegas este concierto tuvo lugar sin interrupción… hasta que en 2016, Rosendo Ivorra, el director que la mantuvo más de veinte años, se jubiló. Desde ese momento sólo ha dado un concierto en San Froilán de 2019 y cuatro pequeñas actuaciones más con conciertos didácticos y poco más. De aquellos 48 músicos que tenía en los 60 ha reducido su número a 18, aunque alguna plaza está en libre por bajas o excedencias.

Denunciaba Ciudadanos hace unos meses que la Banda no tiene programada ni una actuación para todo el año 2022, y esto es a causa de los muchísimos problemas que tiene, entre los que destaca la falta de director. Se convocó un concurso, y se cubrió pero el elegido poco estuvo en el puesto puesto que pidió una excedencia para irse a Santiago. Así que seguimos en espera.

Lo grande del asunto es que, después de años sin funcionar debidamente, hace unos días el Ayuntamiento publicó una nota de prensa culpando… (no se lo van a creer)… ¡a la Xunta! ¡Milagro! Resulta que el problema de todo esto es que llevan desde el mes de julio (julio de 2022, no de 2017) “esperando” por el dictamen autonómico para cubrir la plaza de director por medio de una comisión de servicio.

El sarcasmo es realmente pasmoso. Llevan años con este problema enquistado y tienen la osadía y la desvergüenza de hacer una nota de prensa para echar la culpa al supuesto retraso de un trámite que iniciaron hace mes y pico. En fin…

La conclusión es que Lugo sigue sin banda de música. Ni el BNG desde Cultura ni el PSOE desde Personal han logrado desbloquear este tema que ahí está, costándonos un dinero tirado porque no se da ni un puñetero concierto y lo único para lo que se usa este asunto es, una vez más, para hacer política de la cutre.

lunes, 26 de septiembre de 2022

18.000 cómplices

Las huidas hacia adelante siempre han sido propias de personas cobardes, que pretenden suplir con “por mis cojones morenos” cualquier atisbo de legalidad o justicia. Esas acciones suponen, en definitiva, una forma infantil de no reconocer los errores e insistir con terquedad en encaminarse al precipicio, porque prefieren despeñarse antes que admitir que se han equivocado o que han obrado mal.

Ejemplos hay a docenas, y seguro que se encuentran ustedes con ellos a diario, y son peores cuando las consecuencias son comunitarias. Desde el ayuntamiento que sigue adelante con un proyecto absurdo por no dar el brazo a torcer, al presidente de un colectivo que mete la pata con los medios del club y en lugar de aceptar los hechos y dimitir de su cargo propone a los socios manifestarse contra las autoridades para que cometan una ilegalidad. No me creo que no hayan pensado en alguien para alguno de esos casos, y en el último no es difícil ponerle nombre y apellidos: Tito Valledor.

La ilegalidad que propone el señor Valledor es bastante obvia. Exige, ni más ni menos, que se prevarique, que se dicte una resolución injusta a sabiendas de que lo es, y pretende de la Confederación Hidrográfica que haga eso. Ha pasado de pedir una "mesa de diálogo" a amenazar directamente: de no avenirse a su voluntad, aunque sea contraria a la ley, se ve capaz de movilizar a los 18.000 miembros del Fluvial que, por lo visto, considera de su propiedad (tanto al club como a los socios).

El tema más obvio es el de venirse arriba y amenazar nada menos que a la Alcaldesa de Lugo, los presidentes provincial y autonómico de los socialistas gallegos y al Presidente del Gobierno. Le ha faltado mandar cartas a Ursula von der Leyen, el Papa Francisco, Biden, Putin (por si acaso) y Carlos III de Inglaterra, ahora que está de moda lo británico. Quizá ande flojo de idiomas, no tengo ni idea.

Pero dejando eso a un lado, me pasma la pereza, el pasotismo y la complicidad de esos 18.000 socios del Fluvial. Ni una protesta contra el señor Valledor por utilizarlos como carne de cañón, como infantería electoral en una guerra que han decidido él y su directiva por su cuenta y riesgo para tapar las irregularidades por las que se ha sancionado al Club (y lo que vendrá). Ha utilizado la Asamblea, que se ha plegado cobardemente a sus deseos, para expulsar a quienes osaron a poner en duda su todopoderosa majestad societaria, y aunque el juzgado le ha dado obligado a recular, los asociados no dicen ni pío. Y mucho menos se ha iniciado el proceso para la más que obvia y necesaria moción de censura a un Presidente y una Directiva que han demostrado sobradamente su capacidad para, a este paso, destruir el Club Fluvial de Lugo.

¿Quién se cree que es este señor para amenazar a mi Alcaldesa? ¿De verdad piensa que a a poder inclinar la balanza electoral?

Lo peor es que tal vez no sólo lo piense él. A la vergonzosa cobardía de los socios del Fluvial se une la de los demás representantes políticos, que se esconden para no salir a dar la cara y decirle al señor Valledor lo que tienen que decirle: no es usted quién de amenazar a nadie, y no le consentimos que pretenda intimidar a Lugo en la persona de nuestra Alcaldesa.

Señores representantes políticos… ¿Acaso creen que todo vale para vencer en las urnas en ocho meses? Pues a ver si así les vale este razonamiento: ¿de verdad piensan que Lara Méndez no va a ser capaz de usar esto como prueba de que no cede a chantajes y salir reforzada? Porque si hay una confrontación y los aspirantes al trono local no se ponen del lado de la legalidad y se demuestran “blandengues”, quizá se lleven una sorpresa en las urnas. Yo mismo seré incapaz de votar a alguien que no se posicione contra este chantaje.

Es hora de romper ese atronador y vergonzoso silencio por parte de quienes tienen que dar un paso adelante: socios del Fluvial y representantes públicos, hagan lo que deben y acaben de una vez con este puñetero circo. De lo contrario serán cómplices de este disparate.

viernes, 23 de septiembre de 2022

Emergencia ficticia razonable...


 - Emergencias, ¿en qué podemos ayudarle?

- ¡Hay una persona que se quiere suicidar! Ha puesto la cabeza en la vía del tren...

- ¡Dios mío! Enviamos urgentemente a la Policia. ¿Desde dónde nos llama?

- De Lugo.

- ¡Ah, bueno! Entonces no hay prisa. Mañana les pasamos el aviso y ya si eso se acercarán cuando les venga bien.

jueves, 22 de septiembre de 2022

Aparcabicis en la estación de tren o un ejemplo de sarcasmo institucional

Modelo de "aparcamiento seguro" que van a instalar en la estación de trenes de Lugo, que no tiene trenes pero tendrá bicis (bueno, tampoco).
Foto: El Progreso.

Suena a cachondeo. Que se vaya a instalar un “aparcamiento seguro” para bicicletas en la estación de tren de Lugo es, posiblemente, el mayor sarcasmo que se les ha podido ocurrir. Para rematarlo podían haber dicho que sería de madera de cedro iraní o algo por el estilo.

Nuestro futuro es prometedor: vamos a poder venir a Lugo en trenes inexistentes para poder recoger nuestras bicis en esa maravillosa instalación y subir la cuesta de Castelao pedaleando con las maletas al hombro (una tienda de carritos para poner en la bici es un negocio de futuro). Si no nos morimos del asco esperando al ferrocarril que nunca llega, podremos fallecer de un infarto dándole al pedal.

La contradicción es notoria: llevan sin gastar un euro en las estaciones de tren y bus un montón de tiempo con la excusa de que como se va a hacer la famosa Intermodal sería despilfarrar el dinero… pero ahora meten esto como si fuera el descubrimiento de la rueda (de bicicleta), al mismo tiempo que siguen dando pasos hacia el mayor disparate urbanístico de la historia reciente de nuestra ciudad, y miren que tenemos una dura competencia en ese tema.

La Intermodal de Lugo es una estupidez, un calco del aeropuerto de Castellón sin aviones, una obra faraónica que no tiene mayor recorrido que el de vendernos que “modernizará el transporte” lo cual es una chorrada de tal calibre que me pasma que alguna gente siga picando con ella. Sería como decir que por tener un mejor garaje automáticamente vamos a mejorar el coche o las carreteras que tenemos para llegar a nuestra casa.

Cuarenta millones de euros de “inversión” (que podemos calificar sin miedo de despilfarro) en unas instalaciones cuyo verdadero propósito es dar un pelotazo urbanístico con la construcción de tres torres de pisos y un centro comercial, que se les ha olvidado mencionar en las muchas ruedas y notas de prensa que nuestros bienamados representantes ofrecen al mundo para cantar las alabanzas de esta barbaridad.

En plena crisis energética (y lo que te rondaré, morena, porque el invierno no se presenta precisamente muy esperanzador) se van quemar 40 millones de euros (más los incrementos habituales en obras públicas, que nos conocemos) en una carcasa absurda para una ciudad que no tiene un tren decente para ir a Coruña y ninguno directo, decente o indecente, para acudir a Vigo o Santiago. Aplaudan por favor.

A mayores, se va a empeorar el servicio de transporte de autobuses interurbanos, porque a pesar de que la Conselleira Ethel Vázquez prometió que se mantendrían en su actual ubicación, los hechos parecen desdecir sus palabras, ya que también reconoció que era una bobada ponerse con la Intermodal si no tenemos trenes, y ya ven.

Pues nada, alegría. Gastemos hermanos, que todos somos cristianos, y metamos una millonada en una instalación cuya única finalidad es no quedar mal ante la prensa (es la versión institucional del juego de la gallina, en que dos coches van a chocar de frente para ver quién se aparta primero)… y por supuesto hacer torres de pisos que tan necesarios son en una ciudad con más de 12.000 viviendas vacías (un 20% de las existentes) y un centro comercial, que también es algo que nos viene de maravilla para acabar de dar la puntilla al comercio local.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

¿Dónde están los documentos digitalizados que nos costaron más de 650.000 euros?

La otra memoria histórica

Entre los años 2008 y 2010 el Ayuntamiento de Lugo anunció a bombo y platillo (como es tradición en la casa) una iniciativa que sería la repanocha, ideal de la muerte, la bomba… se gastaron 654.316,93 euros (que ya son euros) en una escuela taller llamada “A Memoria da cidade” en el que se digitalizaron durante largos años una barbaridad de documentos y fotografías del archivo lucense.

Según se anunciaba de aquella, las fotografías se podrían ver en la web municipal, que de aquella era www.lugo.es y ahora es www.concellodelugo.gal (aunque si entran en la vieja dirección sigue funcionando). He buscado, mirado y rastreado y he sido totalmente incapaz de encontrar dichas fotos en la página.

Hay una cosa de esas “interactivas” (Lugo na memoria) de cuya utilidad no me queda más remedio que dudar a la vista de que jamás he visto a nadie consultando ese tema en las pantallas que pusieron detrás del Ayuntamiento (bueno, ni eso ni otra cosa) en que hay alguna foto suelta, pero no las 4.455 fotos que anunciaron en su día. De esas, ni rastro.

Me gustaría recordarles, por si se les pasa de largo, que la historia nos costó 654.316,93 euros (que ya son euros) de nuestro dinero.

Otros ayuntamientos como el de Ribadeo, por ejemplo, hicieron una escuela taller similar, sólo que funcionando. En la dirección https://arquivo.ribadeo.org/ribadeo-no-tempo/ pueden ver ustedes el magnífico resultado de esta iniciativa, que por cierto costó 141.000 euros, menos de la cuarta parte que lo que se gastó en Lugo, y se pueden ver los resultados.

¿Acaso no les ha dado tiempo, en 12 años, a poner los enlaces en la web? ¿Quién se acuerda de estas cosas? ¿Quién vigila que ese dinero tenga un rendimiento? ¿Qué clase de lupanar es nuestra casa consistorial en que un gasto de 654.316,93 euros (que ya son euros) queda sin resultado alguno y no pasa absolutamente nada?

Pues así estamos. Menos mal que nos queda el grupo Lugo en fotos, donde podemos ver las que los generosos vecinos van colgando. Y no nos costó un céntimo, no como lo otro que, por si no lo he mencionado, nos costó 654.316,93 euros (que ya son euros).

martes, 20 de septiembre de 2022

El acceso de mascotas a locales de hostelería en Galicia

Desde Lugo Monumental se llevó a cabo una campaña para señalizar los locales en que se permite acceso a mascotas... y los que no, para evitar conflictos.
Foto: www.lugoxornal.gal

Recientemente en varios grupos de Facebook una persona “denunciaba” que, de malas maneras, no le habían dejado entrar con su mascota en un local de hostelería de Lugo. Cuando se le intentó hacer ver que no hay obligación legal alguna de permitir el acceso de perros a día de hoy, su repuesta fue insultar y demostrar una agresividad tal, que me hace pensar que los del local no fueron los groseros de aquella historia, de la que sólo conocemos una parte.

Más allá de la anécdota, que revela hasta qué punto la gente se altera con una facilidad pasmosa con este asunto, creo que hay una terrible desinformación sobre estas cuestiones, ya que se confunde el “derecho de admisión” de las personas con el de las mascotas y eso no nos lleva a nada bueno. Como el tema es más complejo de lo que parece vamos a dividirlo por partes:

1.- Personas y animales:

Lo primero que hay que dejar clarísimo es que las leyes se redactan para las personas, no para los animales. Por supuesto que también afectan a estos últimos, pero sólo cuando hay una mención expresa. Es decir, que una norma cualquiera, si no dice otra cosa, sólo es aplicable a humanos. Parece una cosa de puro sentido común, pero por lo que se ve hay que aclararlo.

El llamado “derecho de admisión”, que es la base de la confusión, se reserva únicamente para seres humanos, y, si se ejerce, hay que señalizarlo especificando las condiciones en que se veta el acceso. Parece simple, pero en realidad no lo es tanto, ya que dicha admisión no se puede denegar por motivos que no sean legales. Por ejemplo, imaginen un cartel que diga “prohibido acceso a personas rubias”. Obviamente sería ilegal porque iría contra el artículo 14 de la Constitución.

Curiosamente no existe ninguna “ley sobre el derecho de admisión” a nivel estatal, ya que es una competencia autonómica que se suele regular con los espectáculos públicos y la hostelería.

2.- Los animales de servicio:

Hay una excepción relativa a lo anterior: los animales de servicio, como por ejemplo los perros guía. La normativa específica sobre ellos no se refiere a los propios canes, sino a las personas a las que ayudan. Teniendo esto en cuenta, su acceso está permitido a donde otros perros no pueden entrar, como cualquier tipo de transporte público.

No es que se otorgue un “derecho” al perro guía, sino que se le considera como una “herramienta” al servicio del invidente y a quien se le da ese derecho es al humano al que ayuda.

3.- El caso gallego:

Tampoco existe a día de hoy una normativa estatal que regule a dónde pueden entrar o no las mascotas, y cada comunidad autónoma hace lo que considera conveniente. A los efectos que nos ocupan, en Galicia está recogido en la ley 4/2017, de 3 de octubre, de protección y bienestar de los animales de compañía en Galicia.

En su artículo 9.k) esta ley prohíbe expresamente la entrada y permanencia de animales de compañía en los locales o lugares destinados a la preparación, venta, almacenamiento, transporte o manipulación de alimentos. Sin embargo, añade que “sin perjuicio de lo establecido en las ordenanzas municipales correspondientes, las personas propietarias de hoteles, pensiones, restaurantes, bares, cafeterías y similares podrán autorizar a su criterio la entrada y permanencia de los animales de compañía en sus establecimientos, para lo cual habrán de mostrar un distintivo que lo indique en un lugar visible a la entrada del establecimiento”.

Esto quiere decir que en Galicia sí se puede permitir la entrada a locales de hostelería de las mascotas, pero la ley no obliga a hacerlo. Es una decisión de la propiedad de cada local, y si permite la entrada ha de señalizarlo visiblemente, lo que implica que si no permite la entrada no es obligatorio señalizarlo. Si no vemos una señal que nos permita entrar con nuestras mascotas hemos de entender que no se nos permite.

Conclusiones:

Personalmente me parece que es fundamental aclarar las cosas para evitar conflictos. No cuesta ningún trabajo poner en la puerta un cartel diciendo si se permite el acceso o no, y evita situaciones incómodas para las dos partes, tanto para los que tenemos perro como para los de los locales porque así no hay que andar dando explicaciones.

Pero la norma es la que es: ni la reserva del derecho de admisión es aplicable a mascotas (ya que en ese caso sí habría que señalizar la no admisión) ni existe obligación alguna de dejar que los perros entren en cafeterías o restaurantes.

Los que tenemos mascota tenemos que tener esto en cuenta y recordar que aunque nosotros adoramos a nuestros perros no a todos el mundo le gustan e incluso mucha gente les tiene miedo.

Una vez más la palabra clave es… empatía.

lunes, 19 de septiembre de 2022

Vuelve la semana de cine a Lugo

Cartel de la Semana, obra del caricaturista SIRO

Hoy comienza la XLIV Semana de Cine de Lugo, que organiza Fonmiñá con el apoyo de la Diputación Provincial, Ayuntamiento de Lugo, Xunta de Galicia y Universidad de Santiago-Campus de Lugo. Un esfuerzo colectivo que una vez más nos trae películas que habitualmente no veríamos en nuestra ciudad.

El llamativo cartel es una obra de SIRO (Siro López Lorenzo), una caricatura de María Casares, en su centenario, con la leyenda “María Casares vive desde hace cien años. ¡Viva María Casares!”. Precisamente, por esta efeméride, la Semana honrará a María Casares con una retrospectiva y  una exposición en la Biblioteca Provincial, y la colocación de una placa con la caricatura de Siro en el Paseo del Cine de Lugo.

Se homenajeará también a la cineasta, escritora y profesora de Castro de Rei, Margarita Ledo Andión, con la proyección de su película “Nación” en la sala de la Diputación, y la colocación de una placa en el Paseo del cine.

Otros homenajes serán rendidas a Darío Xoán Cabana (con la proyección de la película A MARINERA); a José Luis López Vázquez por su centenario, con la proyección del BOSQUE DEL LOBO (rodada en Lugo); a UCRANIA (con la película ÉL ACORAZADO POTENKIM) y a la realidad social “Y para comer, Lugo…”, con el estreno de la película UN BOCADO EXQUISITO.

En la sala de la Diputación será proyectado el Ciclo de películas DOCUMENTALES a Concurso; en la Casa del Saber (frente a la Catedral, en el edificio de la Universidad donde está la Domus del Mitreo), se podrán ver las películas a concurso de LOS CORTOS TAMEN SON CINE  y ciclo de CINE GALLEGO; en la Vieja Cárcel se programará el ciclo a concurso de CINE GALLEGO (largometrajes), y en el Auditorio Gustavo Freire  se proyectarán las películas a concurso de la Sección Oficial y del Ciclo de cine español inédito (Cine de las Nacionalidades), así como la Sección Infantil. Y dentro del ciclo DEJAD QUE El CINE..., se incluyen ciclos de películas a proyectar en la sede de Aspnais, y en los centros penitenciarios de Teixeiro, Bonxe y Monterroso.

Toda la información en https://2022.semanadecinedelugo.com

viernes, 16 de septiembre de 2022

Alcaldesa, felicidades por el Caudal Fest


De los muchos mandatos de Orozco lo más perdurable (en positivo) y seguramente lo más destacado que dejó fue su acierto, con la intervención decidida de Rosana Rielo entre otras personas, de impulsar el Arde Lucus, una fiesta creada por los hosteleros del casco histórico pero que sin la intervención municipal sin duda se habría quedado en una cuestión mucho menor que la que es.

Lara Méndez ha logrado un éxito similar con el Caudal Fest, una cita que salió directamente de su mano (no sé quién tuvo la idea, supongo que la empresa que lo gestiona, pero eso es irrelevante, porque lo que cuenta es que se haga) y que ha convertido a Lugo en la ciudad que cierra los festivales de verano de Galicia, y eso es mucho decir.

La fecha elegida es perfecta. Todavía suele hacer buen tiempo pero ya son los coletazos del verano, cuando la gente está deseando dar ese último do de pecho antes de regresar a la rutina laboral, y quizá por eso el éxito del festival haya sido tan inmediato.

Siempre se habla de lo que nos cuesta el Caudal a los lucenses, que es un buen dinero, pero el retorno, esa palabra mágica, es muy superior a lo gastado, con lo que podemos hablar sin duda de una inversión. No me atrevo a contabilizar los ingresos, que el Ayuntamiento cifra en tres millones, algo que suena relativamente razonable si calculan 100 euros de gasto por persona y un público de 30.000 asistentes (parece ser que todos son de fuera de Lugo...). Probablemente exageren un pelín, pero en este caso podríamos tragar porque no son los disparates que dicen en Arde Lucus, que no se sostienen, así que venga, vamos a dar la cifra por buena.

Lara se ha arriesgado con esta apuesta. Si no hubiera funcionado la habrían acusado (bueno, no sé por qué uso la tercera persona porque yo sería el primero en criticarla) de malgastar dinero público, así que usando la misma lógica un año más toca felicitarle por esta grandísima iniciativa, que llena no sólo el entorno del río sino toda la ciudad o al menos el casco histórico, que es a donde viene todo el mundo que visita la ciudad.

No saben el placer que me causa poder hablar de cosas positivas para Lugo, y sin ningún tipo de “pero”, estoy encantado de darle la enhorabuena a Lara Méndez por el Caudal Fest.

jueves, 15 de septiembre de 2022

Lugo, ciudad de la ironía

Tres ejemplos del ocasionalmente macabro sentido del humor lucense

Lugo es una ciudad que, a propósito o accidentalmente, es pura ironía. Además de llamar “del Teatro” a una calle años después de derribado el Gran Teatro, se instalará una estatua en honor a las pulpeiras en donde hace décadas que no están, frente a la Muralla. El “gran proyecto” para la ciudad es una Intermodal, sin que tengamos trenes mínimamente decentes ni trazas de mejorar.

Por si esto fuera poco, un gobierno local que ha hecho de su línea argumental central la ecología (recuerden el “green Vancouver”) ha construido un edificio de madera que no tiene uso alguno y que lleva cerrado desde su terminación porque no sirve absolutamente para nada y porque, según dicen, no logran las certificaciones que demuestren que es todo lo verde que nos habían contado, olvidando que no hay edificio más ecológico que el que no se levanta. Tarde o temprano meterán allí algunos funcionarios para hacer ver que tiene sentido, aunque no lo tenga, ya que hay un montón de inmuebles ruinosos en la ciudad que se podrían haber rehabilitado con la millonada gastada. Pero no, esos que se caigan.

Planifican el desarrollo de un barrio “verde” cargándose un humedal, y edifican unas bañeras colectivas que a ver lo que nos cuestan en plena crisis energética porque funcionan calentando agua del grifo con una caldera. La verdad, la idea muy ecológica no suena.

Ahora, este gobierno verde, que te quiero verde, el que se enfada cuando alguien argumenta contra sus proyectos eco-ilógicos, saca la maquinaria para poner en duda un informe que le tumba la playa fluvial porque es una zona extremadamente protegida. Llamativo. Si no comparten el dictamen, cabe recurso, e incluso contencioso. Y si hay motivos políticos tras el informe técnico, denuncien por prevaricación. Pero por favor, más gestión y menos espectáculo.

miércoles, 14 de septiembre de 2022

La vuelta al cole del vandalismo

La vuelta al cole.

La finalización del verano hace que volvamos a las viejas costumbres: los atascos en García Abad, las largas colas en los semáforos, el regreso al cole aparcando en las aceras… lo normal. También regresa el vandalismo, que estaba de vacaciones por lo que se ve, y una de las primeras víctimas ha sido, por no variar, el Carmen.

En esto les diré que no se puede culpar al Ayuntamiento o a la polícía, o al menos no exclusivamente. Vale que todos menos ellos sabemos dónde hay botellón y se causan daños y que parece que miran para otro lado porque “los chicos tienen que divertirse” (esa frase me la dijo un policía hace ya años, siendo alcalde Orozco, cuando hablábamos de las protestas de los vecinos por los ruidos nocturnos en una calle). Si ahora se “divierten” así, pues se ve que no hay gran cosa que hacer.

¿Apostamos por la concienciación? Sí, parece que es lo progre y lo chulo, y sin duda es una de las patas en que se apoyaría una solución para esto, pero por sí misma me da la impresión de que no va a servir de gran cosa. ¿Alguien no sabe que no puede destrozar las cosas o dejar la basura tirada? ¿Tan lerdos somos que necesitamos que alguien nos coja de la manita para explicarnos que los papeles van a las papeleras y las piedras se dejan tranquilas? Pues se ve que sí.

Seguramente la única solución sea la de la vigilancia y la sanción, y aunque es imposible estar en todas partes al mismo tiempo, sí, también es difícil de entender que no se esté en los sitios habituales a las horas habituales en que pasan estas cosas. No parece tan difícil.

En fin, a la vista de la inacción pública, habrá que optar por lo único que nos queda a los ciudadanos de a pie: la protesta y la concienciación. Así que recuerden: tirar basura al suelo está mal. Romper las cosas está mal.

Misión cumplida...

martes, 13 de septiembre de 2022

La Mosquera reformada

Sigo sin ver apropiadas las farolas, qué quieren que les diga.

En marzo del año pasado les hablaba de lo que, desde mi punto de vista, era un error: las espantosas nuevas farolas que han puesto en el tramo peatonal de la Ronda de la Muralla a la altura de la Mosquera. Los que critican que se critique algo me decían que me apresuraba y que había que ver la obra terminada. Pues bien, la obra está terminada y me reafirmo: son horrendas. La estampa que se suponía que íbamos a recuperar para los ciudadanos se ha convertido en una sátira de lo que debiera ser, porque los árboles de farolas y demás no dejan ver el bosque de piedra.

Se podría argumentar que desde arriba, desde la Plaza de la Constitución, no estorban a la vista, pero para ese viaje no necesitábamos tantas alforjas, porque eso ya estaba así y la vista es la misma, que esa es otra. Me choca que en esta ciudad “peatonalizar” es un término sagrado, que no se puede rebatir (yo mismo soy muy favorable a la peatonalización) y que cualquier obra que se haga bajo ese mantra hay que aplaudirla sin ningún tipo de matiz. Pues no estoy de acuerdo, y eso sin insistir en la absurda desviación del tráfico que se ha decidido que vuelve locos a los conductores.

La imagen desde arriba es prácticamente idéntica a la de antes. Sorprende que no se aprovechase todo ese espacio para hacer una gran plaza que se pudiera usar para más cosas.

En primer lugar, a las horrendas farolas se suman los espantosos e incómodos bancos, que parecen más bien lápidas, y cuya única función parece ser romper las rodillas de quien pasee distraído por la zona. En invierno a ver quién se sienta ahí, porque claro, los bancos de madera deben de ser algo del pasado, cuando las cosas se hacían para usarse y para que fueran cómodas para los transeúntes. Ahora lo moderno es que hagan “contraste”.

Tampoco comprendo muy bien por qué han reducido los espacios. Lo que podría haber sido una grandísima plaza, un lugar fantástico para hacer grandes conciertos (el desnivel ayuda enormemente) y que encima sería un lugar icónico, se ha convertido, una vez más, en un lugar lleno de trastos que impide hacer cualquier tipo de espectáculo que atraiga a masas. No lo comprendo, la verdad.

Si, respetando un desnivel y una distancia mínima entre la zona de paso y la propia Muralla, se hubiera ganado espacio al jardín podríamos haber tenido ahí un lugar fantástico para sustituir a la llamada Plaza Inútil, cuyo nombre popular ya lo dice todo.

No me entiendan mal, me gusta cómo ha quedado. Ya sé que no lo parece pero en serio que me gusta, al menos desde el punto de vista de que está mejor que estaba (sólo faltaba, también), pero me parece que se han quedado a medio camino en comparación a lo que podría haber sido. Ganar espacio a los vehículos para inutilizarlo después de otra forma no parece lo más acertado, y si bien nadie duda que se ha ganado un gran espacio para los viandantes, no habría estado mal que se pudiera usar para más cosas que para dar un paseo.

lunes, 12 de septiembre de 2022

Lugo y el reto de volver a tener unas terrazas razonables

 

Magnífica terraza con publicidad a la que no veo ningún problema en el casco histórico

Cuando leemos que el Ayuntamiento no quiere mesas y sillas “de publicidad” en el casco histórico a todos se nos va la cabeza inmediatamente a las sillas coloradas de marcas de refrescos o a las amarillas de otras de cerveza, pero hay vida más allá de los colores chillones.

Este fin de semana en un hotel de Foz estuve disfrutando de una preciosa terraza en un hotel cuyo mobiliario tenía una parte importante de mesas y sillas de madera y metal negro de una marca de cervezas, concretamente de Alhambra. Es difícil casi distinguir los logotipos de la compañía en el, en mi opinión, sencillo y bonito mobiliario y resulta chocante que ese tipo de elementos no se permitan en un casco histórico.

Puedo compartir, y de hecho comparto, que huyamos de ciertos elementos chocantes en la zona más noble de la ciudad. No pegan ni con cola los plásticos neón ni los tonos exagerados, y la zona es cierto que pide mesura en los contrastes… pero de ahí a convertir en norma algo tan arbitrario como que un local no pueda estampar su logotipo en sus mesas y sillas o, puestos a elegir, el de una marca comercial que le regala dichos elementos… hay un abismo.

En Lugo hay una normativa obsoleta que obliga a casi todos a tener muebles idénticos, lo que hace difícil incluso saber en qué terraza te estás sentando, y cierra la puerta a personalizar terrazas. Bien es cierto que durante la pandemia esto se abandonó, pero la Alcaldesa ya ha anunciado que en enero habrá fin a esa bula y que intentará meter el genio de nuevo en la botella, algo recomendable porque se les ha ido un poco (bastante) de las manos.

Las terrazas no pueden invadir zonas de paso mínimas, es decir, que tienen que dejar que carritos, sillas de ruedas y peatones circulen con tranquilidad en aceras y calles peatonales, eso no creo que haya nadie que lo dude. Tampoco me convencen esos campamentos de plásticos mal montados en que se han convertido algunas de las terrazas que han proliferado en Lugo en un momento de necesidad que ya se ha superado.

Lo que sí sería recomendable es que estas reformas se adopten con el consenso y participación de los implicados, porque para normativas metidas con calzador ya tenemos varios ejemplos que no acabaron bien y que los juzgados han acabado tumbando. Esperemos que en este caso se abra a la participación, ese mantra sagrado que a veces parece que sólo se usa cuando interesa.

viernes, 9 de septiembre de 2022

Un libro magnífico sobre las ''Puertas del Camino''

Jorge de Vivero, en plan "Indiana Jones lucense" y los fotógrafos Roberto Díaz y Pepe Tejero, los tres autores de "Puertas del Camino".


Ayer tuve el placer de ir a la presentación de un libro llamado “Puertas del Camino” en que se recogen 50 puertas vinculadas a las diferentes rutas jacobeas. Escrito por quien fue mi profesor de literatura en el Instituto, Jorge de Vivero, e ilustrado con las extraordinarias fotografías de Pepe Tejero y Roberto Díaz, el acto fue un entretenido repaso por la historia de cómo se gestó el libro y su culminación en la presentación.

Juan Carlos Rodríguez, por todos conocido por ser la voz de Hoy por Hoy Lugo en la Cadena Ser, presentó el acto y también intervino el siempre interesantísimo José de Cora, quien confesó su envidia por los viajes que el libro refleja y que los autores disfrutaron enormemente con más de 22.000 kilómetros de ruta por los ocho Caminos de Santiago que recogen.

De lo que se dijo, hay una reflexión que considero muy interesante: esta obra permite resaltar detalles que en persona normalmente no veríamos. Fotografías de primer plano nos acercan los monstruos o curiosidades que a simple vista son difíciles de apreciar en su justa medida, y que en esta obra podemos contemplar con calma en la comodidad de nuestra casa.

Aunque no es una novela de misterio tampoco quiero destriparles gran cosa del libro porque creo que es difícil describir la extraordinaria belleza de sus fotografías y sus personalísimos textos. Sólo les diré que me resultaron llamativas cuestiones como una puerta gótica que está en medio de un descampado, y que es parte de una iglesia que desapareció junto al resto del pueblo, dejando únicamente aquel arco en medio de la nada (parece salido de Harry Potter) o que los herrajes de Vilar de Donas son casi idénticos a los de la puerta románica de la Catedral de Lugo, algo en que nunca me había fijado a pesar de saberme de memoria los detalles de esta última.

Les recomiendo muy sinceramente que se hagan con este libro. El precio son 30 euros que, a la vista del lujo con que ha sido editado, no es un precio para nada exagerado, y si tienen la suerte de encontrarse con Jorge seguro que se lo dedica amablemente como hizo ayer al finalizar la presentación.

jueves, 8 de septiembre de 2022

Cuatro sencillas medidas que podrían mejorar el pulpo en el San Froilán

Una preciosa caseta del San Froilán. No les discuto la estética pero... ¿hacer obligatorio este tipo de montaje es lo más razonable?
Foto: La Voz de Galicia

Nadie puede dudar de que el pulpo á feira es uno de los símbolos de las fiestas patronales de Lugo, el San Froilán. Teniendo eso en cuenta, los esfuerzos municipales para que haya casetas este año son una buena medida, que se ha traducido en una rebaja en el precio de licitación para la instalación de los cuatro módulos que año tras año se ponen en el Parque Rosalía. Antes eran cinco, pero desde hace ya años se redujo una sin que se sepa muy bien el motivo.

Esto se completa con la autorización a los locales del casco histórico para poner calderos de pulpo en sus terrazas (dentro de los locales ya podían antes, pero no es lo mismo visualmente) algo que solicitamos ayer mismo desde Lugo Monumental y que permitirá que el público tenga muchas más opciones para elegir y, lo que es más importante, que si viene buen tiempo puedan disfrutar de una ración de pulpo en una terraza en el recinto amurallado.

Por lo tanto, cabe felicitar doblemente al Ayuntamiento, tanto por haber logrado hacer atractivo el montaje de casetas como por haber permitido que quienes suplieron a éstas durante la pandemia puedan seguir con ese sistema, algo que sólo redunda en incrementar las opciones para el público, lo que siempre es positivo.

El tema del pulpo, sin embargo, parece que necesita una revisión en profundidad. El modelo actual, que viene de los años 90, tiene fecha de caducidad porque no sólo se limita la competencia sino que se aleja totalmente de las tradicionales romerías populares, que a fin de cuentas es lo que caracteriza el San Froilán.

¿Qué cambios entiendo que deberían producirse? Pues son todos sencillos y razonables:

1.- No limitar el número de casetas. Si hay diez empresas interesadas en montar un puesto de pulpo, ¿por qué no se les permite? ¿No creen que el público será quien seleccione cuáles deben perdurar y cuáles no más allá de un concurso en que simplemente prima el mejor postor? Si la cuestión es de espacio, tal vez podrían volver a situarse en la peatonalizada Ronda de la Muralla, entre la Aguirre y San Pedro, donde hay espacio más que sobrado para las que quieran ponerse y así incluso volverían a donde estuvieron siempre.

2.- Liberar el tipo de montaje. No les estoy diciendo que haya que prohibir los restaurantes temporales que se ponen, justo propongo lo contrario: no obliga a hacerlo. ¿Por qué motivo se obliga a montar esos mamotretos en lugar de permitir que vengan las típicas casetas con toldos, bancos y mesas corridas y una sencilla estructura? Nuevamente será el público quien elija lo que prefiera, pero mi instinto me dice que se irían más a las casetas sencillas que a las otras, sobre todo si la diferencia se refleja en el precio de la ración, claro está.

3.- Limitar los plazos. Lo lógico sería que las casetas estén montadas mientras duren las fiestas, los mismos días que las barracas. No tiene el menor sentido que se queden hasta Noviembre, haciendo la competencia a la hostelería de siempre. Es la pescadilla que se muerde la cola: como les obligan a gastar una fortuna en el montaje se les da más plazo y se les da más plazo a cambio de que gasten una fortuna en el montaje… Absurdo.

4.- Precios. Un cartelón normalizado con los precios expuestos en el exterior sería lo apropiado. Personalmente soy partidario de limitar los precios pero con un margen más razonable que el actual, y de nuevo si sumamos esto a todo lo demás será el público quien se encargue de elegir lo que más le conviene. Si, por esa ridícula espiral de convertir las sencillas casetas del pulpo en restaurantes temporales, podemos pedir un chateaubriand con patatas a la panadera o una botella de Vega Sicilia… ¿por qué no podemos elegir un local con el pulpo más caro si nos sentimos más cómodos en un entorno más lujoso? Personalmente soy contrario a esto, a mí me gusta tomar el pulpo en un sitio lo más sencillo posible, pero oigan, no se trata de imponer el criterio propio sino de dejar elegir.

Con esas cuatro medidas creo que no sólo aumentaría notablemente la oferta, sino que se ayudaría a moderar los precios y mejorar el servicio prestado.

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Patrullas ciudadanas contra la ocupación o el fracaso de lo público

 Vecinos de Albeiros organizan patrullas ciudadanas.
Foto: La Voz de Galicia

Recoge La Voz de Galicia de hoy que los vecinos de Albeiros se movilizan y organizan patrullas ciudadanas para vigilar las calles contra la ocupación… una noticia tan escandalosa como preocupante, no por su iniciativa, que es más que comprensible, sino por su significado: no confían en las fuerzas del orden y, visto lo visto, puede que tengan algo de razón.

El problema de esa iniciativa es que es el caldo de cultivo de un problema más gordo. Supongo que serán inteligentes y que si pasa cualquier cosa se limitarán a llamar inmediatamente a la policía en lugar de intervenir ellos personalmente, porque de lo contrario el cristo que se puede montar puede ser importante.

La pérdida de la confianza en la administración es posiblemente el problema más grave a que se enfrenta nuestra sociedad. Las continuas noticias sobre arbitrariedades, delitos, corruptelas y demás hacen que la fe en lo público sea difícil de sostener, y achacamos al sistema lo que es un mero problema de utilización del mismo.

Que un concejal, un alcalde, un diputado o un ministro hagan lo que no deben no es excusa para poner en duda que necesitamos una estructura que organice la cuestiones comunes. Alguien tiene que hacer las carreteras y mantener abiertos colegios, hospitales y bomberos. El problema es que el sistema, en nuestro caso, parece diseñado para ser controlado desde las manos de unos pocos “elegidos”, que son los que llevan las riendas de los partidos políticos.

Esto hace que la política sea más relevante incluso que la realidad. Si un gobierno local, como ocurre en Lugo, niega la existencia de un problema como el de la ocupación, los afectados pierden toda su posible confianza no sólo en la organización que defiende tal disparate, sino en el sistema completo, que es lo que está pasando.

Eso explica que, entre una legislación de efectividad más que discutible, una actitud pasota (salvo cuando la casa ocupada es propiedad municipal, que, ahí sí, las gestiones vuelan) y una sensación de impotencia e indefensión los ciudadanos se organicen para tomar medidas por su cuenta.

Lo explica pero no lo justifica. Me parece terriblemente peligroso, pero espero sinceramente que no pase nada grave porque las consecuencias pueden ser muy dolorosas. No me entiendan mal, seguro que si fuera mi zona yo sería el primero en tomar algún tipo de medida de este estilo... pero eso no quita que el peligro exista.

martes, 6 de septiembre de 2022

No todas las ocupaciones son iguales... por lo visto

A la izquierda, una casa ocupada en que los propietarios se han de buscar la vida. A la derecha una casa ocupada que ha movilizado al Ayuntamiento. Imaginen los motivos.
Fotos: La Voz de Galicia

En marzo el Ayuntamiento reaccionaba con justa indignación por las pintadas que había sufrido en “su” pasarela, al tiempo que hacía (y hace) la vista gorda a las decenas o cientos de pintadas que la ciudadanía sufre en el resto de la ciudad.

Ahora les toca recibir otra lección (se ve que son algo duros de entendederas) con el tema de la ocupación de “su” casa, la que iban a rehabilitar para hacer una vivienda para artistas en el Carmen (casi llegando al río) tras haber reiterado que no era un problema en Lugo y que los que denuncian esas cosas son unos exagerados.

Es muy fácil ser permisivo cuando le toca pagar el pato al de al lado. Ayer mismo vi una publicación en Facebook que decía que hay que preocuparse más de las viviendas turísticas que de las ocupadas, un criterio que dura lo mismo en que tarden en ocuparle la casa a los que lo publican, que entonces serán los primeros en coger la pancarta y manifestarse. Pero en el caso de una administración pública la falta de empatía se convierte en una cuestión casi casi criminal. 

El Gobierno ha anunciado ya que recurrirá a la Justicia para desalojar la casa, y esto tras haber movilizado a los servicios sociales con una celeridad que ni Speedy Gonzáles. Ahí no hay largos procedimientos ni burocracia que valga, porque los señores ocupantes han tenido la osadía de entorpecer otro proyecto estrella de esos que acaban como acaban, siendo una caricatura de lo presentado y en muchas ocasiones contradiciendo directamente los principios en que dicen apoyarse.

Lo más triste es que mientras el Ayuntamiento monta en cólera cuando alguien se atreve a ir contra lo “suyo” no se da cuenta de que como encargado de las competencias que tiene “lo suyo” es todo. Una pintada en la absurda, ridícula y surrealista pasarela que han hecho sobre la nacional VI no es más grave que otra en una fachada cualquiera de la ciudad. Una ocupación de un edificio en ruinas propiedad municipal (hay unos cuantos…) no es más grave que otra en una vivienda cualquiera de la ciudad.

Lo que sí es más grave es que se lo parezca, porque refleja un total distanciamiento de los lucenses. Lo “suyo” es “suyo” y lo “nuestro” es “nuestro”.

lunes, 5 de septiembre de 2022

Levantar el carril bici o mantenerlo, he ahí el dilema

La inauguración del Carril Bici se hizo a una distancia prudente del Carril Bici.
Fotos: web municipal.

Es probable que en nuestra ciudad el tema más relevante del mandato que finaliza en unos meses sea el carril bici, una patata caliente que nadie quiere sostener entre las manos.

El BNG, con el habilidoso manejo de la publicidad que le caracteriza, ya ha deslizado tanto sutilmente como a mazazos que no es cosa suya sino de la Alcaldesa, a pesar de que los nacionalistas llevan las competencias en infraestructuras y tráfico, lo que hace pensar que deberían tener algo que decir en el tema, pero se ve que no. La entrevista a Rubén Arroxo, en que declaraba que no usaba el famoso carril porque no le coincidía bien fue el pistoletazo de salida de algo que se hará más habitual de aquí a mayo del 2023.

Por su parte, la alcaldesa Lara Méndez se distanció de su propia creación el mismo día de la inauguración, que se hizo un viernes a finales de Julio casi de tapadillo y, sorprendentemente, evitando la foto en el dichoso carril, que sería lo lógico. Si estuvieran tan orgullosos del tema como quieren hacer ver habrían convocado una marcha ciclista para inaugurarlo, con los próceres municipales a la cabeza, en bici eléctrica si fuera necesario.

Pero aunque todo esto es bastante difícil de rebatir por obvio, nos ha pillado con el pie cambiado la primera promesa electoral de Elena Candia publicada en una entrevista en El Progreso: desmantelar el carril bici si llega a la Alcaldía. Nadie se esperaba que dijera eso, porque implicaría la devolución de los fondos europeos que se usaron para su construcción, y como el dinero ya está gastado nos costaría otra fortuna deshacernos del tema.

No habían pasado ni cinco minutos desde la publicación de la entrevista para que le acusaran de todo: que si es favorable a la contaminación, que si las bicis son el futuro, que si no se puede desmontar por el tema económico… La gran pregunta es ¿Quiénes piensan ustedes que tienen razón? ¿los pro carril bici o los contra carril bici?

Personalmente soy totalmente favorable a la creación de un carril bici en determinadas circunstancias, pero no a lo loco. Verán, ahora que la velocidad en la mayoría de las vías está limitada a 30 kilómetros hora no parece lo más inteligente gastarse una fortuna en retirar plazas de aparcamiento en ciertas calles para montar un trazado que ya se podría hacer sin gastar un céntimo.

Otra cosa es que se hiciera en ciertos lugares en que sí parece lógico separar el tráfico ciclista del de los vehículos a motor por volumen o peligrosidad. Por ejemplo, en la Avenida de la Coruña o Ramón Ferreiro tendría todo el sentido del mundo hacer un recorrido seguro para las bicis, pero justo ahí no se hizo, sino que se metió, incluso en contra dirección, en calles en que no parecía necesario estrechar el paso o retirar las escasas plazas de aparcamiento que hay.

La pregunta del millón (millón y pico, en realidad) es, ¿lo retiramos como propone Candia? Yo creo que la respuesta no es de sí o no, sino la tan gallega: “depende”. En algunos sitios sí creo que habría que quitarlo porque fue una estupidez ponerlo. En otros puede que sea acertado. No se trata de arramplar con todo y listo, sino de replantear su trazado en algunos lugares lo que entiendo que nos evitaría también devolver los cuartos europeos, esos que ya no tenemos. Para ser justos con Candia hay que decir que a pesar del titular de que “desmontaría” el carril, si leemos la entrevista entera habla de “reorientarlo”, así que quizá vayamos por el mismo lado aunque tal vez no lo haya expresado de esta misma forma.

Ah, por cierto, si Candia gobernase y levantase parte del trazado del carril bici no sería la primera en hacerlo. El señor Orozco heredó un carril bici que sí tenía sentido, creado en el mandato de Joaquín García Díez, y que iba desde la Universidad hasta el centro a través de la Avenida de Madrid y la de Ramón Ferreiro. El antecesor de Lara Méndez permitió estacionar sobre él para anularlo de facto y, pasado un tiempo, lo tapó cuando tocó echar una nueva capa de firme, así que antes de acusar a los demás de ser “anti” lo que sea, fíjense en los antecedentes, no sea que el bumerán les dé en los dientes.

En todo caso, en Lugo las políticas medioambientales son un chiste de mal gusto. Nos hablan de proyecto ecológico planificando la destrucción de un humedal natural, de ahorro energético cuando planifican gastarse una fortuna indeterminada en calentar agua del grifo artificialmente para poner unas bañeras colectivas al aire libre, de disfrute del agua mientras montan unos vestuarios y unas tumbonas al lado de una playa fantasma que no se pudo hacer porque eran una especie de bateas que no cumplían las normativas…

Revertir esto no consiste en empezar a disparar a destajo sino en replantear qué se ha hecho y para qué, más allá de lograr unos titulares cortoplacistas.

viernes, 2 de septiembre de 2022

Amenazas y malas compañías

Rubén Arroxo a la salida del juzgado

Hace mes y medio, concretamente el 15 de julio de 2022, publiqué un artículo que titulaba que “las amenazas jamás han sido argumentos”, a raíz de las que se vertieron contra Rubén Arroxo, miembro de la corporación lucense. Rubén recibió el apoyo de todo el mundo (bueno, de todo el mundo con dos dedos de frente) y quizá por eso y porque ya entramos en campaña, se ha venido un poco arriba y ha pretendido implicar en las amenazas al Partido Popular y la Federación de Vecinos.

Para empezar tenemos que recordar que todo lo que leamos relacionado con el mundo “institucional” (es decir, del de la política) desde ahora hasta mayo, en que hay elecciones locales, hay que tomárselo como lo que es: campaña electoral. Ya hace varios meses que estamos en ese escenario, pero la cosa irá a más desde que comenzó el nuevo “curso político” y no habrá frase, foto o guiño que no se haya revisado hasta el milímetro de cara a las municipales del año que viene.

Es la única explicación del craso error cometido por Rubén.

En estos temas sólo caben dos posturas: o hacemos responsables a las organizaciones de todo lo que hacen sus miembros (incluidos los meros afiliados o asociados) o por el contrario entendemos que cada persona es responsable de sus actos y las organizaciones a las que pertenecen serán calificadas por cómo reaccionen a los mismos o por sus actos como entidad. Esto, que parece complejo, en realidad es tremendamente sencillo.

Si una persona comete un delito es irrelevante que sea afiliada de Vox, BNG, PP, Bildu, Ciudadanos, Psoe, o la asociación para la protección del búho real. Ninguna de esas organizaciones será corresponsable de dicho acto… salvo que lo instigue, apoye, oculte o sea cómplice de cualquier manera, claro está. De lo contrario, cada vez que alguien cometa un delito habría que mirar a qué entidades pertenece para cargarles el mochuelo y no sería lógico.

En este caso, que el desequilibrado que vertió las (condenables e inaceptables) amenazas contra Rubén Arroxo sea miembro de la Federación de Vecinos, del PP o del Club Fluvial es irrelevante, y buscar corresponsabilidad por parte de esas organizaciones es no sólo una bobada sino una temeridad… porque por esa regla de tres cada pintada en que figure un insulto o amenaza contra alguien que no le guste al BNG y esté adornada con la estrella roja (por cierto, símbolo prohibido en muchos países por ser el equivalente a la esvástica pero en rojo) se podrá endilgar a Rubén Arroxo y sus compañeros de partido. Un error de concepto importante.

Me llama la atención enormemente que esto venga de Rubén, salvo como decía al principio que sea el inicio de una larga y embarrada campaña electoral (que es lo que parece). Curiosamente con otra gente, como su “compañero” Otegui, es mucho más comprensivo y le llama "hombre de paz", a pesar de haber sido probada su pertenencia a una organización terrorista. No sé si aprecian la ironía y la contradicción.

Se ve que ahora un terrorista es un "preso político"...

Pertenecer a un partido que homenajea oficial e institucionalmente a terroristas parece que está bien para Rubén, e incluso se puede aplaudir a alguien condenado… pero que un señor le amenace lo lleva algo peor y pretende endilgar el asunto a un partido (por cierto, la afiliación de ese señor me fue desmentida desde el PP) o a una organización vecinal. O estamos a setas o estamos a Rólex.

Tengamos claro de una vez que la culpa de las amenazas es del que amenaza. La culpa del robo es del que roba. La culpa del asesinato es del que asesina. Podría insistir pero parece que el concepto es sencillo.

Creo que ha sido un error. Si se hubiera limitado a denunciar las amenazas habría hecho lo correcto porque no se pueden dejar pasar esas cosas, pero intentar sacar rédito político de los desvaríos de un pobre desgraciado es una bajeza y una inmoralidad que sólo le hace parecer más inquieto por las elecciones que se avecinan.

jueves, 1 de septiembre de 2022

''Bien vale''

No, la Navidad no ha llegado a Lugo... es pintura

Ya saben que hay quien no se fija en nada y quien se fija en todo, es ley de vida. Lo preocupante es que los primeros sean los que tienen las competencias y responsabilidades de hacer las cosas comunes, es decir, los encargados de la cosa pública.

Para muestra un botón: están pintando las líneas de las calles en Lugo, algo muy necesario porque hay sitios donde apenas se ven ya los trazados, pero al hacerlo prestan bastante poca atención a lo que hacen, y si hay una pequeña planta (lo que tampoco habla muy bien de la limpieza de nuestras calles) allá van con ella por delante, como esos pintores que en vez de quitar las alcayatas de las paredes las cubren y listo.

Sé que es algo anecdótico, pero lo considero significativo. También es anecdótico el estado de suciedad permanente que hay en los bancos del parque de Rosalía, algo achacable como es lógico a los muchos pájaros que allí viven, pero que lo que se consigue es inutilizar estos elementos… salvo cuando hay un evento o un aniversario o algo así que entonces van a pasarles el mocho para que luzcan como deben.

No es fácil estar a todo, pero parece más difícil aún no estar a nada.

En estos casos siempre me pregunto qué sensación tuvo el operario que echó la pintura por encima de la plantita… ¿”bien vale así”? ¿”qué más dará”?… Es probable.