martes, 11 de noviembre de 2003

Culebrón institucional

Vamos a ver, a mi que alguien me lo explique. Yo soy Alcalde de Lugo, ¿no?, y me vienen unos vecinos a quejarse de que una carretera no está en buenas condiciones y les digo que sí, que estoy en ello, que no se preocupen, que ya lo tengo apuntado, que esta misma mañana hablé con el concejal que lleva ese tema, que tengo en el presupuesto 2 euros para poner velas a San Judas Tadeo, patrono de los imposibles... bueno, que les doy largas, vamos. A los pocos meses me entero de que la Diputación les arregla el problema con cuatro duros, perdón, euros, y me pongo como una fiera y les paro la obra... ¿Y los vecinos qué hacen?. Hay dos opciones: o resignarse y comprase un 4X4 para ir de Coeses al exterior o montar una manifestación y reclamar el Hogar de Santa María como campo de refugiados, que esa es otra.

Verán, en la misma línea yo soy el Alcalde de Lugo y me viene Cultura de la Xunta y me ofrece hacer un museo de romanos de un montón de millones si les doy un terreno para edificarlo, y la contestación es que no, que mejor que usen un edificio que ya existe (si lo tiran no pasa nada, que en Lugo lo de conservar no mola) y del que encima no puedo disponer hasta dentro de cuarenta años... No vaya a ser que Lugo prospere si no me cuelgo yo las medallas y se cree un edificio nuevo adecuado a lo que va a tener dentro aunque me salga gratis.

En resumen, que mucho llorar, mucho decir que a Lugo no lo ayuda nadie, mucho complejo de Calimero, y ahora parece que si lo hacen otros es que no vale, que no puedo salir en la foto ni ir de víctima, que en las elecciones me funcionó muy bien. Además, no sale en el plan estratégico, ese circo de tres pistas que nos venden ahora, así que no se puede hacer y punto.

Lugo necesita gente seria que haga crecer esta ciudad, y si el Ayuntamiento no es capaz de desempeñar ese papel, al menos que deje a otras instituciones trabajar, que al final es lo que importa.

Artículo del 11 de noviembre de 2003 publicado en la sección de Cartas al Director de El Progreso