miércoles, 28 de febrero de 2018

La elección de idioma del ciudadano prevalece sobre la libertad del funcionario


Se denunció ayer que una persona acudió a la Xunta a hacer unas gestiones, y pidió que se le atendiera en gallego, a lo que recibió una mala contestación y una negativa. Se dirigió a otra persona y la respuesta fue similar, incluso con peor educación si cabe, usando como excusa el derecho del funcionario de turno a usar el castellano en contraposición con el derecho del administrado a ser atendido en gallego.

Este asunto es realmente sencillo de resolver desde un punto de vista legal y jurídico: el funcionario, cuando está en su puesto, ve subordinados sus derechos a los del usuario, ya que prevalece la elección de este último a la hora de ser atendido en la administración. De la misma forma que el derecho constitucional a la libre circulación se ve reducido durante el horario laboral de cualquier trabajador porque no puede elegir desempeñar su función en la playa, cuando estás atendiendo a un ciudadano no eres un individuo como tal, sino un servidor público que ha de adaptarse al usuario, y no al revés. En mi opinión estos trabajadores de la administración cometieron dos faltas graves: no respetar la libertad de elección de idioma del usuario y, encima, ser maleducados que también está tipificado como falta

El problema es que aquí se mezcla la puñetera política, y como es habitual enrarece el ambiente y convierte temas que debieran estar más que superados en puntos de enconamiento absurdos.

Hay innumerables ejemplos de faltas de respeto en ambos sentidos: desde el caso que ha servido de inicio a este artículo a otros, menos denunciados normalmente, de quien pide ser atendido en castellano y se le niega tal opción. Sin ir más lejos el Ayuntamiento de Lugo se negó durante años a emitir los recibos en castellano a petición de una señora que lo quería así, supongo que bajo esa idea de “no me diga que no lo entiende”, que sirve de absurdo escudo para intentar incumplir la ley. No se trata de entenderlo, sino de que uno usa el idioma que le viene en gana.

Les pongo otro ejemplo: en un tema con el que trabajo habitualmente se utilizan unos libros de registro que tenemos que diligenciar (legalizarlos, vamos, para que se puedan usar) y que son iguales en toda España, aunque hay ediciones bilingües en gallego, catalán y vasco. Pues bien, no es la primera vez que me llaman de Madrid, Burgos o Santander para preguntarme dónde pueden comprar el libro en gallego creyendo que tienen obligación de usarlos. Para nada, pueden enviar el que está en castellano o incluso el que está en castellano y vasco y tiene perfecta validez. El problema es que no todos mis compañeros están de acuerdo con eso y hay provincias que rechazan el libro si no viene en gallego, lo que es una ilegalidad total que no se denuncia por no meterse en problemas con la todopoderosa administración.

En Galicia tenemos la riqueza de poseer dos idiomas, pero la tonta manía de usarlos como arma arrojadiza para tirárselos a la cabeza unos a otros. Desde los que siguen considerando el gallego como algo “paleto” a los que reparten carnets de “buen gallego” y se los deniegan a los que usan el castellano. No hay más que recordar que a nuestro único premio Nobel de literatura, Camilo José Cela, se le niega reiteradamente el día de las letras gallegas porque la inmensa mayoría de su obra es en castellano, con lo que deberían cambiar el nombre al día “das letras en galego”, que no es lo mismo.

Todos los funcionarios tienen su lengua materna, unos el castellano y otros el gallego, pero lo normal es que se atienda al administrado en el idioma que use o, en todo caso, el que pida expresamente si es el caso. También es cierto que a todo el mundo se le despista a veces el asunto y le salta el automático, volviendo a su lengua habitual, pero se intenta corregir y ya está.

En la esfera privada es diferente. Ahí cada uno habla lo que le sale de las narices y no creo que sea una cuestión de “educación” eso de “contestar a la gente en el idioma en que te hablan”. Tengo una cuñada que solo habla gallego y no tenemos ninguna barrera comunicativa, hablando cada uno en lo que le apetece. De la misma forma si alguien habla en castellano y se le contesta en gallego no le veo nada de malo (salvo que el interlocutor no sepa gallego, claro, el turista es el ejemplo obvio) y de hecho me parece bonito que cada uno tenga la libertad de hablar lo que quiera.

¿Tanto trabajo nos cuesta aceptar que los demás hablen en lo que les salga de las narices? ¿Tanto molesta? ¿Tan difícil es entenderse con educación? Dejémonos de imposiciones y de hacer de esto un tema político e identitario y relajemos un poquito la presión de uno y otro lado. Menos en la administración, claro, que ahí hay que adaptarse al ciudadano que, después de todo, es el jefe supremo del funcionario.

martes, 27 de febrero de 2018

¿David Bowie pisó Lugo?


La relación de David Bowie con Lugo se me escapa, si les digo la verdad. Hasta donde yo sé no pisó nuestra ciudad en su vida y no soy consciente de su referencia a la Muralla en la letra de ninguna de sus canciones. Por eso tengo que reconocer que me resulta incomprensible la muestra que se inaugura hoy en el Museo Interactivo de Historia de Lugo (MIHL) sobre el cantante, no sé cómo lo ven ustedes.

El pastiche entre centro cultural, museo, sala de exposiciones (que no es lo mismo), foro de debates, merendero y no sé cuántas cosas más en que se convirtió ese error urbanístico demuestra que no sólo no estaba planificado lo que se iba a hacer con él sino que sigue en el limbo de la indefinición, en un “¿y ahora qué demonios hacemos con esto?” de difícil resolución, que intentan solventar metiendo allí lo primero que se les pasa por la cabeza aunque no tenga relación alguna con la ciudad.

La obsesión de nuevo rico de construir y construir a lo loco sin pensar en que no se trata únicamente de edificar sino que luego hay que mantener y, lo que es más difícil, utilizar los edificios nos trae a un escenario en que tenemos cáscaras vacías que se intentan rellenar con contenidos harto discutibles. Léase una exposición de David Bowie en un museo de historia local, sin relación alguna.

Lo suyo es que si se quiere hacer un homenaje al hombre heterocromo parece que lo normal sería exponer en la vieja cárcel, aunque como están convirtiéndola en un parque temático de la tortura franquista no encaja tampoco muy allá. Por cierto, eso tiene su guasa porque esa cárcel es de 1887 pero se anuncia como “cárcel franquista”, aunque también fue “cárcel republicana” y “cárcel monárquica”. En fin, cosas de la política que hace que una bandera del siglo XVI sea algo propio de la dictadura.

Pero a lo que íbamos, lo de la exposición de Bowie en un espacio supuestamente dedicado a la historia de Lugo no es una anécdota, es más significativo. Es la rendición a la evidencia de que ahí se van a hacer las mismas cosas que se venían haciendo, que se repitieron en el Mercado cuando era el juguete nuevo o que ahora van a la vieja cárcel. Me pregunto a qué se dedicará el Gustavo Freire cuando abran el nuevo y flamante auditorio, otro disparate arquitectónico por tamaño y ubicación del que nos daremos cuenta cuando vayamos.

Los artistas locales acariciaban la idea de que al abrirse el espacio rehabilitado de la plaza de la Constitución podrían exponer libremente, que las celdas se les prestarían para sus usos y que sería algo tipo abierto, donde poder presentar y crear su arte pero se equivocaron, igual que los que pensábamos que el MILH sería un lugar donde repasar la historia de nuestra ciudad como en el más que envidiable museo municipal de Madrid, situado en Tribunal y cuya visita les recomiendo muy vivamente.

Aquí se trata de construir, de meter hormigón. Nos quejamos del Gaiás y del nuevo aeropuerto de Santiago, símbolos del despilfarro, pero en Lugo tenemos el MIHL y ahora la Intermodal, la nueva pirámide a construir. Eso sí, luego metemos las botellas de agua mineral en el contenedor amarillo y estamos muy satisfechos de nosotros mismos.

No aprendemos.

lunes, 26 de febrero de 2018

Nos gusta la estación en el centro

Estación de buses de Lugo. Necesita una reforma, claro, pero no un traslado. Foto: La Voz de Galicia

Permítanme que les traiga hoy nuevamente el tema de la estación de autobuses, pero es un tema que creo importante y además este artículo se publicó ayer domingo en La Voz de Galicia y como saben muchos de ustedes cuando un medio me recoge unas palabras las vuelco en el blog para que me sirva de "diario de a bordo". De eso se trata supuestamente. Un saludo.

Nos gusta la estación en el centro

Cuando anuncian inversiones en la ciudad todos tendemos a pensar que es una buena noticia, como es lógico. Sin embargo en ocasiones esos dineros se han demostrado despilfarros de dudosa utilidad, siendo el más simbólico el caso del desierto MIHL. Ojalá se hubiera reflexionado antes de cometer ese grave error, aunque fuera el día anterior a iniciar las obras.

Ahora estamos a tiempo de corregir equivocaciones. Una de ellas, sin duda alguna, es trasladar la estación de autobuses de su magnífica y envidiable ubicación tanto para turistas como para los vecinos que vienen de poblaciones cercanas a hacer sus gestiones, al mercado, al instituto…

Se nos cuenta que es necesaria una estación mixta para que llegue el AVE, pero Madrid no tiene tal cosa y es la ciudad con más trenes de alta velocidad de España. Aunque hay planes para construirlas, tampoco las tienen a día de hoy Coruña, Santiago, Pontevedra u Orense y ya tienen AVE. Aquí nos distraen con maquetas pero seguimos con los viejos trenes de siempre.

En Lugo tenemos el lujo de contar con una estación de autobuses céntrica, cómoda y de un tamaño tan razonable que la nueva tendrá exactamente las mismas dársenas, ni una más. ¿Para qué gastarse más de seis millones de euros en alejarla? ¿No sería más razonable gastarse ese dinero en hacer de ese edificio un inmueble digno de su función y su situación? El espacio que se prevé dedicar a la nueva estación de autobuses dedíquenlo a aparcamiento, una gran bolsa de estacionamiento que tanta falta hace en Lugo.

La conexión entre ambas estaciones, que actualmente están a menos de 900 metros una de otra, se podría resolver con una línea de autobús urbano que las conecte, que haga el recorrido entre ellas y por la Ronda de la Muralla, sirviendo de nexo también de la estación de tren y ese gran estacionamiento con el resto de la ciudad.

Mucho más razonable que tirar el edificio para no se sabe qué fines, ya que tampoco nos cuentan qué quieren hacer con esa parcela.

Reflexionemos, estamos a tiempo.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 25 de febrero de 2018

viernes, 23 de febrero de 2018

Forges, el orgulloso ''lucense postizo''


Esto es conocer Lugo

Ha muerto Forges, orgulloso de sus raíces lucenses, y su desaparición ha logrado una unanimidad en el sentimiento tan rara en España que se ve menos que los unicornios. Hasta las personas a las que criticaba en sus viñetas se reían con sus dibujos y, lo que es más importante, estoy seguro de que reflexionaban sobre la honda sabiduría de sus palabras.

Forges no era grosero, ni vulgar, ni malsonante, todo lo contrario. Usaba incluso términos comunes que en sus manos se convertían en el sello de la casa. Sus “stupendo”, “gensanta” y demás se convirtieron en coletillas de cierre de sencillos mensajes que precisamente por su naturalidad calaban a todo el mundo y, lejos de ofender, provocaban la sonrisa.

Los humoristas gráficos como el genial Davila en El Faro de Vigo, le despiden unánimemente.

Recuerdo particularmente las ilustraciones de Forges de los manuales “para torpes”. “Informática para torpes” particularmente, y además de varios programas en concreto, eran libros espléndidos escritos con el lenguaje sencillo y comprensible de Antonio Fraguas, y que acercaron a un público temeroso el mundo de las nuevas tecnologías.

El diseño de Forges para la Semana Internacional de Cine de Autor de Lugo

"Binibimer al paredón",
la sentencia de Forges en el Libro de Oro del Verruga
¿Qué decir de su relación con Lugo? Su padre era de A Fonsagrada, una relación que lejos de considerar lejana lo hizo el gran faro de esa tierra y de su “Feira do Butelo”, del que llevaba diez años haciendo el cartel sin cobrar un céntimo, que es mucho decir en alguien que se gana la vida con esa actividad. También colaboró haciendo el cartel de la Semana Internacional de Cine de Autor y a uno de sus artífices, Manuel Curiel, le envidio el autógrafo del propio Forges que atesora en el programa de esa edición. Sin embargo esa envidia es sana y hasta le puedo hacer una mínima competencia, ya que también firmó el libro de oro del Verruga y nos dedicó una de sus memorables viñetas.

Forges se va causando pena a todos los que no le conocimos en persona pero sí a través de su obra, y supongo que para un artista es una forma maravillosa de transmitirse a sí mismo.

Echaremos de menos a Mariano, a las paisanas de la pañoleta y a sus funcionarios. Echaremos de menos a Forges, el orgulloso ''lucense postizo''.

jueves, 22 de febrero de 2018

La (sorprendente) salida de Iñaki García de Lugonovo

Iñaki García dimite - Foto: Cadena SER

Les voy a ser imprudentemente sincero como es habitual: me ha sorprendido mucho la dimisión de Iñaki García de su concejalía, no me pegaba con la idea que tenía de la persona y he de decir que le honra poner sus convicciones por delante de sus intereses económicos y personales. No es lo habitual.

El proceso de implosión que está viviendo Lugonovo son los lodos que vienen de aquellos polvos, los de un proceso electoral interno que se suponía que sería la sal de la tierra pero que funciona lo que funciona, es decir poquito.

La tan cacareada democracia interna de la agrupación parece que no es tan democrática como se suponía, porque por lo que se nos da a entender existe un grupo de poder que desde la sombra pretende manejar a los concejales como títeres sin ningún tipo de independencia, olvidando que esa es una de las principales críticas que todos hacemos de los partidos que llaman “tradicionales”, la tiranía de la organización sobre cualquier otra estructura, independientemente de la legitimidad de ésta.

Imagen de la noche electoral,
con interesantes primeros y segundos planos.
Ya empezó a hacer aguas la cosa con la salida de Santiago Fernández Rocha, el hombre cuyas suaves formas y convincentes discursos no solo moderaba la presentación de un grupo que se presumía radical sino que era práctico en su hacer político. Pero que Iñaki también se marche es todavía más significativo, curiosamente, porque desde fuera nos parecía que “pegaba más” con Lugonovo que Santiago.

No tengo el placer de conocer al reciente dimisionario, solo lo escuché hablar en algún debate previo a las elecciones (como el que se hizo sobre el Garañón en el Colegio de Arquitectos) y en algún pleno, y les confieso que tenía una idea mucho más radicalizada de él por su forma de exponer las cuestiones en esos foros. No se me pasó por la cabeza que se fuera a marchar bajo ningún concepto, pero ya ven, todos nos equivocamos.

Las personas que quedan en Lugonovo han de replantearse varias cuestiones. La primera es si se puede hablar de que la fórmula de las listas abiertas ha funcionado. Personalmente creo que no, porque se está demostrando que una cosa es la cara pública de la agrupación a través de sus concejales, y otra muy diferente el “núcleo duro” que pretende manejar las marionetas sin mostrarse ante el pueblo. La democracia que se hace entre bambalinas difícilmente es la idea que muchos tenemos de democracia.

Por otro lado está el tema de la legitimidad. ¿Quién es el que moralmente ha de marcar la línea de actuación de un grupo municipal? ¿El partido que teóricamente lo sustenta (aunque vemos que las cuentas dicen que es más bien el dinero público del grupo municipal el que mantiene el chiringuito partidista) dirigido por un puñado de personas, o los concejales elegidos por los lucenses?

Un grupo municipal representa a su partido político, sí, pero en su actividad diaria y sobre todo en el Pleno ha de velar por los intereses de todos los lucenses, no solo de sus votantes. Es la diferencia entre el partido y el concejal, entre el hombrecito que mira su ombligo y la figura institucional, entre el elegido por sus correligionarios y el salido de unas urnas universales y con garantía de transparencia.

Ahora que sé que es una persona de principios, lamento la marcha de Iñaki. Le deseo lo mejor.

miércoles, 21 de febrero de 2018

La estación de autobuses ha de quedarse donde está... pero mejorada, claro

La privilegiada ubicación de la Estación es de una comodidad indiscutible.
¿Qué ventaja tiene sacarla de ahí? ¿Quizás es una operación urbanística?
Foto: El Progreso
He tratado en diversas ocasiones el tema de las supuestas bondades de la estación intermodal y de la decisión ya tomada por las sacrosantas autoridades de sacarnos de donde está la estación de autobuses. Me parece un error y les voy a explicar por qué motivos, con la inocente esperanza de que recapaciten y den marcha atrás a una parte de un proyecto faraónico de esos que tanto gustan en campaña electoral.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que este tipo de decisiones se toman basadas en falsedades. La más relevante de todas es que “es necesaria una Intermodal para el AVE”, lo cual es una estupidez si vemos que La Coruña, Santiago de Compostela, Orense o Madrid no tienen estación intermodal alguna y sí disfrutan del tren de alta velocidad. Que estén proyectadas esas estaciones en algunas ciudades no quiere decir que sean necesarias, tal y como demuestra, insisto, que ya hay AVE y no hay tales edificios. El ejemplo de Madrid, con dos grandes estaciones de tren (Atoca y Chamartín) a donde llega la alta velocidad y su lejanía con la Estación Sur, que es la de autobuses, me parece lo bastante evidente como para demostrar este punto, así que no creo que sea necesario abundar en él.

Interior de la estación
En segundo lugar, se nos habla de las “grandes ventajas” que tiene esa estación para el viajero que llega a Lugo en un medio de transporte y se sube al otro. Ahí sí que creo que tienen razón. Si por ejemplo yo vengo de Madrid en un supuesto AVE y quiero seguir ruta hacia Foz, por poner un destino, me bajo del tren y me subo al autobús sin tener que pisar la ciudad. Sí, es una ventaja para el viajero, no se lo voy a negar, pero me pregunto si es proporcional la inversión al resultado. Quiero decir que las estaciones actuales están lo bastante cerca como para que si se pone una línea de autobús urbano entre ambas con frecuencias razonables (15 o 30 minutos) ya me dirán si no sería más proporcional que meterse en esta gran operación inmobiliaria. Además tendría la ventaja de que ese bus serviría para conectar también la estación de tren con el centro y, desde ahí, con toda la ciudad.

El tercer argumento a favor de la intermodal era que un único edificio tiene menos gastos de mantenimiento que dos. Ahí también les doy la razón, pero es que nos acaban de anunciar que el proyecto se cambia para que sean dos edificios, así que ya me dirán la lógica del asunto. Ninguna.

Actualmente los autobuses de línea ya no circulan por la ronda de la Muralla, uno de los principales problemas que tenía la ubicación de la Estación, sino que entran por la calle Dinán desde Ramón Ferreiro, como es lógico, por lo que no sirve como razonamiento evitar un supuesto daño a nuestro principal monumento.

La ubicación de la estación de autobuses es uno de los pocos lujos que quedan en Lugo, no así su estética ni su estado general por supuesto. Para los visitantes salir de la estación y encontrarse frente a frente con la Muralla Romana es una de las grandes ventajas de su ubicación, pero más allá de esa comodidad para las personas que acuden a nuestra ciudad, es más importante pensar en los lucenses, que disfrutan de una privilegiada ubicación para el que a día de hoy es nuestro principal centro de transporte público interurbano.

También hay personas de poblaciones cercanas que acuden habitualmente a Lugo en autobús y para las que el cambio de ubicación supondría un importante perjuicio, ya que no podemos olvidar que se trasladaría para una zona que, si bien no está alejada del casco histórico, sí está conectada por calles con grandes desniveles que para personas que llevan bultos (como es el caso de vendedores de la plaza de abastos), con problemas de movilidad o de edad avanzada pueden suponer un trastorno innecesario.

Desubicar la estación y llevarla a la ubicación de la actual estación de tren no supone ventaja alguna para la ciudad, siendo uno de esos “proyectos fetiche” que periódicamente se presentan sin dar mayores explicaciones de sus virtudes, y que todo el mundo da por buenos hasta que se construyen y se ve que no eran tan maravillosos. Miren si no el fracasado MIHL, el desproporcionado puente sobre el Miño, la incomodísima situación del nuevo Auditorio (si es que algún día se abre) o los demás grandes proyectos estrella que nos vendieron como la sal de la tierra y que resultaron ser cuestiones ni tan enjundiosas ni tan ventajosas para el lucense medio.

La estación de autobuses debe quedarse donde está. Si se gastaran una fracción del presupuesto destinado a construir una nueva en adecentar la que hay, en remozar el edificio y adaptarlo a su uso, la ciudad estaría mucho más beneficiada, y no solo el casco histórico, sino las amplísimas zonas de influencia de su actual ubicación.

850 metros separan ambas estaciones.
¿De verdad les parece necesario reubicar la de bus?

martes, 20 de febrero de 2018

¡Un millón de visitas!


Es coincidencia que por segundo día consecutivo toque mirarse algo el ombligo, pero es que oigan, 1.000.000 de visitas son una barbaridad de visitas y ayer pasamos esa barrera en este blog. Ya sé que hoy en día esa cifra la alcanza en cuestión de días o incluso horas un vídeo de esos “virales” en que alguien le pega una bofetada a otro o en que un niño pequeño o un perrito hace una monería, pero no aspiro a semejante cosa porque este blog es una cosa muy personal de una pequeña capital de provincias y no tiene vocación universal. Jamás pensé llegar a ese número, si les soy sincero.

Como ya les he dicho en varias ocasiones, tener un blog es un cierto ejercicio de narcisismo, de pensar que uno tiene algo interesante que decir o ideas y puntos de vista que compartir con los demás. Es mi caso, sí es el caso, hay que reconocerlo. Me parece que esta ciudad necesita un poquito menos de falsa modestia y un bastante más de implicación, sea con propuestas e ideas o con pasos adelante en la dirección que sea, incluso en la equivocada porque el movimiento es bueno cuando la alternativa es la parálisis total.

Comencé a escribir esta bitácora al poco tiempo de dejar de trabajar como asesor de Joaquín García Díez. Dejé el puesto cuando Joaquín abandonó la portavocía del grupo municipal del PP, partido que más tarde abandoné también por muchos motivos explicados en su día, pero sin dejar de mantener contacto con los amigos que todavía militan en esa agrupación. Trabajar con Joaquín fue sin duda la etapa profesional más bonita que he vivido, por haberlo hecho junto a una persona a la que admiraba desde hacía muchos años y con la que me alegra poder decir que a día de hoy me une la amistad. Quizás eso me hace algo subjetivo cuando hablo de su etapa como alcalde, pero francamente, no he variado mi discurso al respecto desde la época en que no nos conocíamos así que me parece que no es el caso. Me enseñó muchísimo, a pesar de que es infinitamente más lo que no pude aprender de él que lo que logré apuntar, pero espero poder seguir instruyéndome a su lado durante muchos años. Con Joaquín comparto la inquietud por este Lugo nuestro, tan hermoso, tan encantador… y tan difícil de movilizar para casi cualquier cosa. 

Esa inquietud fue la que me hizo iniciar este blog, casi como una terapia particular, como un lugar donde poder hablar de lo que me apasiona desde toda la vida: Lugo, la ciudad que desde mi juventud todos mis amigos querían abandonar. Yo nunca tuve el impulso de marcharme de Lugo, salvo un momento puntual por cuestiones personales, pero por suerte el apego a las raíces familiares evitó que cometiéramos el error de marcharnos, la equivocación de caer en aquella tentación momentánea.

Durante varios años las visitas fueron muy pocas, como era de esperar. Mil visitas al mes, dos mil como mucho, eran la media habitual hasta que hace cuatro o cinco años la cosa despegó, en gran parte gracias a la difusión de Internet y a que algunas personas son fieles lectores diarios, cosa que les agradezco infinitamente, incluso a aquellos que me escriben para criticar una postura, lo que si se hace con argumentos me parece maravilloso.

Esto es un blog a caballo entre lo personal y lo ciudadano. En estas entradas se han denunciado cuestiones que generaron portadas de periódicos y también se ha hablado de cosas muy personales. Incluso me sirvió en parte para sobrellevar como pude el fallecimiento de mi añorada abuela Emilia, compartiendo con ustedes algunos recuerdos de una mujer única.

A día de hoy sigue habiendo entradas de 250 lectores y otras de varios miles, según el tema. La más visitada fue del 7 de agosto de 2017, y se recogía la apertura de la primera playa canina “de verdad” de la provincia de Lugo. La segunda iba sobre las estrellas Michelín y su inexistencia en Lugo… los temas que se alejan de la política son los más leídos por ustedes, cosa a tener en cuenta si bien me tira más hablar de lo que me apetece que la búsqueda de la visita, entre otras cosas porque no me reporta beneficio alguno el tener muchos lectores, salvo el moral, claro.

Desde que tengo este blog he recibido un ingreso de 70 euros de los anuncios de Google. En ocho años no es que sea la panacea, porque no llega ni para pagar el dominio de Internet, pero bueno, algo es algo. Tampoco escribo para lucrarme la verdad, e incluso los artículos que publiqué en la prensa local fueron siempre desinteresadamente.

No puedo terminar este artículo sin dedicar un párrafo a los agradecimientos. El primero para ustedes, mis queridos lectores, que tienen la paciencia de seguir mis largas parrafadas (soy incapaz de reducirlas) y que me han animado en momentos de tribulación, sin ustedes probablemente habría colgado el teclado hace mucho tiempo. El segundo a los grupos de Facebook que diariamente permiten que se publiquen estos artículos, haciendo mención especial a “No eres de Lugo si...” y “Eres de Lugo si...”, y a los administradores por su paciencia y tolerancia cuando ha habido ciertas dudas sobre la conveniencia o no de mantener una entrada. También a los amigos de Galicia Digital por reproducir muchos de los artículos de este blog, y a El Progreso y La Voz de Galicia por haberme dado cancha en sus medios en varias ocasiones. Y el último, el más importante, a Marcos, por estar siempre ahí y ser el pilar inamovible que ancla mi mundo.

A todos muchísimas gracias por este primer millón de visitas. ¡Vamos a por el segundo!

lunes, 19 de febrero de 2018

Entrevista en La Voz de Galicia al Presidente de Lugo Monumental (sí, soy yo)...

Aunque tener un blog es un acto de cierto narcisismo, tengo que reconocer que la entrada de hoy, la entrevista que me hizo Laura López para La Voz de Galicia y que ayer publicó este periódico, me da un poquito de apuro, aunque no se lo crean. Sin embargo, al ser un tema de una asociación y no una cuestión personal, y siendo éste un blog en que recojo cuestiones del día a día y de Lugo y se cumplen ambos requisitos, me he animado a publicarlo. Espero que les parezca apropiado.

Foto de Carlos Castro para el artículo de La Voz de Galicia.
¿Por qué decidió volver a optar a la presidencia de la asociación?
Dejé Lugo Monumental al cerrar el negocio familiar, el Verruga, pero con la edición del libro de recuerdos y recetas del restaurante se generó una modesta actividad económica que justifica mi pertenencia a la Asociación, y por eso regresé. En cuanto a la candidatura a la presidencia, aunque hubo bastante gente que me lo pidió no tuvieron que insistir demasiado ni fue ese el motivo, para qué nos vamos a engañar, es que echaba de menos la actividad.

¿Qué balance hace de estos dos primeros meses al frente del colectivo?
Se cumplen el 27 de febrero esos dos meses. Hemos estado bastante ocupados reorganizando internamente la Asociación, pero también hemos estado pendientes de temas de interés para la ciudad, tanto de gran calado como el futuro de San Fernando, como de detalle con iniciativas sobre tráfico en zonas puntuales. Aunque es un periodo muy breve para hacer balance, estoy satisfecho del arranque. Ojalá podamos mantener el ritmo.

¿Cuáles son las prioridades que se marca en esta nueva etapa?
Las mismas que tenía en los años 2012 a 2015, porque lamentablemente todo sigue más o menos igual. Las iniciativas que propusimos siguen en un cajón y el casco histórico sale adelante pero no gracias a la labor de las administraciones, sino a su pesar. Incrementar las familias viviendo en el centro, realizar actividades atractivas, potenciar la Plaza de Abastos y dinamizar el casco histórico en su conjunto son nuestros objetivos básicos.

¿Con cuántos socios cuenta la asociación en estos momentos? ¿Iniciará una campaña de captación de socios?
Tengo que reconocer que estamos orgullosos de que en estos dos meses hemos crecido un 30%, y ya contamos con 80 empresas asociadas, que no es poco teniendo en cuenta que solo actuamos dentro de murallas. Creo que esto indica que parece que está calando nuestra forma de actuar. 

¿Cómo valora el servicio de limpieza y recogida de basura en el casco histórico? ¿Cuál es su propuesta?
El sistema de recogida de basuras no es malo, aunque por supuesto hay cosas a mejorar, como el tamaño de los camiones que circulan por el centro. La limpieza es otro cantar, ahí sí que se echa de menos mayor atención al detalle y que las máquinas pasen por ciertas zonas que parecen abandonadas desde hace mucho tiempo.

¿Qué opinión le merece la gestión del tráfico y aparcamiento en el centro? ¿Qué propone Lugo Monumental en materia de peatonalización, sistema de autobuses urbanos y aparcamiento (ORA, párkings...)?
Somos partidarios de la peatonalización del casco histórico, con accesos para garajes y transporte de mercancías como es obvio. Ahora mismo hay varios problemas, unos puntuales y otros genéricos, que nos hacen estar en un punto intermedio entre calles peatonales y no peatonales que no es positivo. 
Peatonalizar no es impedir el paso de coches, es dar alternativas. El transporte público en Lugo sigue siendo desastroso, con horarios absurdos y sistemas que costaron mucho dinero y que no funcionan. El usuario sigue sin tener buenos horarios y sin saber a qué hora pasa su autobús y eso es inaceptable.
En cuanto al aparcamiento, mejorar Santo Domingo ampliando el espacio para los vehículos es prioritario, como también lo es organizar límites de estacionamiento en lugares puntuales de la ciudad. Eso no quiere decir que vuelva la ORA ya que si la gente no quiere pagar por aparcar en un subterráneo menos lógica tiene aún pagar por aparcar en la calle.

Otra de las reivindicaciones de la asociación había sido la promoción de Lugo para iniciar el Camiño Primitivo y recuperar la credencial. ¿Cómo está este asunto?
Hubo un gran conflicto cuando se puso en marcha la Credencial, pero entendemos que está superado porque en Santiago dan la Compostela con la Credencial de Lugo, como no podía ser de otra manera ya que está avalada por el Obispado de nuestra ciudad. Por lo demás el tema está demasiado parado, ya que no se le ha prestado atención y las instituciones ignoran el Camino Primitivo de Santiago por razones que me resultan incomprensibles.
Lugo es la primera ciudad del Camino Primitivo desde la que se puede obtener la Compostela. Es el Sarria del primero de los caminos, y eso unido a que somos la Ciudad del Sacramento debería darnos una importancia que se soslaya. El Camino es una de las grandes oportunidades de esta ciudad.

¿Han recibido contestación del Concello a sus últimas propuestas sobre pasos de peatones sobreelevados en la Ronda y modificaciones para el acceso a garajes en San Marcos y el callejón das Estantigas?
No, no nos han contestado, aunque es cierto que tenemos pendiente una reunión con la Alcaldesa y hemos remitido a su equipo una serie de temas entre los que figuran esos puntos para que el encuentro sea de trabajo y no una mera cuestión formal.

¿Tienen en mente alguna otra propuesta o proyecto para poner en marcha?
Sinceramente, demasiados, pero intentaremos sacarlos adelante como siempre, con trabajo y con la colaboración de nuestros imprescindibles asociados. Somos una entidad muy modesta porque no solicitamos ni aceptamos subvenciones. Creemos que comprometerían la independencia de nuestro colectivo y esa política tiene un precio, el de tener que trabajar más para superar esa falta de medios, pero lo asumimos y pagamos con mucho gusto.

La entrevista

viernes, 16 de febrero de 2018

¿Qué pasa con la Banda Municipal de Lugo... y con la escuela?


La banda de música con su antiguo director al frente. Hoy están "descabezados"
Foto: La Voz de Galicia 

No son buenos tiempos para la lírica, porque si hay crisis lo primero que salta por la ventana son los lujos y lamentablemente en este santo país se considera la cultura como tal, mientras que son “cuestiones de Estado” cosas como el fútbol o el Sálvame del color que sea. Esa percepción inicial nos permite ser poco optimistas respecto a actividades tan tradicionales y tan nuestras como la banda municipal.

Aunque mi abuelo Cándido murió siendo yo muy pequeño, recuerdo claramente ir con él los domingos por la mañana a escuchar a la Banda tocando en el templete de la Plaza de España. Probablemente por eso asocio esos conciertos con los tebeos de Mortadelo y Filemón, el cine en el Gran Teatro, y los billetes de cien pesetas de Manuel de Falla que de vez en cuando caían como un maná del cielo y que nos permitían comprar cromos de E.T.

Sin embargo, más allá de los recuerdos personales de cada cual, la banda municipal es un bien público a proteger, y sin embargo está como está, con infinidad de problemas y con sentencias que han dado al traste con algunas iniciativas que se habían tomado para “rentabilizar” la inversión.

Los tradicionales conciertos en verano de la Banda
Foto: Cadenaser.com
Lugo cuenta actualmente con 18 músicos en la banda, número claramente insuficiente para una agrupación como esa. Como quiera que al Ayuntamiento le parecía un exceso tener a toda esta gente a sueldo para tocar una vez a la semana, se inventaron, con buen criterio, una “escuela de música” en que estas personas aprovechaban su tiempo en enseñar a los lucenses a tocar algún instrumento. La extraordinaria acogida de la gente hizo que se consolidara como uno de los puntos importantes de educación cultural de esta ciudad, pero como suele suceder en Lugo tuvo un rápido varapalo.

El sindicato CSIF recurrió ese “doblete” de músicos y maestros y logró, triste logro para Lugo, que los juzgados anulasen la modificación de la RPT por la que se permitía esa tarea adicional, con lo que los muchos usuarios de la Escuela están preocupados porque ven que por el momento no parece haber mucho futuro para una actividad que les estaba reportando grandes satisfacciones. Sigue funcionando, pero en falso, porque la sentencia está ahí pero no se ha ejecutado, cosa que por cierto supongo que puede traer problemas algún día porque a los juzgados no les hace mucha gracia que se les ignore.

Tampoco se puede obligar a los músicos a ejercer esas funciones, ya que sean laborales o funcionarios (hay de todo) sus contratos no contemplan entre sus tareas la de ser docentes, entre otras cosas porque los grupos a los que pertenecen no lo permitirían y hay músicos con titulación superior y otros sin ella, así que el berenjenal está servido.

Algunas actividades de la Escuela en la calle.
Foto: La Voz de Galicia
Pero no solo la Escuela de música tiene problemas, también la propia banda municipal como tal es un hervidero de conflictos. La jubilación del anterior director, Rosendo Ivorra, que además de tomar literalmente la batuta de la agrupación era el jefe de servicio desde el punto de vista administrativo, ha sumido en un caos a la banda, y no parece que tengan muy fácil salir, porque hay desde desencuentros personales a acusaciones de agresión entre sus miembros.

La jubilación de Ivorra tuvo lugar en noviembre de 2016, y era algo que obviamente se sabía porque los años no se detienen para nadie. Sin embargo, año y medio más tarde no hay nadie en su puesto y aunque desde el Gobierno probablemente se culpará a Rajoy no veo que las demás ciudades tengan el nivel de problemas de personal que hay en Lugo, ni antes ni después de la aprobación de esa supuestamente malvada Ley, pero que tampoco modifican los demás partidos ahora que el PP no tiene mayoría en el Congreso.

Si no hay director ni jefe de servicio, ¿quién dirige la banda? Buena pregunta. Hay una especie de director “alternativo” que no tiene tal nombramiento, con lo que nadie tiene por qué hacerle caso legalmente hablando, y una suerte de “directiva” para la escuela de música, pero cuya estabilidad es discutible a la vista de la sentencia. Por si eso fuera poco la parte de la Banda de Música como tal depende de Cultura y la de la Escuela de Música de Educación, así que tienen dos concejales a los que contentar. Complicado.

En cualquier caso el problema de fondo es que ahora mismo tenemos 18 personas que no tienen muy claro qué futuro les espera, además de todos los usuarios de la escuela, y que a la Banda ya no se le escucha tocar como antes. Esperemos que cuando mejore el tiempo y llegue la primavera recuperemos, como toda la vida, a la banda de música los domingos por la mañana y los jueves por la tarde. Personalmente la echo de menos.

jueves, 15 de febrero de 2018

Sírvase usted mismo

Echarse gasolina uno mismo te ahorra unos céntimos por litro, sí. Pero te la echas tú.

Cuando en Lugo se instalaron las primeras gasolineras de “sírvase usted mismo” en la antigua nacional VI las colas eran interminables, porque te ahorrabas una pasta en cada depósito. Siguen teniendo un precio muy competitivo respecto a las demás, aunque tengo la sensación subjetiva de que ya no hay tanta diferencia.

Una de las cadenas habituales que andan por ahí nos recomienda no acudir a gasolineras de autoservicio, con poderosos argumentos como el de la destrucción de empleos y que los seres humanos de a pie no estamos cualificados para manejar sustancias peligrosas por lo que podría ser un riesgo echarnos gasolina al coche.

Siendo sinceros este último argumento me parece un poco exagerado, una salida de pata de banco a la que agarrarse por decir algo, ya que si seguimos esa lógica tampoco podríamos tener en casa un litro de lejía porque es muy arriesgado que es un producto tóxico. No nos volvamos locos.

El argumento que sí puede ser interesante es el primero, el de la conservación de una larga lista de empleos que ya no es que sean los más estables del mundo ni mucho menos. Pero me llama mucho la atención lo específico de estas campañas, ya que solo nos hablan de gasolineras, obviando muchos otros sectores en que sustituimos a los trabajadores por el “sírvete tú mismo” para ahorrarnos unas perras, o a veces ni eso.

Los ejemplos más evidentes son el onmnipresente Ikea o la plaga de los McDonald’s. En ambas cadenas se sustituye la mano de obra profesional por la del propio cliente, que carga sus propias mercancías o hace largas colas para recibir su trozo de carne entre panes. Ahí no he visto yo hasta el momento protesta alguna, ni consideración hacia los empleos perdidos por los dependientes que prácticamente no hay en la mueblería sueca o los camareros inexistentes de la cadena americana.

Los seres humanos somos caprichosos y reclamamos una atención en las gasolineras que muchas veces no solo no echamos en falta sino que nos sobra en otro tipo de establecimientos. Cuando la gente entra a curiosear en las tiendas el amable “¿puedo ayudarle en algo?” que tradicionalmente era señal de buena atención ahora es poco menos que una molestia, porque lo que parece que gusta es revolver y cotillear sin que nadie venga a dar la brasa. Esa es una de las razones, probablemente, de que los comercios tradicionales de Lugo vayan perdiendo terreno frente a la todopoderosa Zara y las demás cadenas que ocupan cada vez más bajos en nuestra ciudad.

En paz descansen. Menos mal que aún quedan
tiendas especializadas con encanto
Otro de los ejemplos de cabecera, tan extendido que ya es la norma, son los supermercados. ¡Qué tiempos aquellos cuando abrió Carrefour en las Saamasas (Continente de aquella) y era un acontecimiento social bajar con el coche a llenar el maletero! Ya había los Gadis y alguna cadena más, pero nada que ver. Se había acabado el colmado donde te atendían y te ponían lo que pedías. Recuerdo el de Concepción Arenal esquina Camiño Real con mucho cariño, y las tiendecitas de barrio en La Milagrosa de cuando era muy pequeño. Ahora eres tú el que coge el carrito y va de lineal en lineal comprando algunas cosas que necesitas y otras muchas que no.

Hemos picado como tontos, y creemos que es el no va más de la comodidad el hacer nosotros mismos las cosas, y quizás el sistema tiene sus ventajas para el consumidor, pero desde luego más tiene para la empresa que puede atender a cientos de clientes con cuatro o cinco empleados, cosa inimaginable hace unas décadas. Llegaremos al día en que el contacto humano profesional se reduzca a las profesiones en que es indispensable tener gente delante, y aún así veremos cómo éstas se van reduciendo porque es más barato mantener un cajero automático en la calle que un empleado en una oficina.

¡Claro que todo tiene sus ventajas!, pero por favor, antes de entrar a compartir campañas piensen en si son o no son arbitrarias, porque todo es una forma de llevar el agua a tu molino.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Necesitamos un debate serio sobre el cuartel de San Fernando

Una de las vistas del posible colegio en San Fernando según la visión presentada por Ciudadanos
Recoge La Voz de Galicia de hoy que la Xunta considera que no es necesario un nuevo colegio en el casco histórico porque sobran plazas. Este titular parece dar la razón a quienes apuestan por el uso de San Fernando como Museo, pero claro, siempre que cojamos el rábano por las hojas. Veamos por qué:

Por un lado es sorprendente que los que claman contra la administración autonómica por no querer hacer el museo en el viejo cuartel alegando que hay demasiados museos en la ciudad acepten sus mismos argumentos cuando no quiere hacer el colegio en el viejo cuartel alegando que hay demasiados colegios. Como mínimo es chocante, no me dirán que no. Es como cuando el Ayuntamiento, que tan preocupado se muestra con el respeto al edificio como BIC, maltrata a su propia sede como les decía en el artículo del lunes. Al final lo que nos dejan es la sensación de que sólo es una lucha política y que Lugo es lo de menos.

Por otra parte, el argumento de que no se piden plazas es engañoso, ya que el único colegio público de la zona, el Quiroga Ballesteros, está como está y tiene las instalaciones que tiene, con lo que difícilmente va a ser la primera opción de alguien. Para hacerles un paralelismo, es como argumentar que Lugo no necesita mejorar el tren porque hay muchas plazas vacías, una lógica aparentemente sólida pero perversa. ¿Qué ha de ser antes, el huevo o la gallina? ¿Los servicios o su demanda? ¿Aceptamos que si un hospital tiene algunas camas vacías se dejen de mejorar sus servicios?

Con todo esto parece que sigo apostando claramente por el colegio en San Fernando, y así es, aunque tengo que decir que el lunes por la tarde un amigo se sentó conmigo a explicarme sus sólidas razones por las que ese espacio ha de ser un Museo de la Romanización. Me expuso argumentos de peso que hasta ahora no había escuchado ya que los que he visto defendiendo este asunto lo resumen en “un Colegio no puede ser y hace falta el museo”, y claro eso es poco decir.

Algunos de los restos que hay en San Fernando
San Fernando es un yacimiento arqueológico en sí mismo. Hay restos de lo que parece ser una domus en una de sus esquinas, con hipocausto y todo, y otras áreas del viejo cuartel parece que también son susceptibles de tener numerosos restos. Supongo que Santa María también tendría, porque en esa zona estaba el campamento original romano que dio origen a la ciudad, así que en eso podríamos estar a la par, si bien no siempre la calidad de los yacimientos es la misma.

Además de eso, el espacio del cuartel, según sus datos, llegaría para el museo. Es una de las cuestiones que más me han preocupado siempre porque me parece absurdo tener los restos desperdigados por varias ubicaciones, y en eso reconoció que es probable que si se hace en San Fernando tuviéramos que tener fuera de esa localización almacenes, pero con piezas menores de las que no tienen un excesivo valor.

La conversación que tuve con esta persona, un reconocido arquitecto de la ciudad, tuvo lo que echo en falta en el debate sobre este asunto: datos, argumentos, razones y motivos. No se trata de ver quién la tiene más larga o quién puede más, sino de qué es lo mejor para el casco histórico y para Lugo en su conjunto. Les diré que no es que me convenciera, pero sí que me ha hecho volver a replantear el asunto desde cero, que es la forma de ver estas cosas, y es cierto que hay argumentos de peso para cualquiera de las dos posturas.

Un debate público, abierto, con datos y con argumentos me parecería lo más razonable. A pesar de lo que pueda parecer en ocasiones por la vehemencia con la que defiendo mis opiniones, no soy una persona difícil de convencer, sólo hay que darme mejores argumentos que los míos. Habrá que poner ambas posturas en una balanza pero, por favor, sin más interés que el de nuestra ciudad. Todo lo demás sobra.

lunes, 12 de febrero de 2018

Pocas luces... y tapadas


La sensibilidad hacia los edificios históricos parece ser algo escaso en nuestra ciudad. En Lugo se veía con impasibilidad cómo caían fantásticas construcciones como el edificio de la eléctrica de la plaza del Ferrol, cómo viejas casas de piedra iban siendo sustituidas por mamotretos de hormigón y metal, o que edificios en lugares clave como el fondo de la plaza de España se coronaban con plantas adicionales que son aberraciones urbanísticas. 

El mismo tipo de personas que firmaron los permisos para aquellas barbaridades o que las contemplaban sin decir esta boca es mía vuelven a guardar silencio o a ser incluso cómplices necesarios cuando vemos que se maltrata al patrimonio de la ciudad, y el poco cuidado que hay para la conservación de edificios históricos. Para muestra un botón. 

Durante estos días de Carnaval el clima no está siendo el mejor del mundo. La insistencia que las instituciones lucenses tienen en promocionar esta fiesta es digna de mención, ya que cual Felipe II se envía a la Armada a una tormenta perfecta que hace que en este caso sea complicado animarse a salir disfrazado a la calle. Para paliar los efectos de la lluvia, han instalado nuevamente unas carpas en la plaza de España donde refugiar a los valientes que se atreven a carnavalear (si es que tal verbo existe) por ahí, cosa que está muy bien pensada y que habría que aplaudir… si no fuera por el “cómo”. 

El círculo rojo señala que los daños sí son reales en ocasiones
si bien esto fue anterior a la propia carpa.
Frente al Ayuntamiento se han instalado dos carpas. Una está muy bien, en la zona de la explanada que está más hacia los jardines. El problema es la otra, que se pone tapando la iluminación de Carnaval, que se convierte en un borrón a través del plástico de la carpa, y para mayor fantasía se ata ¡al edificio! Sí, ya sé que unas cinchas no van a tirar las enormes pilas de piedras que llevan ahí siglos, pero es llamativo que precisamente en una de esas bases todavía está la huella de los últimos daños causados a un inmueble que debería ser mimado por lo histórico y lo simbólico. Será que no hay plazas en el centro donde montar carpas, o será que quienes las ponen no tienen muchas ganas de andar por la calle con este frío. 

Francamente, será que estamos de puente o que me canso de repetir estas cosas, pero ya no sé cómo decir que hay que tener un poquito de cuidado… ¿será la clásica prédica en el desierto?

Muy bonitas las luces, supongo.

viernes, 9 de febrero de 2018

Otro magnífico edificio de Lugo que me da que va a quedar abandonado

La entrada de las instalaciones de ASPNAIS, que en breve quedarán vacías.


Cuando les digo que en Lugo no tenemos remedio en ciertas cuestiones no lo hago por decir, sino porque me resulta una dolorosa realidad. Ayer, contestándome a lo de la propuesta del Colegio en San Fernando una persona de Lugonovo me indicaba que es imposible porque hay un informe municipal que dice que sería ilegal. Consultada tal cosa, resulta que ahora me cuentan que tal informe no existe, que fue simplemente una “opinión de pasillo”, un comentario que dijo el primero que pasó por allí. El de En Marea (bueno, ya saben que se ofenden mucho si uno dice que son de Podemos, o de En Marea, pero la confusión interesada en épocas electorales les molesta menos, pero ya saben de qué hablo) insiste en su existencia. Pues nada, habrá que pedir por escrito que se aclare esta cuestión para ver quién nos está tomando por idiotas.

La desconfianza viene de esa costumbre tan arraigada y muy pedestre de inventarse argumentos si no los hay, y achacar las opiniones personales y subjetivas a “informes técnicos”, como aquel del servicio de economía que decía que los argumentos que se presentaban contra las tasas de ocupación de vía pública eran una estupidez, aunque luego Su Señoría los aceptó y anuló parte de esas tasas. No todo lo que firma un técnico es cierto, sino una opinión, autorizada, pero opinión a fin de cuentas. Las decisiones las tienen que tomar los políticos, que para eso están, y los técnicos han de hacerlas viables o dar razones objetivas para descartarlas, pero no imponer su criterio por razón de un título. Si quieren gobernar, que se presenten a las elecciones… y ganen.

El Cuartel lleva tres lustros vacío. Casi prefería que siguiera ahí el ejército durante todo este tiempo, que al menos lo tenía funcionando. Pero Lugo funciona así. Dejamos que las cosas se estropeen para después gastar ingentes presupuestos de dinero público en arreglar lo que con una fracción estaría en perfecto estado.

Otro ejemplo de falta de previsión: todos sabemos desde hace años que ASPNAIS abandonará en breve las instalaciones que tiene en la Rampa de Claudio López. Han realizado en un plazo brevísimo la adaptación del San José, algo apropiado para una entidad privada, ya que si fuera un tema de la administración a estas alturas aún estarían redactando las bases de adjudicación del proyecto de demolición de las zonas a eliminar, por decir algo.

La espectacular parcela donde está ahora ASPNAIS
La que deja ASPNAIS es una impresionante parcela de más de 3.000 metros cuadrados, con otra pegada de otros 4.000 y con edificaciones de 4.000 metros cuadrados construidos. Vale que estarán un poco desfasadas, pero no me dirán que no sería un sitio magnífico para hacer una residencia de personas mayores, con un extraordinario jardín que se podría abrir al público, con centro de día e instalaciones de todo tipo. Ya lo mencioné en este mismo blog hace un año, pero lógicamente nadie me hizo caso, por eso insisto.

El centro de ASPNAIS es de la Xunta, otro melón que a ver para qué se usa. ¿Pasará años cerrado a cal y canto, pudriéndose y deteriorándose? ¿Dejarán de funcionar los ascensores y las máquinas por falta de mantenimiento? ¿Se pudrirán las puertas y ventanas, se romperán los cristales y habrá vandalismo en un espacio tan amplio? ¿Se dejará de cuidar el jardín?… Todo eso se podría evitar con un poquito de previsión.

Sabemos que ASPNAIS se trasladará en este año, puede haber una duda de unos meses, pero lo hará. ¿Hay algún plan para usar el espacio que deja? Lo dudo bastante, porque ya nos lo habrían vendido cien veces con ruedas de prensa y gráficos de colores. Probablemente habrá que darle un repaso a las instalaciones, claro, pero nada que ver con las extraordinarias cifras que costará ponerlo a andar dentro de diez años, cuando tengan a bien despertarlo del letargo que en breve comenzará.

A día de hoy tiene 39 habitaciones, fácilmente ampliables porque espacio hay para dar y tomar. Lejos de las más de doscientas plazas de las Gándaras, lógicamente, pero no todo tienen que ser grandísimos complejos, la residencia de mayores de La Milagrosa tiene 50 por ejemplo.

En cualquier caso lo que no puede pasar es que esto sea otro mamotreto vacío, muerto del asco. Miren cómo está el antiguo hospital de Castro, abandonado a su suerte por la Diputación. ¿Pasará igual aquí? Tiene todas las trazas.

El hospital de San Rafael, abandonado a su suerte. Foto: La Voz de Galicia

jueves, 8 de febrero de 2018

Censura 2.0

El puzzle del delito
Tengo miedo. Verán, en la entrada de casa tengo un puzzle de 8.000 piezas y de casi tres metros de largo que reproduce los frescos pintados por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. Hasta hoy me parecía una impresionante obra de arte, pero estoy empezando a temerme que sea un delito, porque salen figuras desnudas y es posible que sean ángeles o santos o algo así y me puedan meter en la trena por tener eso en casa por un delito de odio contra la religión, o por una falta de respeto a vayan ustedes a saber lo qué. Vale que debajo de esos dibujos se elige al Papa y que lleva ahí unos cuantos años sin que nadie haya protestado, pero tal y como se están poniendo las cosas no me parece algo a tomarse a la ligera y como nos pongamos tontos acabamos como los del Estado Islámico, cargándonos obras de arte porque son inmorales.

La gran ofensa. ¡En Instagram!
Supongo que habrán visto la noticia del chaval al que le han cascado 480 euros de multa por un fotomontaje que hizo y que subió a Instagram en que sustituía la cara del Cristo de nosequé de Jaen por la suya. La cofradía que saca la imagen a pasear se ofendió mucho y lo denunció, y sorprendentemente Su Señoría consideró que tenían razón y que había motivos para condenar al muchacho.

En mi opinión se nos está yendo la pinza definitivamente. ¿En qué cabeza cabe que se pueda sancionar a alguien por semejante tontería, por poner en un cartel DE CARNAVAL una imagen de un señor disfrazado de Papa o por cosas de ese estilo? Ya ni siquiera hablamos de la sagrada libertad de expresión, sino de puro sentido común, de que nos tomamos las chirigotas carnavalescas como ofensas y las idas de olla de un chaval en redes sociales como una cuestión de Estado que hay que castigar mientras, eso sí, a Liñares lo tratamos de usted por la calle, seguimos sin saber quién fue el Señor X del GAL porque eso no interesa, la financiación de los partidos es la cueva de Alí Babá, y a Bárcenas hay que hablarle con la debida consideración, no sea que le parezca mal que le llamen chorizo.

Las normas tienen que ser claras, pero también tienen que ser limitadas y razonables. Es cierto que tampoco podemos meter en el cajón de la libertad de expresión las barbaridades que cada uno quiera decir para conjurar sus demonios internos, y si alguien quiere disfrazar de arte la amenaza o la vejación hablamos de otro asunto.

A mí personalmente no me parece mal que multen a un tío por decir en una canción que hay que descerrajar dos tiros en la cabeza al Rey, igual que me parecería fantástico que lo multaran por decir eso mismo del pescadero de la esquina, el frutero o el guardia urbano. Lo importante no es el cargo, sino la amenaza, así que si algo me sobra en la famosa sentencia del rapero ese al que condenaron hace poco no es su delito de amenazas, sino lo de las “ofensas a La Corona”. Ese camino es peligroso, porque las ofensas son subjetivas y La Corona debería tener la piel algo menos fina, sobre todo si se le mentan a los elefantes o las queridas, algo que ha salido en toda la prensa del mundo mundial. También es cierto que al rapero no se le condenó por esto último sino por lo de las amenazas, que es otro asunto que sobrepasa claramente la libertad de expresión.

Pero una cosa es una amenaza, la exaltación del terrorismo o cosas similares y otra muy diferente esta especie de Censura 2.0 en la que hay que tener un cuidado terrible cada vez que se abre la boca. Los mismos que defienden que se pueda hacer un cartel de Carnaval con un Papa ponen el grito en el cielo si una chica va enseñando mucha carne porque es sexismo, y callan si un tío muestra la suya, que se ve que eso está bien (los anuncios de colonias con tíos en ropa interior se ve que no son sexistas sino “arte”, digo yo). Las mismas personas que ven en cincuenta sombras de Grey (por cierto no lo he leído) el nuevo Kamasutra a pesar de que por lo visto es un manual de sado dicen que las mujeres no pueden ser azafatas en las carreras de coches (maldita la gracia que les haría a las chicas quedarse sin trabajo), y los que afirman que los enanos no pueden hacer anuncios de precios pequeños de telefonía móvil son los que claman por la igualdad de oportunidades laborales. Los que defienden que los niños no pueden hacer nada navideño en el cole porque es ofensivo meterles asuntos religiosos en el centro educativo, se vuelven locos para disfrazarlos de demonios, brujas y cadáveres ambulantes por Halloween… y así podríamos seguir.

Agustín González acusando a todo bicho viviente de un
"contumaz regodeo en la concupiscencia"
Toda esta gente debería ver la película “La Corte de Faraón”. Es de los años 80 pero está ambientada en el franquismo y uno de los personajes que más me gustan es un cura encarnado magistralmente por Agustín González. Como buen censor el cura de marras veía pornografía y ofensas por todas partes, incluso donde no las había, y si uno lee los informes reales de la censura se da cuenta de que muchos eran una panda de enfermos y obsesos que trasladaban a los demás su retorcida visión del mundo. Ahora volvemos a las andadas, pero atacando por todos los frentes imaginables.

Miren el buen gusto no se puede regular. ¿Que el fotomontaje del chaval de Jaén no le gusta? Pues lo bloquea en el Instagram y listo. ¿Que el Carnaval le resulta ofensivo? Pues oiga, váyase de vacaciones a Irán durante esos días porque precisamente se inventó para ser irreverente… Y por favor, no me vengan con lo de "pues que se metan con los árabes, que con esos no se atreven" porque el fundamentalismo ajeno no justifica el propio. Si no por esa regla de tres los tribunales islámicos harían razonable que vuelvan las hogueras de la Santa Inquisición.

El problema es que le dan tanta importancia a estas tonterías que no solo logran distraernos de cosas más importantes sino que encima acojonan al más pintado para dibujar, escribir o hablar de cualquier asunto, no sea que se ofenda alguien. La represión ha vuelto, y ahora es peor porque todo hijo de vecino se ha sacado el carnet de censor.

miércoles, 7 de febrero de 2018

Un colegio en San Fernando


El viejo cuartel de San Fernando (Imagen de Google Earth) sigue esperando un destino.

En el año 2014 la Asociación Lugo Monumental se vio obligada a recurrir a la Fiscalía para pedir que se estudiase el deterioro del Cuartel de San Fernando, lo que provocó que al menos se hicieran obras de consolidación para frenar su deterioro. Lamentablemente hoy seguimos debatiendo sus usos.

Ayer el historiador Adolfo de Abel Vilela defendía en ese edificio un Museo de la Romanización. Desde Lugo Monumental consideramos que ese museo es tan necesario para esta ciudad como lo es el Gugghenheim para Bilbao o El Prado para Madrid. Nuestro pasado romano merece el protagonismo que siempre se le ha negado, y hay almacenes llenos a rebosar de piezas que en cualquier otra ciudad serían por sí mismas objeto de estudio y de exposición… Ese Museo es necesario, pero no en San Fernando.

El enorme Hogar de Santa María, una ubicación perfecta
para el Museo de la Romanización. (Imagen de Google Earth)
Cuanta más importancia le damos al depósito arqueológico de Lugo más sentido tiene elegir el Hogar de Santa María como sede del Museo, aunque sea por una cuestión de espacio. Los 5.280 metros cuadrados de San Fernando palidecen frente a los 12.632 de Santa María, que está en una parcela de casi 20.000, y cuyos actuales servicios son relativamente fáciles de trasladar. ¡Será por inmuebles públicos sin uso en Lugo! El Museo de la Romanización necesita mucho espacio porque debe contar con grandes áreas de depósito de piezas no expuestas, zonas para investigación, laboratorios, despachos, biblioteca… y todo eso no cabe en la parcela de la Plaza del Ferrol pero sí en Santa María.

En cuanto al coste… en lugar de hacer ese museo el Ayuntamiento ha enterrado millones de euros en el infrautilizado MIHL, un juguete que como sucede con los regalos navideños caros de los niños caprichosos, ha sido arrinconado porque ahora toca dar todo el protagonismo a la vieja Cárcel. Por su parte la Xunta de Galicia ha incumplido sistemáticamente su promesa de utilizar el viejo cuartel para el Museo, como incumplió su proyecto de auditorio, que se fue del centro donde debiera haber estado por razones que todavía no han sido aclaradas.

Modelo de ciudad viva:

En Lugo se echa de menos un plan de ciudad y de sus barrios. ¿Qué queremos hacer del casco histórico de Lugo? ¿un parque temático para turistas o una ciudad para vivir? ¿un modelo que busque mareas de visitantes como Santiago de Compostela o un barrio vivo y habitado como el centro de Pontevedra? El turismo es una innegable fuente de riqueza pero también es un depredador que se cobra un precio muy alto, y si lo dudan visiten la otrora paradisíaca Playa de las Catedrales.

Desde Lugo Monumental queremos un barrio en que los lucenses deseen vivir, con familias disfrutando de sus calles peatonales, pequeños comercios en que conocen a sus clientes por el nombre, con esa hostelería acogedora que nos ha hecho famosos en todas partes... Si además logramos atraer turismo, será fantástico, pero no podemos basar nuestro modelo de casco histórico en una especie de Disneylandia romana.

Para fijar población el servicio más demandado por las familias es la educación. El único colegio público del recinto amurallado es el Quiroga Ballesteros, claramente insuficiente, y de ahí la idea de llevarlo a San Fernando. Quien considere que ese espacio es “demasiado bueno” para ser un centro educativo se equivoca. Ningún edificio lo es. Los colegios tendrían que ser palacios, catedrales del conocimiento para formar a los lucenses del mañana. Nuestro futuro, el futuro de Lugo, no merece menos.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 7 de febrero de 2018