martes, 25 de agosto de 2015

Vendrán tiempos mejores

Cuando El Progreso me propuso escribir estas líneas sobre mi Lugo querido, la primera frase que me vino a la mente fue que la nuestra es la ciudad que no acaba de despegar. “Demasiado negativo”, pensé, pero creo que la sinceridad es lo único que puede hacer que reaccionemos colectivamente evitando la tradicional impasibilidad que nos caracteriza.

Somos la única capital de Galicia donde el AVE ni está ni se le espera; la ciudad que despilfarra 11 millones de euros en un museo al que hay que llevar a los visitantes a punta de pistola mientras su población no puede darse un chapuzón en una playa fluvial con la que cuenta casi cualquier municipio de la provincia; la que sigue esperando sin reaccionar – salvo en campaña electoral – que el infarto nos dé en horario de oficina porque continuamos sin los servicios prometidos para un hospital, por lo demás digno de Star Trek; somos esa urbe cuya web de turismo no funciona tras lustros de inversiones escandalosas en algo que cualquier quinceañero con un poco de imaginación puede crear en un par de semanas; la que pasa con temor por delante del cuartel de San Fernando por si le cae en la cabeza un trozo de cornisa del que desde hace 15 o 20 años iba a ser un museo…

Hay un libro editado en 1993 por el Colegio de Arquitectos de Lugo que me enfada particularmente. Se lo recomiendo. Se titula “Sempre en Lugo” y es una comparativa de las estampas de su año con imágenes de las mismas ubicaciones en el pasado. Es la prueba gráfica del patrimonio destruido en esta ciudad en los últimos cien años y demuestra que permitimos la pérdida de un capital arquitectónico y urbanístico que nos daba personalidad para sustituirlo por edificios descafeinados creados al discutible gusto de los promotores. Es triste ver que se podría hacer una nueva edición añadiendo las fotos de hoy en día porque hemos seguido por ese camino, el de la falta de respeto a lo que esta ciudad fue y aún podría ser. Como ejemplo baste la reforma de lacalle San Marcos, que debía haber sido un gran espacio público en lugar de la espantosa, inútil y fría plaza que nos han dejado.

A pesar de todo esto, como dice la canción, “y sin embargo, te quiero”. No cambiaría mi Lugo por nada… o quizás por un Lugo mejor.

Tuvimos un chispazo de gloria con la declaración de la Muralla como Patrimonio de la Humanidad y la peatonalización del casco histórico, valiente medida ejecutada por Joaquín García Díez, hitos que recuperaron el orgullo de ser lucenses, y hay que seguir por ese camino.

Soplan nuevos vientos en las administraciones locales, y confío en que traerán tiempos mejores, en que pondremos sobre la mesa el espíritu luchador de María Castaña, el de la ciudad que protagoniza el escudo de Galicia, la de la única Muralla Romana completa del mundo, la del Padre Miño y del primer Camino de Santiago, un lugar donde se respira con tranquilidad y se vive muy bien. Solo necesitamos encontrar la mejor versión de nosotros mismos y trabajar para que nuestra ciudad, el lugar donde vivimos, exprima su potencial. Y lo haremos juntos.

Artículo publicado en El Progreso del 24 de agosto de 2015

sábado, 22 de agosto de 2015

De democracia, valentía y otras hierbas

Ya sé que es sábado y que publico a ratos, pero ya les advertí que estos días estoy de vacaciones y escribo a ratos muertos, y este Lugo nuestro bulle de actividad estival (:D) así que no tengo tiempo a nada. Pero hoy me apetece, porque quería comentarles lo de la dimisión de Tsipras.

Hace unos meses, concretamente el 25 de enero, Syriza ganó las elecciones griegas quedándose a un paso de la mayoría absoluta. La tercera fuerza más votada fue un partido neonazi. La lectura de Pablo Iglesias fue aquello del “tic, tac” y hablaba eufórico de que el líder de la formación “hermana” de Podemos no sería un delegado de Merkel. La democracia había hablado y Grecia tenía un presidente de izquierdas, valiente y que escuchaba a su pueblo.

Solo 24 horas más tarde ya se vieron en un aprieto para justificar por qué el bueno de Tsipras se había apoyado en la derecha nacionalista para apuntalar su gobierno. Optó por los antieuropeístas aunque en días anteriores les llamaran “ultraderechistas” con más o menos disimulo. Los primeros sorprendidos supongo que serían los votantes de Syriza. La democracia había hablado y Grecia tenía un presidente que ya no era de izquierdas, pero sí valiente y que escuchaba a su pueblo.

Cuando tras el rotundo “no” del referéndum Tsipras dio un giro copernicano y pese al apoyo del pueblo griego a un enfrentamiento con la malvada Troika su gobierno aceptó unas reformas mucho más duras que las que habían hecho los de “la casta”, Pablo Iglesias tuiteó su apoyo “al pueblo griego y a su gobierno frente a los mafiosos”. Vamos que el pobre Alexis no tenía culpa de nada. “Es tristemente lo único que podía hacer”, decían tras afirmar en días anteriores que había llegado el momento de rebelarse contra los recortes y el “austericidio”. La democracia había hablado pero Grecia tenía un presidente que ni era de izquierdas, ni era valiente ni escuchaba a su pueblo.

Ahora resulta que tras la dimisión de Tsipras, que abre la puerta a que se le ofrezca formarlo a Nueva Democracia, y si éstos lo rechazan, a los neonazis de Amanercer Dorado. Pero según Podemos esto es una muestra de “responsabilidad” y una “lección de democracia”. Ya no se sabe quién ha hablado y Grecia ni tiene presidente.

¿Este es el modelo que nos proponen? ¿Prometer lo imposible, cabrear a media Europa, doblegarse ante los que insultan y luego salir corriendo? Pues estamos bien.

Si Podemos pretende tener una mínima credibilidad debe mantener su discurso crítico con los que aplican las políticas de “austericidio”, aunque sea su “partido hermano” de Grecia. La cuestión es que Iglesias sabe perfectamente que no necesita credibilidad alguna porque obviamente quienes apoyan sus contradicciones son los mismos hooligans que evitan criticar al PP cuando el ministro del Interior se trae al despacho a Rato a tomar un café o los que creen que Pedro Sánchez es un visionario al proponer que desaparezca el Ministerio de Defensa.

He de decirles que el fracaso de Syriza en Grecia no me hace ninguna gracia. Creo que habría sido una gran cosa que se encontrara un camino más fácil de andar que el de los “ajustes” o “recortes” (la denominación no cambia su contenido) pero va a ser que no. Mientras Grecia se sigue hundiendo España resurge de sus cenizas, y aunque por ahora solo asoma el pico la cosa va como va: en el buen camino.

Reconozco que Pablo Iglesias nunca me ha caído bien, lo que imagino que jamás se habrían imaginado. Me parece una especie de telepredicador metido a político que se ha aprovechado de una corriente de descontento importantísima, y que será el responsable de apuntalar ese bipartidismo que tanto dice denostar.

Veremos qué pasa en diciembre.

jueves, 20 de agosto de 2015

Volverán las oscuras banderolas

Volverán las oscuras banderolas, en tu balcón sus gritos a colgar, y otra vez el voto a tus cristales, jugando, pedirán.

¡No me digan que ya tenemos hemodinámica 24 horas, radioterapia y medicina nuclear! ¿Ah no? ¡Pero si no hay manifestaciones, ni protestas, ni notas de prensa, ni menciones en los medios, ni largas parrafadas en Facebook, ni campañas de ningún tipo! ¿Cómo dicen? ¿Que ahora no toca? ¡Ah, claro, no hay elecciones!

Esta especie de “pax romana” que se ha instaurado en nuestra ciudad durará lo que tarde Rajoy en decidir la fecha de las próximas elecciones generales. Entonces la preocupación volverá a instaurarse en nuestras conciencias, vía asociaciones subvencionadas generosamente para ello, y no descartemos una nueva manifestación, aunque quizás todo ello menos cargado de bombo porque no podrá ser adecuadamente compensados debido a los cambios del colorido de algún edificio público.

La Manifestación - Foto de El Progreso
Estoy deseando que se convoque otra manifa, porque tengo mucha curiosidad por ver si el despliegue de medios es el mismo. Dicen las malas lenguas que de las imprentas de alguna institución (provincial, para más datos) salió mucho del material que se distribuyó en la campaña electoral, perdón, reivindicativa (no sé en qué estaba yo pensando). Siguiendo el sagrado principio de la presunción de inocencia pongo en barbecho esta afirmación y la cito como un “díxome díxome” de dudosa credibilidad, a efectos de cotilleo.

Una vez más he de recordar a los malpensados, que son legión, que siempre he defendido el tema de los servicios para el HULA, incluso ahora que no hay cita electoral de por medio, pero al igual que con otras reivindicaciones justas como el “no a la guerra” (¿quién puede estar a favor de ella?) o “nunca máis” me molesta el uso torticero y partidista que se hace.

La torpeza del PP en este asunto, que llevó el tema de la peor forma posible, hizo que muchos de los 7.700 votos que perdió en las municipales se puedan explicar por este tema, aunque por supuesto no en exclusiva. Ahora que se acercan las generales, los viejos cañones de artillería volverán a disparar contra las gaviotas (lo que demonios sea el bicho ese del logotipo, que por lo visto no es lo que todos creemos que es) y probablemente por pocas que liquiden, alguna caerá.

Lo del trabajo lento y silencioso es muy bonito pero poco práctico. Cuando te enfrentas a un problema como este, es imposible contrarrestarlo con un clamoroso silencio, y mucho menos con las reiteradas meteduras de pata sobre un asunto tan serio como la supervivencia de los lucenses. Se hablaba de un informe técnico. ¿Se ha hecho? ¿A qué esperamos? No me digan que están recopilando datos, porque no me creo que no les valgan los de las décadas anteriores, que lo de apuntar las cosas se viene haciendo desde hace ya una temporada considerable.

Pero todo esto ahora no está sobre la mesa, porque no toca. Igual que cuando Besteiro se ofreció a financiar la hemodinámica de 24 horas a un mes de las municipales después de haber ignorado tal posibilidad durante tres años, porque sería más rentable en las urnas (y lo fue, aunque no lo suficiente). Es cuestión de oportunidad, y todos esos prohombres tan preocupados por la salud de todos los vecinos de Lugo ahora están de relax, que es un coñazo sacar las pancartas todos los días, y más cuando no hay compensación a la vista.

Lo dicho, en cuanto se convoquen las generales.

lunes, 17 de agosto de 2015

Deportes minoritarios, deportes gloriosos

Gracias a Carolina Marín, que ha ganado de nuevo el campeonato del mundo de bádminton, les voy a hablar de deportes, tema del que tengo tantos conocimientos como, aproximadamente, de física nuclear así que no se enfaden si meto mucho la gamba. 

No me voy a referir a grandes cuestiones de las que tengo poca idea, sino de lo injusto que es el mundo de los deportes en general. Resumiendo la idea principal en una frase, parece que tienes más gloria si eres jugador de un equipo corriente de fútbol que si eres el mejor del mundo en otras disciplinas, porque los que juegan en competiciones ajenas al césped y las porterías están relegados a un segundo plano en el mejor de los casos. 

Jose Cuba - Foto de loitaolimpicavilalba.blogspot.com
Hay excepciones puntuales, como Rafa Nadal, que al ser repetidamente número uno del mundo consiguió atraer la atención, o Fernando Alonso, Induráin o el siempre glorioso Ángel Nieto (a pesar de que se le siga negando, de forma incomprensible, el Príncipe de Asturias a quien fue campeón del mundo 13 veces), pero se suele tratar de cuestiones meramente anecdóticas en un mundo dominado absolutamente por el fútbol y, en segundo orden, por el baloncesto y otros deportes. 

Incluso en nuestra propia esfera somos bastante injustos. Me resulta inconcebible, por ejemplo que muchos lucenses no sepan quién es José Cuba, un coloso que ha ganado 12 veces el campeonato de España de lucha libre y que encima es un tío de lo más normal, que cuando hay que arrimar el hombro lo hace sin ningún tipo de aspavientos. O que sigamos, no voy a decir despreciando que es una palabra muy fuerte pero sí ignorando relativamente al EMEVE, que lleva el nombre de Lugo por toda España. Con estos últimos no soy muy objetivo porque mi hermana jugó en tiempos en El Mejor Equipo de Voleibol de España (esas son las siglas). También tenemos en atletismo grandes figuras en Lugo, que son desconocidas para la mayoría. 

Ramos Misioné - Foto de praza.gal
El problema de fondo es que hay demasiados deportes. 36 categorías, por ejemplo, con 298 competiciones en los Juegos Olímpicos, mientras que en su comienzo (en la nueva etapa, claro) había 10 deportes con 43 competiciones. Hay mucho donde elegir, incluso demasiado. 

Pero es sorprendente que mientras las peleas por retirar a gente del callejero por motivos políticos enzarzan a los grupos cada cierto tiempo (supongo que cuando se acuerdan) los homenajes a nuestros deportistas locales sean tan escasos. El único al que se ha dedicado una calle, al menos que yo tenga noticia, es Ramos Misioné, que además debe de ser de las pocas personas que tienen este honor estando vivas, pero es que tener dos medallas olímpicas no es ninguna coña. 

También se ceba esta injusticia en la financiación de los equipos, ya que mientras para el Breogán o el Lugo sale el dinero de debajo de las piedras (los “préstamos” de las administraciones para lo del C.D. Lugo aún darán mucho que hablar, ya lo verán) equipos que están en lo más alto del panorama nacional tiene problemas económicos porque no es sencillo que consigan cerrar un presupuesto con las propinejas que les caen. 

Si les gusta el deporte anímense a bajar a ver al EMEVE, o a acercarse a ver un partido del Prone (ahora Azkar Lugo por aquello de los patrocinios). A lo mejor hasta les gusta y pueden apoyar deportes muy importantes para la ciudad, porque están en lo más alto.


viernes, 14 de agosto de 2015

Vox Populi, Vox Dei


La comisión de fiestas del barrio de A Milagrosa ha decidido traer como pregoneras a Rosa Benito y Chayo Mohedano, que también darán un concierto. Y se ha armado.

Noticia sobre "las milagrosas" en la web de El Progreso
No soy tan pijo como para decirles que no me sonaban los nombres, pero sí es cierto que no sabía quiénes eran. Son gente que se me hace conocida de oídas como Mila Ximénez pero que no sé situar porque no tengo ni idea de si son exmaridos, exmujeres, examantes o exfamiliares de algún famoso o algo por el estilo. Sí soy capaz de situar algo mejor en cambio a otras personas como Karmele Marchante, Lydia Lozano o María Patiño aunque solo sea por las coñas que hacen en muchas programas con toda esta tropa y por aquel “sé lo que hicisteis” que tanto echo de menos.

Veo en prensa que las pregoneras son cuñada y sobrina de “la más grande”, Rocío Jurado, y parece ser que ese es el mayor mérito de su vida, del que sacan una buena rentabilidad. Irrelevante a los efectos que nos ocupa, ya que lo importante es saber que son famosas de postureo porque salen en la tele y eso atrae gente en manadas.

El cachondeo en redes sociales ha sido inmediato: que si es una vergüenza, que si cómo se atreven, que si es algo ridículo… Bueno, para gustos colores, y cuando el día del pregón no quepa un alfiler en la plaza de la Milagrosa hablaremos de si la cosa tuvo éxito o no.

Se me dirá que es distinto lo que funciona de lo que se debe hacer. Tampoco estoy muy de acuerdo en este caso. No estamos hablando de que estas señoras vengan a inaugurar la semana de teatro clásico o la temporada de conciertos de la filarmónica, sino que vienen de pregoneras a unas fiestas populares. No le veo inconveniente, porque si algo son, sin duda alguna, es populares como insisto en que se demostrará en breve si no falla la previsión de tener la Milagrosa llena como un huevo ese día.

“La cultura ha de ser promocionada”. Sí, por supuesto que sí, pero tampoco comparto esa especie de elitismo en la que cultura es lo que dicen cuatro señores, los mismos que acaban promocionando un vaso de agua en un estante por 25.000 euros (ARCO dixit) o vender mierda enlatada porque es “superalternativo, ¿sabes, tía?”, y el que opine lo contrario es un paleto o un iletrado. Tampoco me vale el argumento hipernacionalista de “qué pintan aquí esas que no son de Lugo”, aunque reconozco que ahí a veces caigo yo también, que nadie es perfecto.

Quienes tradicionalmente organizaban las fiestas tiraron la toalla y los que han recogido el testigo están haciendo lo que buenamente pueden. Yo, que en algún sarao me he metido también, reconozco su mérito y supongo que los que tanto critican ni se plantearon jamás echar una mano o ponerse al frente de todo esto, porque están muy ocupados fiscalizando todo desde una prudente distancia. Desde la barrera, todos somos Manolete.

No se puede decir siempre que hay que respetar la voluntad del “Pueblo” y luego criticar que se haga eso mismo. Les garantizo más afluencia de público con estas dos señoras que si hubieran invitado a un premio Nobel de Literatura, que será muy cultureta pero que no atrae masas, y en unas fiestas populares masas es lo que quieres mover. ¿A cualquier precio? Pues casi.
Conferencia sobre la tribu suruí. Foto El Progreso

En Lugo Monumental hicimos unas jornadas de debate sobre problemas reales del casco histórico, interesantísimas y que llegaron a conclusiones dignas de mención. Público: 15/20 personas por jornada. Lo mismo en las que hace el museo o la Diputación, que no llenan ni de coña a menos que lleven a la gente a punta de teléfono (las armas importantes como la pistola o la amenaza de cortar la subvención se reservan para las jornadas electorales). Seamos realistas, una conferencia, que será interesantísima, sobre la tribu suruí no despierta las pasiones del público, pero si te traes a un famoso, o si pones una fuente a manar vino, hay bofetadas.

Prueben a traer a inaugurar la semana de cine de autor al de Torrente o a Akira Kurosawa (este último un poco difícil, que habría que contar con un médium fiable). Ante la imposibilidad, prueben a proyectar sus películas y verán el éxito de público de cada una de ellas. El drama japonés será súper interesante, pero no atrae público como una comedia gamberra y barriobajera. Y eso que aquí es diferente porque la semana de cine de autor precisamente se caracteriza por ayudar a difundir la Cultura con mayúsculas, no busca un fin comercial. Las fiestas de la Milagrosa persiguen tener gente y que se divierta.

Vox populi, vox Dei. No se puede meter la cultura con calzador. Son unas fiestas.

Que nadie piense que esto es un alegato contra los esfuerzos por promocionar la auténtica cultura que hacen tanto particulares como asociaciones, al contrario. Simplemente es que me niego a entrar en esa espiral de descalificaciones contra quienes hacen lo que buenamente pueden.

El problema de fondo, el que nos debería preocupar, no es que vengan Rosa Benito y Chayo Mohedano, sino que las llamen porque llenan. Que sea eso lo que la gente quiere. Que Sálvame tenga más audiencia que programas de más contenido intelectual. Que media España tenga más interés por saber la biografía de la Pantoja, que nos salva “deluxe” (con detalles truculentos a mansalva, cuantos más mejor) que la de Churchill, que nos salvó de los nazis. Que Gran Hermano tuviera un canal propio de televisión… Lo inquietante es la porquería de sociedad que estamos construyendo, que consume basura, es el verdadero problema, no que los organizadores de las fiestas de la Milagrosa intenten atraer público. Es su obligación y aunque francamente a mí no me interesan demasiado las protagonistas del evento, preveo un lleno absoluto.