jueves, 25 de julio de 2019

Día de Santiago: poco que celebrar en Lugo



Lugo tiene poco que celebrar el día de Santiago Apóstol. La indiferencia con la que se trata la promoción y cuidado del Camino Primitivo de Santiago en nuestro municipio contrasta con la importancia que le da cualquier pequeña población que pueda engancharse a la locomotora turística y promocional que son los Caminos.

Lugo tiene hechos diferenciales que otros matarían por poseer: somos la primera población del Camino Primitivo desde la que se puede obtener la Compostela; somos la única capital de provincia desde la que iniciar el mínimo requerido en el Camino original; somos los afortunados poseedores de la única Catedral Patrimonio de la Humanidad que está en el radio de los famosos 100 kilómetros; somos la Ciudad del Sacramento, la de la Exposición Permanente del Santísimo… y todo ello ignorado por quienes tienen la responsabilidad, la competencia y la obligación de promocionar Lugo.

La Xunta de Galicia, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Lugo comparten la vergonzosa indolencia con la que se trata a nuestra ciudad a la vista de todo lo dicho anteriormente. ¿Se imaginan que A Coruña o Vigo tuvieran esas vinculaciones con el más antiguo de los Caminos de Santiago? Lo sabrían hasta en Nueva Guinea y harían campañas extraordinarias en que se hablaría de la primera ruta, la que inauguró Alfonso II El Casto hace más de mil años, y que les une a la tumba del Apóstol.

Pero esto es Lugo. Aquí con que se hagan unos cartelitos de circunstancias y un par de folletos que enseñar en rueda de prensa es suficiente para contentar las minúsculas ansias de futuro de una población conformista. Incluso se aprecia una falta de apoyo estable (y no hablo de gastar ni un euro de dinero público) a iniciativas privadas que intenta promocionar Lugo como punto de inicio del Camino Primitivo. Si hubieran dedicado la cuarta parte del tiempo y desvelos a promocionar el Camino Primitivo desde Lugo que a intentar tirar nuestra magníficamente ubicada estación de autobuses, hoy seríamos un digno rival de cualquier otra población en la ruta Jacobea.

Recientemente el gobierno local ha sufrido cambios tras el mandato de las urnas y una nueva hornada de concejales asumen responsabilidades. Llevan muy poco tiempo y no se les puede exigir en un mes lo que no se ha hecho en veinte años, pero tengan en cuenta que el reloj corre y que nos encaminamos hacia el Xacobeo 2021 con unos deberes que no es que no estén hechos, es que ni siquiera están empezados.

Artículo publicado en El Progreso del 25 de julio de 2019

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