Les hablaría de lo de la Ronda de la Muralla, pero como eso va para largo y hay algo más urgente que tratar, ya que se acaba hoy, permitan que aplace lo de la “zona 30” hasta el lunes. Hoy les hablaré de un tema social.
Ante el planteamiento de que unos padres usen a su hija enferma para lucrarse la reacción normal es “Ningún padre haría eso”. Pues se ve que sí, al menos eso se deduce de las grabaciones y de las pruebas que se están presentando contra los padres de Nadia y que, a falta de que lo confirme un juzgado, parecen indicar claramente que les han pillado “con el carrito del helao”.
Estas dos personas están haciendo un daño tremendo. No solo a su hija, que también, ni a los cándidos que les entregaron un dinero que pensaban que se destinaría a ayudar a la niña, sino al conjunto de la sociedad, porque están consiguiendo que tantas y tantas asociaciones sin ánimo de lucro que se fundaron para ayudar a quienes necesitan de la colaboración de todos, pierdan una parte de su bien ganado crédito por contagio.
Cuando echas un euro en una hucha de ASPNAIS, Capaces o cualquier otra entidad cuyo noble fin es luchar por los demás tienes que tener la certeza de que ese dinero se utilizará para el objetivo para el que te lo están pidiendo. Las asociaciones que menciono afortunadamente no están en entredicho, y su seriedad y rigor hace que probablemente nunca lo estén, pero no son ajenas a este conflicto porque los padres de Nadia han arrojado dudas sobre toda cuanta organización se nos ponga por delante.
Es más, lo que se está propiciando es dar una excusa a quien la está buscando desesperadamente para no rascarse el bolsillo y hacerse el loco cuando se enfrenta a la posibilidad de donar parte de su dinero a una causa que no le afecta directamente (cuando nos toca, todos somos “sensibles”).
Si les soy sincero soy poco partidario de que el dinero público se desvíe hacia asociaciones, ya que entiendo que éstas son una agrupación de intereses de personas que quieren lograr un fin, pero hay una excepción y son precisamente este tipo de agrupaciones. Creo que es bastante normarl que establezcamos una diferencia entre Fundación Anade, Alusor, la Asociación Contra el Cáncer o COGAMI y la Asociación de Amigos de la Petanca o la Confederación en Defensa de la Pata de Elefante (espero que no exista ninguna para no meterme en un lío tonto).
En Lugo, anualmente, se celebra una feria de artesanía y productos realizados en beneficio de asociaciones de las primeras, de las que es más importante apoyar. El Ayuntamiento les cede la carpa que se monta con absurda frecuencia tras el edificio municipal y se la presta tres días. Termina hoy así que aún están a tiempo de darse un paseo por allí y comprar algún detallito que, además de ser resultón, ayuda a la economía de estas entidades. Dos pájaros de un tiro.
Fundación Anade, Centro Ocupacional de San Vicente de Paul, Asociación Española del síndrome de Wolf-Hirschhorn, Capaces, ALUSOR, Asociación Española Contra el Cáncer, ASPNAIS, AFALU, COGAMI, ASORLU, Asociación Galega de Lupus, ALCER Lugo, Raiolas, ALUME, ASPACE, Somos Unidos por el Cáncer, ADACE Lugo, ALUCEM, Down Lugo y Asociación Bonhomía (Creo que no me olvido a nadie, si es el caso, mis disculpas) son los muchos participantes en estos puestos en que hay de todo así que les animo a que se den una vuelta y a lo mejor encuentren algo que les guste y con lo que puedan hacer una aportación.
Aprovecho la ocasión para sugerir a las autoridades municipales que les ofrezcan a las asociaciones la posibilidad de utilizar esa carpa durante un fin de semana, y no solo de miércoles a viernes, porque es evidente que durante los días laborales hay menos público potencial, y al final se trata de colaborar de la mejor manera posible. No es una crítica, que me parece muy bien que les presten esta instalación aunque sea por la semana, sino una propuesta con la que podría mejorar notablemente el resultado de ventas de las entidades.
Ante el planteamiento de que unos padres usen a su hija enferma para lucrarse la reacción normal es “Ningún padre haría eso”. Pues se ve que sí, al menos eso se deduce de las grabaciones y de las pruebas que se están presentando contra los padres de Nadia y que, a falta de que lo confirme un juzgado, parecen indicar claramente que les han pillado “con el carrito del helao”.
Estas dos personas están haciendo un daño tremendo. No solo a su hija, que también, ni a los cándidos que les entregaron un dinero que pensaban que se destinaría a ayudar a la niña, sino al conjunto de la sociedad, porque están consiguiendo que tantas y tantas asociaciones sin ánimo de lucro que se fundaron para ayudar a quienes necesitan de la colaboración de todos, pierdan una parte de su bien ganado crédito por contagio.
Cuando echas un euro en una hucha de ASPNAIS, Capaces o cualquier otra entidad cuyo noble fin es luchar por los demás tienes que tener la certeza de que ese dinero se utilizará para el objetivo para el que te lo están pidiendo. Las asociaciones que menciono afortunadamente no están en entredicho, y su seriedad y rigor hace que probablemente nunca lo estén, pero no son ajenas a este conflicto porque los padres de Nadia han arrojado dudas sobre toda cuanta organización se nos ponga por delante.
Es más, lo que se está propiciando es dar una excusa a quien la está buscando desesperadamente para no rascarse el bolsillo y hacerse el loco cuando se enfrenta a la posibilidad de donar parte de su dinero a una causa que no le afecta directamente (cuando nos toca, todos somos “sensibles”).
Si les soy sincero soy poco partidario de que el dinero público se desvíe hacia asociaciones, ya que entiendo que éstas son una agrupación de intereses de personas que quieren lograr un fin, pero hay una excepción y son precisamente este tipo de agrupaciones. Creo que es bastante normarl que establezcamos una diferencia entre Fundación Anade, Alusor, la Asociación Contra el Cáncer o COGAMI y la Asociación de Amigos de la Petanca o la Confederación en Defensa de la Pata de Elefante (espero que no exista ninguna para no meterme en un lío tonto).
En Lugo, anualmente, se celebra una feria de artesanía y productos realizados en beneficio de asociaciones de las primeras, de las que es más importante apoyar. El Ayuntamiento les cede la carpa que se monta con absurda frecuencia tras el edificio municipal y se la presta tres días. Termina hoy así que aún están a tiempo de darse un paseo por allí y comprar algún detallito que, además de ser resultón, ayuda a la economía de estas entidades. Dos pájaros de un tiro.
Fundación Anade, Centro Ocupacional de San Vicente de Paul, Asociación Española del síndrome de Wolf-Hirschhorn, Capaces, ALUSOR, Asociación Española Contra el Cáncer, ASPNAIS, AFALU, COGAMI, ASORLU, Asociación Galega de Lupus, ALCER Lugo, Raiolas, ALUME, ASPACE, Somos Unidos por el Cáncer, ADACE Lugo, ALUCEM, Down Lugo y Asociación Bonhomía (Creo que no me olvido a nadie, si es el caso, mis disculpas) son los muchos participantes en estos puestos en que hay de todo así que les animo a que se den una vuelta y a lo mejor encuentren algo que les guste y con lo que puedan hacer una aportación.
Aprovecho la ocasión para sugerir a las autoridades municipales que les ofrezcan a las asociaciones la posibilidad de utilizar esa carpa durante un fin de semana, y no solo de miércoles a viernes, porque es evidente que durante los días laborales hay menos público potencial, y al final se trata de colaborar de la mejor manera posible. No es una crítica, que me parece muy bien que les presten esta instalación aunque sea por la semana, sino una propuesta con la que podría mejorar notablemente el resultado de ventas de las entidades.
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