Esta noche a las 21:00 en el Auditorio Gustavo Freire habrá, como ya sabrán (sobre todo si leen este blog) una gala de artistas lucenses. Músicos y magos, técnicos, diseñadores, impresores, hasta la empresa de seguridad que llevará el control de accesos, ofrecerán su esfuerzo de forma totalmente desinteresada, así que absolutamente todo lo recaudado, hasta el último céntimo, se destinará sin ningún tipo de comisiones, descuentos ni nada de nada a los afectados por la Dana de Valencia a través de Cruz Roja española.
Precisamente hoy les quiero hablar de esta organización, que está sufriendo una campaña de acoso y descrédito que es muy complicado desmontar por dos motivos: el primero y más importante es que los bulos son más fáciles de extender que de rebatir… y el segundo es que la Cruz Roja, como cualquier otra organización humana, está formada por personas y como tales son falibles e incluso en algunos casos, puede que corruptas.
Esto último hace que personas cuyo criterio valoro me hayan dicho que es un error destinar los fondos de la gala a Cruz Roja, algo que me ha sorprendido y que me ha hecho pensar mucho en este tema. Precisamente porque las personas que me dijeron esto son gente con la cabeza amueblada y no unos exaltados, creo que es importante darle una vuelta al tema y aclarar por qué destinamos ese dinero a Cruz Roja.
Empecemos por el final. ¿Puede alguno de nosotros negar que gente de Cruz Roja, vinculada a Cruz Roja, o trabajando en Cruz Roja se haya aprovechado de las desgracias ajenas para hacer caja y lucrarse personalmente? Por supuesto que no podemos. Cabrones los hay en todas partes, y podemos recordar como un exdirector de la Guardia Civil se apropió de fondos reservados o de dinero de los huérfanos del cuerpo, por poner un ejemplo.
Pero que haya desgraciados que se aprovechan de estas cosas no puede ser la excusa para despreciar a una organización entera. Sería como decir que no queremos pagar impuestos porque hay corruptos en todas las administraciones, o que todos los sindicalistas son unos “comegambas” o que los partidos políticos son mafias porque en todos hay chorizos. Pues no, me niego a tragar con eso.
Hay gente decente en el PSOE, en el PP, en Ciudadanos, en el BNG, en Podemos, en Vox, en Sumar, en Coalición Canaria… y hasta me atrevo a decir que en Bildu. Gente que cree sinceramente que hay caminos diferentes y que ni son ladrones, ni fascistas, ni terroristas, aunque tengan compañeros de filas de cuya decencia podemos dudar con bastante fundamento. Pues lo mismo pasa con las demás organizaciones de un tamaño tan colosal.
Verán, no se puede ser un talibán en ningún sentido. Decir que Cruz Roja es una organización mafiosa que se dedica a recaudar dinero para después no hacer nada “por los españoles” pero sí “por los que vienen en patera” es una simpleza como un castillo, que atufa a ultraderecha por todas partes. La Cruz Roja ayuda al débil, al desamparado, y como comprenderán la gente que viene en patera sí es un destinatario objetivo de sus atenciones, como es natural. Les gustará o no que vengan, pero una vez están aquí, ¿qué hacemos? ¿los dejamos morir en las playas? ¿los tiramos al mar y que se ahoguen? Las soluciones simplistas como “que vuelvan a Marruecos” no dejan de ser eso, simplezas.
Por supuesto que hay una parte de aprovechados, incluso entre las presuntas víctimas, que se sirven de la caridad social para no dar un palo al agua y vivir del cuento, es innegable, pero de nuevo hay que preguntarse por la alternativa ¿dejamos tirado a todo el mundo por si acaso no nos necesitan de verdad?
Es más grave la experiencia directa de algunas personas, amigas mías, que han visto personalmente cosas que no les han gustado en estas organizaciones, incluida Cruz Roja. No pongo en duda su palabra ni su experiencia, sólo faltaba, pero una vez más nos planteamos qué caminos alternativos tenemos. ¿Nos vamos a Valencia con el dinero de la gala y lo repartimos por las calles? ¿Confiamos en un “influencer” por el hecho de ser buen comunicador y que ya veremos qué hace con la pasta? ¿Lo ingresamos a una administración pública que ya se nutre de nuestros impuestos directamente?...
Les voy a ser muy sincero: nuestra responsabilidad es ayudar, y la de las demás organizaciones es canalizar esa ayuda y hacerla llegar a quienes lo necesitan.
Comparto con los críticos que hay una preocupante falta de control y transparencia en todas estas cosas. Aún recuerdo los visones que el bueno de Emilio, de la Peletería Jañez, regaló a una organización de Lugo y de los que nunca más se supo. Todos tenemos anécdotas y algunas muy graves, pero nuestro papel ahora es echar una mano.
Cruz Roja es una organización internacional, que ha estado presente en todos los conflictos armados desde finales del siglo XIX y al que recurrimos cuando la necesitamos. Pues ahora nos necesitan a nosotros, y si hay que reforzar los controles, la transparencia y las auditorías (que yo creo que sí), que se refuercen, porque a todos nos ayudará a saber que hacemos lo correcto.
Termino recordándoles que hoy artistas y empresas lucenses ofrecen su trabajo de forma desinteresada para ayudar a las víctimas de la DANA. Anímense ustedes a acudir y a llenar el auditorio para lograrlo.
Tienen toda la información del evento en www.lugomonumental.es