miércoles, 15 de octubre de 2014

Las enfermedades también tienen modas

Somos una panda de histéricos, con la colaboración interesada de los medios de comunicación, que lo único que hacen desde hace años es practicar un amarillismo que está lejano del mundo real. No deja de ser curioso que quienes se dedican a atacar al mundo de la política por estar alejado de la realidad nos pinte un cuadro bastante distante del día a día real del que vive el ciudadano medio, sólo porque se deciden a poner el foco de atención en un tema y no en otro, quizás porque tiene más “impacto periodístico” que es una forma de decir que mola más.

Hace un par de años parecía que todos los días había un niño al que había mordido un perro. Una de dos: o los perros han dejado de morder o es que han dejado de sacarlo en las noticias. Me inclino por lo segundo. Ya no "centra la actualidad informativa". Ya no nos enteramos. Ya no cruzamos de acera cuando vemos un perro de paseo con su dueño porque ahora nos escapamos del africano, que es la forma fina de decir del negro. Pero no somos racistas, oiga, somos gente precavida (modo ironía: ON).

El ébola está de moda, y su incidencia mediática tapa descaradamente otras alertas sanitarias bastante más graves. A día de hoy llevamos un 10 a 0 en favor de la legionella, que se ha llevado por delante a 10 personas en Cataluña sin que apenas se trate el tema en los medios, quizás porque Dustin Hoffman no hizo una película sobre torres de refrigeración sino sobre virus africanos.


El cuadro de la OMS sobre enfemedades en el mundo
Nos ponen el foco en una cerilla y nos hacen ignorar un bosque ardiendo a nuestra espalda, del que sólo nos daremos cuenta cuando el calor sea abrasador y nos quememos. El ébola está “de moda”, insisto, y tapa hechos como que en los países “desarrollados” mueren cada año 46.000 personas por tuberculosis, que suena muy a siglo XVIII, que a diferencia de la “crisis del momento” sí se contagia por vía aérea. Y no hay semejante despliegue informativo. Del llamado “tercer mundo” ya ni les cuento, porque curiosamente es la enfermedad infecciona más letal del planeta después del SIDA, e insisto en que sí se contagia por el aire. La tuberculosis ha matado el 2012 a más de 930.000 personas según la OMS.

“Para el ébola no hay tratamiento”, se nos dice. Tampoco para el SIDA, que según el mismo informe acabó con más de un millón y medio de personas el año 2012. Hay tratamiento, pero no te garantiza nada porque no es como la mayor parte de enfermedades por una simple cuestión de porcentajes de supervivencia. Sin embargo fíjense que de los 13 occidentales repatriados han muerto solo 3, y 7 al menos están curados. Los otros siguen a tratamiento.

El cuadro de la OMS sólo de "occidente"
El cuadro de enfermedades contagiosas mortales es terrorífico, porque encima la mayor parte de ellas se pueden curar con el adecuado tratamiento. No todas y no en todos los casos, claro está.

Pero sólo importa el ébola. Que la hepatitis mate 780.000 personas, siendo una enfermedad altamente contagiosa no es importante. Sólo hay ébola.

Se podrá decir (que de malpensados está el mundo lleno) que pretendo sacar importancia al ébola. Nada más lejos. Lo que quiero es poner las cosas en el que creo que es su lugar y, una vez más, invitarles a ser críticos con lo que leen y escuchan.

¿Hay que minimizar el tema del ébola? Por supuesto que no, pero sí relativizarlo, ver por qué nos ponemos tan nerviosos con eso y no con otras enfermedades con una incidencia mucho peor. ¿Porque lo dice la tele? Casi seguro que sí.

Y luego vamos de críticos, que es lo más grande.

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