martes, 19 de julio de 2011

Orozco, perseguido por la justicia… o eso dice él

Orozco necesita nuestro apoyo y aliento. Se siente perseguido por la justicia, como un vulgar criminal, por las múltiples causas que tiene abiertas en los tribunales de la ciudad, e incluso de fuera (a menos que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia abra un chiringuito en la plaza de Avilés). Hoy sale, Orozco, lamentándose en los medios de lo mala que es la gente. Resulta que los del ALPUL han puesto una denuncia y han metido en un lío judicial al Alcalde, que ha sido imputado por este tema. Supongo que el PSOE de Valencia pedirá su cabeza, como la de Camps, que está exactamente en el mismo momento procesal.

He defendido siempre, tanto en este blog como fuera del mismo, la presunción de inocencia como la más sagrada de las garantías de un Estado de Derecho y de una Democracia. Una acusación, por firme y supuestamente probada que esté, es sólo eso, una acusación. Hasta que hay una sentencia condenatoria, todo el mundo es inocente: desde el Alcalde que presuntamente hace chanchullos con planes generales, hasta el presunto pederasta o el presunto aceptador de trajes. Aquí todo el mundo ha de respetar ese principio, cosa que no se hace casi nunca, empezando por los medios de comunicación.

No sé si ustedes conocen a alguna persona que ha sido imputada siendo inocente. Yo sí. Y sé el daño que le pueden hacer las insinuaciones, el “si el río suena agua lleva”  o el “algo habrá”. No hay nada, y el río no lleva agua hasta que un juez dice que la lleva, y no hay más que hablar.

Justicia-ciega-por-quien Otra cosa es que el Alcalde acuse de persecución a la justicia por las múltiples sentencias que acumula en su contra. Desde condenas por delitos contra los trabajadores, hasta anulaciones de polémicas licencias urbanística (léase torres de Orozco, del Garañón, o del Parque e Rosalía) que los juzgados han dictado en contra de sus Gobiernos. Las condenas condenas son, y ahí ya no hay presunción de inocencia que valga. Los propios tribunales han dictado sentencias en que habla de temeridad y reiteración en las actuaciones de Orozco en el Ayuntamiento, y que ponen en tela de juicio su honradez como gestor, al menos en los temas de personal.

No confundamos la cosas. Orozco tiene todo el derecho del mundo a disfrutar de la presunción de inocencia, pero eso no quita que digamos que es un mal gestor y que nos está llevando a pagar a todos los lucenses mucho dinero de nuestros impuestos en recursos, multas, indemnizaciones y demás. Por no hacer bien las cosas, y ahí no hay persecución que valga. Que cada palo aguante su vela.

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