lunes, 11 de julio de 2016

Me la he vuelto a perder, pero para el año voy a Ribadeo a la Fiesta Indiana

Me la he vuelto a perder. Queda raro que escriba de algo que no he visto, pero es que la fiesta Indiana de Ribadeo me tiene tan buena pinta que realmente me fastidia que otro año se me haya pasado. A ver si para el 2017 estoy más atento y no me coincide mal.

Foto: La Voz de Galicia
Fiestas de recreación histórica hay a patadas. Cada vez más, de hecho. El Arde Lucus, sin ir más lejos, es la más grande de Galicia pero ni de lejos la más antigua. La de Ribadeo, por el contrario es de las más recientes pero me parece que ha venido para quedarse.

Este tipo de citas tienen un encanto especial sobre todo cuando se huye de las más socorridas: las medievales. Que una ciudad tenga personalidad propia o una época que las diferencie del resto es una cosa interesante, que hace que se distinga de las demás. Si además respetan la época con cierta coherencia histórica ya ni les cuento.

Por ejemplo, canta mucho cuando ves puestos con peluches chillones, chocolate o cosas modernas en una feria medieval, aunque al comprador de turno quizás le da igual. Entiendo la dificultad del rigor histórico en ese tipo de cosas, porque no es sencillo conseguir que te vengan artesanos que usen técnicas antiguas para que la cosa quede bonita en las fotos, pero hay líneas que no se deben cruzar.

No veo habitualmente puestos de frutas, que valen casi para cualquier época, o de productos frescos en general. Quizás porque ahí te metes en el fregado de los requisitos sanitarios, pero según venden empanadas y bollitos preñados, digo yo que pueden dedicarse también a otros elementos comestibles.

Foto: La Voz de Galicia
La de Ribadeo es atractiva porque es diferente. Se sale de lo normal y llama la atención porque ya estamos un poco cansados de ver siempre los mismos vestidos que tanto valen para el siglo X como para el XIV. Además, hay que reconocer que las indumentarias de época indiana tienen una elegancia difícil de superar, a caballo entre Titanic y el Art decó.

Coruña, por ejemplo, quizás podría centrarse en su pasado pirata, o Ferrol en la industria naval pesada de la primera mitad del siglo XX. Es ponerse un poco y buscar algo distinto, que atraiga a un público ávido de novedades.

Ribadeo acertó de pleno, y hay que felicitar a quien haya tenido la iniciativa, que no tengo ni idea de dónde ha salido. Supongo (no se me ofendan si no acierto) que de su alcalde, uno de esos mirlos blancos a los que votan hasta los más fieles seguidores de otros partidos.

Es lo que tiene hacer las cosas bien.

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