martes, 14 de mayo de 2019

El III Friulio muy bien salvo un detalle que no me gustó nada

En plena batalla. Foto: Facebook de A Castronela
Este fin de semana tuvo lugar la tercera edición del Friulio, que se va consolidando año tras año gracias al esfuerzo y el trabajo de todo un pueblo que se vuelca en hacer cada cita mejor que la anterior.

En esta ocasión me han conquistado con una exhibición con perros, que además de ser mi debilidad, estaban extraordinariamente entrenados. Argumentalmente eran parte del poblado castreño y atacaban a los romanos… pero lo impresionante es que sabían a por quién ir. Había un único figurante con ese guante que se ponen en las demostraciones (donde el perro muerde y no les lleva el brazo por delante) y se iban directos a él, ignorando a los cientos de personas que había alrededor.

El espectáculo con los perros, de lo mejorcito. Foto: Facebook de A Castronela

Todo en general muy bien salvo una cosa, un detalle que no me gustó, y que de hecho me sentó lo bastante mal como para contárselo a ustedes, mis queridos lectores.

No sé si conocen la anécdota del diplomático que iba a presentar sus credenciales ante el Rey de Portugal. El bueno del señor se apellidaba “Porras y Porras” (en Portugal “porra” es equivalente a “polla” en España). Hay varias versiones, pero la más extendida es que lo fueron demorando, pero cuando la cosa era insostenible hicieron el acto formal de nombramiento del embajador y en cuanto oyó el nombre al Rey le dio la risa y para explicarlo dijo “más que el nombre me hizo gracia la insistencia”.

Pues pasó lo mismo en Friol. José Ángel Santos, el alcalde, hizo el sábado una presentación de la fiesta y se vino arriba, diciendo que era la mejor de la provincia y que superaba a todas las demás, “incluso a la de Lugo”. No sé si la frase es literal pero vamos, fue lo que entendimos todos sin excepción. No me pareció muy acertado por su parte meterse con los que allí estábamos apoyando al Friulio, se me hizo un ataque muy gratuito que no venía a nada y que quizás estaba dirigido a un convecino suyo ausente que este año deja la concejalía de Friol para venirse a una de nuestra ciudad.

Supongo que la campaña electoral tiene a la gente nerviosa y a uno se le puede ir la lengua así que, a pesar de que creo que es la primera vez en mi vida que hablo con este señor, por la tarde no aguanté: me dirigí a él para decirle que no había estado muy afortunado y que había sentado bastante mal entre los visitantes del municipio vecino. Me respondió que probablemente habría sido una mala interpretación porque no tenía la más mínima intención de decir nada semejante y me lo creí. No le di más importancia. 

Pero… siempre tiene que haber un pero… el domingo, en el acto de clausura, el Alcalde volvió a tomar el micrófono y agradeció la colaboración y el esfuerzo a los grupos musicales, el escritor que apadrinó el acto, el público, las asociaciones de Friol, el buen tiempo, la organización de A Castronela… y ya. Pudo haber tenido el detalle, ya que se le había explicado su desliz del día anterior, de agradecer el esfuerzo a las asociaciones lucenses que nos desplazamos hasta su municipio para ayudarles con la fiesta, sobre todo cuando es perfectamente conocedor de que eso nos cuesta disgustos con nuestro propio Ayuntamiento y que si lo hacemos es porque nos apetece y porque queremos colaborar con los compañeros de A Catronela, a los que muchos seguimos apoyando para que puedan volver al Arde Lucus. No quiso, y esta vez entendí que sabía perfectamente lo que hacía, y que, inexplicablemente, lo hizo a propósito. Me cuesta creer dos deslices no itencionados idénticos con tan pocas horas de diferencia.

Si te están echando una mano queda feo hacer desprecios. Foto: Terra Cha Xa

Tuvo que ser el presidente de A Castronela quien en su brevísima intervención de dos frases, justo a continuación, las dedicase a reconocer a las asociaciones lucenses su colaboración y participación. Es de bien nacidos ser agradecidos y no esperábamos menos de nuestros amigos de A Castronela.

No le doy mayor importancia, pero me sonó a desprecio por parte del Alcalde de Friol. Si el año que viene A Castronela vuelve a invitarnos y mis compañeros consideran oportuno que vayamos seré el primero en apuntarme, lo cortés no quita lo valiente, pero francamente, no fue bonito. Me recordó a las groserías y faltas de consideración que se ven en nuestro propio ayuntamiento y que, confío, en breve desaparecerán porque pase lo que pase nos libraremos de la persona que las suele protagonizar.

Por lo demás todo muy bien, pero si no lo contaba me daba un mal y ya estamos mayores para esas cosas.

Las comidas y cenas de confraternización fueron muy agradables. Foto: Facebook de A Castronela

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