martes, 28 de enero de 2014

¿Qué promocionamos en FITUR?

Lo de Lugo es de traca, una vez más. Resulta que van nuestros bienamados líderes en tropel a FITUR, la feria que imagino que conocen porque se ha convertido en la feria turística europea (como mínimo) por excelencia, a promocionar Lugo ante el mundo. Hasta ahí discutible pero razonable.

Museo de San Roque en promoción: Cerrado
Lo que ya no es tan razonable ni tampoco tan discutible, aunque para mal, es la lógica que encierra que se promocionen salas y museos cerrados, como el caso del Porta Miñá o la sala de San Roque. Esto es práctica habitual en nuestros amigos del gobierno de Orozco, ya que en el año 2011, por ejemplo, presentaron como la gran novedad turística en Lugo el MIHL, que estaba cerrado porque aún no lo habían terminado. Lo grandioso del asunto es que este año no han promocionado el MIHL, que ahora sí que está abierto…

¿Tan difícil es? De veras, lo digo en serio… ¿tan complicado es repasar las cosillas que tenemos abiertas, los atractivos de la ciudad, y promocionar aquello que los turistas pueden disfrutar en Lugo?

Porta Miñá en promoción: Cerrado
¿Qué promocionamos en FITUR? No a Lugo ante el mundo, sino a nuestros "líderes" ante los lucenses. Ya lo he dicho varias veces pero lo repito una más: el problema de la política turística en Lugo es que es más política que turística. Es decir, está diseñada para consumo interno, para que los vecinos veamos “lo mucho que trabajan por Lugo” y lo bien que se vende cada rincón de la ciudad, porque el visitante no vota pero el lucense sí. Las ventanas arqueológicas como la de la Ruanova, que está más tiempo empañada que visible, no suponen nada para un turista, que francamente pasa bastante del tema, pero sí para el natural del lugar que pasa por allí y ve que hay “algo”, aunque tampoco le haga mucho caso.

Esa es precisamente la cuestión. Orozco es un genio de las elecciones. Sabe aprovechar cada resquicio para arañar unos votos, y sin duda alguna el tema turístico es un filón en el que muchos ciudadanos tienen puestas sus esperanzas. Además siempre suena bien eso de que vendan tu ciudad como la panacea de los ingresos por viajeros.

Pero es un espejismo. No voy a decir que les importe un carajo que vengan o no vengan turistas, pero sí creo realmente que para ellos es una cuestión secundaria. Lo que les importa es la foto, y quedar bien con los de casa para que les voten, porque realmente es donde se juegan las habas. Ejemplos hay unos cuantos, siendo el más simbólico el de las visitas guiadas al cementerio, a las cuales creo que no ha ido jamás un solo turista. Casi apostaría algo.
Esto es lo que se busca en FITUR: La foto

Lugo necesita una política turística realista, seria, rigurosa… Que cierren los museos y la oficina de atención al turista más días y horas en vacaciones que en periodos ordinarios no tiene lógica alguna. Que abran de lunes a viernes un montón de horas y reduzcan el fin de semana o cierren los domingos es ridículo. Que usen el megáfono para promocionar cosas que, como el tempo de Mitra, se cierran durante los días de San Froilán es del género tonto…

Pero es Lugo, ¿qué más da? Lo importante es tener votos. Los turistas ya caerán de camino a Santiago.

1 comentario:

  1. El turismo, como bien dices, es una cuestión menor para este equipo de gobierno.
    A la Basadre y al Alcalde se les llenó la boca el otro día en Madrid diciendo que los museos que tenemos y todo los monumentos que atesoramos son de una importancia vital para usarlos como reclamo.
    Pues bien, la Casa de los Mosaicos, Porta Miñá,y San Roque están cerrados. Sí, sí, cerrados a cal y canto.
    El Centro de Interpretación de la Muralla funciona al dos por ciento...El video de la primera planta no funciona desde hace medio año lo mínimo, cuando llevé a unos familiares míos a visitarlo. Regresamos por Navidades y tate, seguía sin funcionar.
    Se llevaron el oro del Museo Provincial...
    Al menos sigue en pie la muralla, que sobrevivirá a todo gobierno municipal mediocre.

    ResponderEliminar

Derecho a réplica:

Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.