Españoles hacia el exilio tras la Guerra Civil. Foto: www.publico.es |
Entre los debates que vemos en redes sociales a veces hay cosas de mucho interés. En el grupo “Eres de Lugo si…” se planteó por qué motivo había tantas personas que últimamente se interesaban por localizar partidas de nacimiento de antepasados suyos en Lugo.
Hay varias explicaciones posibles, pero las dos fundamentales son las siguientes:
1.- Personas que tienen curiosidad por sus raíces y quieren encontrar sus vínculos familiares. Es una opción perfectamente válida y creíble, porque yo mismo tuve familiares que viven en Miami y que contactaron con nosotros por ser descendientes de antepasados comunes que emigraron. No había ningún interés económico ni legal, ya que era gente que ni se plantea venir a vivir aquí ni busca nada que no sea satisface su curiosidad por su árbol genealógico.
2.- Quienes desean acogerse a la legislación vigente y pedir la nacionalidad española porque es una cuestión aprobada en octubre de 2022 por las Cortes Generales españolas. Hay quien ve en esto una “coladera” para obtener la nacionalidad, y pueden tener razón, pero también es cierto que si sus antepasados se vieron obligados a abandonar España durante la Guerra Civil o la Dictadura por cuestiones ideológicas o políticas, parece más que razonable que puedan recuperar la nacionalidad que les correspondía.
La propia ley de la que hablamos, publicada en el BOE del día 20 de octubre de 2022, dice en su disposición adicional octava:
Los nacidos fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela, que originariamente hubieran sido españoles, y que, como consecuencia de haber sufrido exilio por razones políticas, ideológicas o de creencia o de orientación e identidad sexual, hubieran perdido o renunciado a la nacionalidad española, podrán optar a la nacionalidad española, a los efectos del artículo 20 del Código Civil. Igualmente, podrán adquirir la nacionalidad española las personas que se encuentren en los siguientes supuestos:
a) Los hijos e hijas nacidos en el exterior de mujeres españolas que perdieron su nacionalidad por casarse con extranjeros antes de la entrada en vigor de la Constitución de 1978.
b) Los hijos e hijas mayores de edad de aquellos españoles a quienes les fue reconocida su nacionalidad de origen en virtud del derecho de opción de acuerdo a lo dispuesto en la presente ley o en la disposición adicional séptima de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre.
2. En todos los supuestos, esta declaración deberá formalizarse en el plazo de dos años desde la entrada en vigor de la presente ley. Al terminar este plazo, el Consejo de Ministros podrá acordar su prórroga por un año.
El matiz, creo yo, está en que no sólo debería demostrarse la línea genealógica sino también la existencia de esas razones “políticas, ideológicas o de creencia o de orientación e identidad sexual”, porque los descendientes de quien simplemente se marchase por buscar un futuro económico mejor no tendría mucha lógica que se pudieran acoger a estas medidas excepcionales.
En todo caso, tampoco es sencillo de demostrar, e imagino que el legislador ha optado por el “café para todos” que, aunque moralmente pueda ser razonable por evitar a la gente tener que demostrar esa persecución de la dictadura, en la práctica implica que sea una “coladera” para quien quiera acceder a la nacionalidad española y, por lo tanto, a la ciudadanía europea con todo lo que ello implica.
Es un tema realmente complejo, y supongo que cualquier opción podría suponer injusticias para unos u otros. ¿Cómo demuestro yo que mi abuelo era comunista y se marchó a Argentina por miedo a las represalias? ¿Cómo puedo garantizar que mi antepasado simplemente se vio obligado a huir porque el cacique del pueblo amenazaba con liquidarlo por algo tan rastrero como una antipatía personal? La Dictadura amparó barbaridades que son difíciles o imposibles de demostrar...
Es curioso que mucha gente que llora viendo “La lista de Schindler” o “La vida es bella” y reclama justicia para los judíos asesinados o expulsados de sus países por los nazis no vea el paralelismo con lo que sucedió en nuestra propia casa. Quizá porque los americanos no han hecho películas sobre ello y el cine patrio peca de esa politización venida de depender de las subvenciones más que de la taquilla. En todo caso, reflexionen sobre ello y cambien “lucense” por “judío” y “dictadura franquista” por “régimen nazi” y a ver si les sigue pareciendo mal que se intente reparar una parte del daño causado (todo es imposible).
Pregunta a Rosa cómo consiguió los documentos del proceso "judicial" de un antepasado por ser maestro y "rojo" y por el cual sufrió 6 años de condena y alguno mas de destierro.
ResponderEliminarA lo mejor por alguna de las Asociaciones para la Recuperación de la Memoria Histórica. En Galicia el Ateneo Ferrolano tiene documentación.
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