miércoles, 15 de marzo de 2023

Arde Lucus, fiesta de interés turístico internacional

La foto de celebración de la declaración de Fiesta de Interés Internacional y los carteles de la polémica
 

Aunque imagino que se esperan un resumen del debate de ayer, no toca, porque estoy escribiendo esto antes de que se celebre ya que habitualmente programo el blog de un día para otro. Así que mañana será otro día.

Hoy les voy a hablar de una buena noticia: la declaración del Arde Lucus como fiesta de interés turístico internacional, acordada por el Ministerio correspondiente y que proyectará a nuestra cita romano-castreña todavía más de lo que está ahora, que no es poco.

No imaginarían los hosteleros que tuvieron esta idea que llegaría a esto ni de broma. Mientras el fracaso es huérfano el éxito tiene muchos padres, pero sólo algunos son reales. El Arde Lucus se creó para dar respuesta al problema de que la gente se marchaba a Coruña y Sarria por San Juan, y un grupo de bares del casco histórico (principalmente del Campo Castillo y de Rúanova) tuvieron la feliz idea de sacar unas barras a la calle y ataviarse con unas togas para celebrar la romanidad de nuestra ciudad.

Es totalmente indiscutible que fue el impulso del Ayuntamiento, encabezado por el señor López Orozco, el que hizo crecer la fiesta y le dio la importancia que alcanzó, pero también lo es que si no fuera por aquellos ocurrentes hosteleros nada habría ocurrido y hoy no aplaudiríamos el ascenso a internacional de una fiesta relativamente joven para llegar hasta ahí.

Como suele pasar en Lugo, no hay una buena noticia sin su reverso tenebroso. El mismo día que sabíamos que el Arde Lucus entraba en el Olimpo de las fiestas internacionales, se anulaba el fallo del jurado que había otorgado el primer premio (de 1.500 euros) al cartel anunciador por “similitudes” con el de las fallas de Valencia de 2018. Similitudes dicen… me gustaría saber qué considerarían un plagio, con todas las letras. Supongo que tendría que poner por algún lado a la Fallera Mayor para que usasen esa palabra.

El cartel anulado se parece como dos gotas de agua (nótese la ironía por la forma del motivo principal del cartel) al valenciano, y desde que existe Google Lens es llamativo que les cuelen estas cosas, porque no son tan difíciles de comprobar.

Bien es cierto que es muy complicado hoy día hacer algo original. No es que esté todo inventado, pero hay semejante barbaridad de fiestas, certámenes, concursos y demás que la originalidad es cada vez más complicada. Eso no quita que en casos como el que nos ocupa la semejanza no sea accidental, sino una obvia copia y adaptación a nuestra fiesta, por lo que muy bien por corregir el error, pero muy mal por cometerlo.

En todo caso, vamos a quedarnos con lo bueno y a felicitarnos por el reconocimiento a la que ya es nuestra principal fiesta, con permiso de San Froilán, una cita que jamás perderá su atractivo por muchas más celebraciones que haya en Lugo.

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