viernes, 25 de septiembre de 2020

Lara Méndez interviene para abrir el paso a Quiroga Ballesteros

Obviamente nadie en su sano juicio pretende que la gente pase por el medio pero,
¿de verdad no ven espacio para que puedan pasar los peatones?

Lara Méndez ha intervenido en la polémica sobre el cierre del paso peatonal entre Quiroga Ballesteros y Armañá o Soledad, y lo ha hecho para corregir un grave error que está perjudicando notablemente a los industriales de la Plaza y el Mercado.

En una reunión mantenida el miércoles por la tarde con los placeros y representantes de Lugo Monumental (concretamente yo  mismo) asumió la postura de los perjudicados, a los que dio la razón en sus demandas, y se comprometió a tomar varias medidas entre las que hay que destacar la apertura de un paso peatonal antes del día 13 de octubre, día en que se cumplen las tres semanas del plazo que comenzó a contar el lunes 21 de septiembre que fue cuando habló con la empresa. También se comprometió a intentar que se abra el paso los fines de semana.

Más allá de que cuando se abra ese paso habrá transcurrido un mes desde que empezó todo este lío, el hecho de reconocer que se había producido un error en la valoración de la situación le honra.  El paso se cerró porque pensaron que sería suficiente con las alternativas que se daban, a través de la Plaza de Abastos (sin darse cuenta de que ahí no hay accesibilidad porque por la parte de Quiroga Ballesteros no hay rampas) o el callejón que da a Santo Domingo, donde se están haciendo unas obras que no se lo ponen fácil a nadie. Se equivocaron y ahora corrigen su error, lo que me parece una gran noticia.

También es cierto que la alcaldesa se ve obligada a intervenir porque los responsables de área, en este caso del BNG, han hecho oídos sordos a las peticiones de los afectados. Ni se han dignado reunirse con nadie, ni se han respondido a los escritos y correos enviados. Se ve que no han tenido tiempo, que todo puede ser. Es gente muy importante y está muy ocupada.

Se podría pensar que bien está lo que bien acaba, pero los cadáveres que quedan por el camino parece que no se tienen en cuenta. El Ayuntamiento corregirá, sí, pero tras un mes y pico de un daño totalmente innecesario causado a los placeros. No hablo del que toda obra causa, que ese ya se asumía y se daba por sentado, sino de incrementar esos problemas con acciones gratuitas fuera de toda lógica.

Escudarse tras los informes técnicos cuando se va contra el sentido común es una bajeza, y aquí se ha hecho. Decir que era “imposible” garantizar un paso seguro cuando ahora se va a hacer es una incongruencia, y más si tenemos en cuenta que me juego la cabeza a que cuando la obra se haga frente a grandes cadenas de perfumería y alimentación se tenía previsto habilitar un paso a los clientes, ya que de lo contrario se les obligaría a cerrar, lo que obviamente jamás iba a pasar.

Queda agradecer a la alcaldesa su intervención, que le honra, y el temple que tuvo en la reunión en que los ánimos estaban, lógicamente, muy caldeados. “Es su trabajo” podrán decirme, y tendrán razón, pero hay quien es capaz de afrontar una reunión en esas condiciones y quien no. Yo no sé si habría sido capaz, pero me da la impresión de que habría saltado.

Ahora que sea para bien.

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