En noviembre del año 2019 el gobierno local adjudicó a El Corte Inglés un contrato de 253.745 euros para instalar un sistema de control de acceso del tráfico rodado al casco histórico.
Sin embargo, ese sistema jamás llegó a funcionar. Se instaló, pero ni se llegó a encender porque “tan sólo” tres años después se les ocurrió la idea de la “peatonalización total” que no es tal pero que siguen vendiendo como si lo fuera y se ve que el sistema que habían contratado no era adaptable a la nueva situación así que esos 253.745 € se gastaron sin que haya habido el menor uso de los mismos.
Ahora se van a gastar otro millón de euros en un sistema diferente, que hasta donde sabemos no aprovecha nada del anterior que se va a la basura sin haberse puesto a funcionar. ¿Qué más da? El dinero público no es de nadie y se puede despilfarrar sin freno.
No es la única vez que pasa eso en nuestra ciudad. Siempre les pongo de ejemplo el centro de generación de energías del Ceao, ese que costó un millón de euros y que hubo que desmantelar porque consumía más energía de la que producía, y no pasó nada porque aquí nadie asume responsabilidades. También tenemos dos grandes turbinas que costaron 700.000 euros, muertas del asco en un almacén en O Corgo donde pagamos 1.400 euros mensuales de alquiler desde hace años y que no se podrán usar jamás porque el gobierno dejó caducar la licencia para generar electricidad en la fábrica de la luz.
Pues oigan, un millón de aquí, otro de allá, al final juntas dinero…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Derecho a réplica:
Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño''; y cortesía.