miércoles, 22 de septiembre de 2010

¿Por qué nos arrodillamos ante dictaduras?

“Lo importante es la foto” dijo el gran geoestratega y estadista Zapatero antes de sonreír al Rey de Marruecos y dar por zanjadas los diversos líos en que estamos metidos con el alauita. Lo importante no son ni los problemas, ni Ceuta, ni Melilla, ni los policías insultados de forma reiterada, ni los bloqueos, ni las amenazas malamente veladas, sino la foto. Así nos va, con un Presidente del Gobierno que dice esas cosas, y lo que es peor, las hace. A lo mejor es que está “dramatizando un poco” como reconoció cuando pensó que no le oía nadie ante Gabilondo, el periodista hermano (literalmente) del Gobierno.

zp-marr Marruecos se pasa el día a patadas con España, y nuestra respuesta es una sonrisa y un apretón de manos. No es comprensible. Este tipo de dictadores no pueden seguir pensando que sus vecinos son su feudo, y aunque estén acostumbrados a que en su país se les adore como si fueran dioses encarnados, en una Europa moderna y civilizada no se pueden aceptar ciertos comportamientos.

En Perejil demostraron que cuando España enseña los dientes retroceden. Lo malo es nuestro eterno complejo de culpa o el miedo a que “nuestros intereses” se vean perjudicados. Hoy la prensa recoge que la crisis con Marruecos hizo que se duplicaran las entradas ilegales en Ceuta y Melilla. ¿No nos sale más rentable blindar mejor nuestra frontera en esas ciudades que confiar en el capricho de un dictador que se basa, a estas alturas de Historia, en el Derecho Divino?

Pero hay más dictaduras ante las que enseñamos los dientes sólo para sonreír: los hermanos Castro estarán encantados de la visita que Leire Pajín hizo en nombre del PSOE de forma oficial. Un apoyo así de un partido que gobierna en una democracia es un chollo para una dictadura agonizante. Tampoco le viene mal a democracias en entredicho tipo Evo Morales o Hugo Chávez. Esos son nuestros amigos.

No me gustó nunca el peloteo infame a Estados Unidos, Gran Bretaña o Alemania que practicaron desde Franco hasta Felipe González o Aznar, pero francamente, me parece más razonable por dos motivos: el primero es que son los países más poderosos del mundo, y el segundo que a sus líderes se les elige en una urna.

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