viernes, 14 de diciembre de 2018

Hoy toca tregua navideña regada con chocolate

Hoy a partir de las 18:30 en la Plaza de España. ¿Se animan?
A ver si es verdad que hoy a las 18:30 el Ayuntamiento encenderá de una puñetera vez (pondría “de una puta vez”, pero creo que es una expresión muy soez para el blog) la iluminación de Navidad, y miren si soy buena gente que hasta colaboro con este artículo en difundir la buena nueva y echar una mano para que haya más gente.

Pondrán un “photocall”, repartirán globos, habrá panderetas de la Escuela Municipal de Música (como la cosa no se arregle puede que sea uno de sus últimos actos) y ¡una chocolatada! ¡con churros y todo! No me digan que no les apetece ir a tomar un chocolate calentito, que total pagar vamos a pagar igual entre todos así que al menos disfrutémoslo.

Pocas personas ha habido más críticas que yo con las cafradas de la iluminación de Navidad. Avisamos desde Lugo Monumental de lo que iba a pasar, y no porque tengamos una bola de cristal, sino porque vimos lo que sucedió en años anteriores y los tiempos eran los que eran. Hemos dedicado tiempo y energías a denunciar las meteduras de pata en este asunto y lamentablemente es probable que el tema no termine con su puesta en marcha esta tarde.

Habría ayudado que hubieran pedido una disculpa, pero no, ha sido al revés, año tras año la han cagado con esto pero su reacción ha sido sacar pecho, echar la culpa a la oposición, a los técnicos, a la empresa instaladora y al chachachá. Esa estúpida actitud de no reconocer jamás un error, de creerse infalibles cual Papas civiles, no ayuda a confiar en el criterio de quienes rigen nuestros destinos.

A pesar de todo esto, no creo que sea lo más inteligente seguir dando la matraca día tras día con la imperdonable metedura de pata municipal. Hoy toca firmar una tregua. Temporal como todas las treguas.

En la guerra del 14, es decir, la Primera Guerra Mundial, hubo un alto el fuego no oficial entre los ejércitos inglés y alemán del frente occidental por Navidad. Yo conocí ese curioso suceso de pequeño gracias a un vídeo musical de los 80, Pipes of Peace de Paul McCartney. No se trató de una rendición, ni de la firma de la paz, sino de un alto el fuego, un armisticio puntual en que unos y otros se reconocieron como iguales e incluso hubo un episodio en que jugaron un partido de fútbol entre trincheras.


Si los germanos y británicos, tradicionalmente enfrentados, fueron capaces de aparcar sus diferencias después de estar liándose a tiros para celebrar unos momentos de paz, entiendo que mucho menos complejo será para los lucenses tomarnos juntos un chocolate y dar la bienvenida a las fiestas.

Yo, desde luego, voy a ir, porque hay cada vez menos cosas buenas en este cochino mundo pero la Navidad sigue siendo una de ellas.

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