Concurso de escaparates y belenes navideños en el casco histórico

Los escaparates navideños suelen ser alegres y animan mucho las zonas. La foto es de uno de fuera de Lugo para evitar favoritismos.

Cuando la diversión de algunos descerebrados consiste en destrozar la decoración navideña que algunos establecimientos, haciendo un gran esfuerzo no sólo económico sino también de esfuerzo personal y voluntad, han instalado en sus fachadas, es muy complicado animar a insistir en ese empeño de mejorar sus locales y la ciudad en general.

Sin embargo se intenta, y para ello desde la Asociación Lugo Monumental hemos organizado el primer concurso de decoración navideña entre los más de cien asociados que tiene nuestra entidad. Los premios son de 300, 200 y 100 euros, que distribuirá un jurado formado por tres personas de reconocida trayectoria y que se hará público con el fallo del mismo.

Son 600 euros en premios, un esfuerzo importante por parte de una Asociación que no recibe subvenciones públicas y que se nutre exclusivamente de las cuotas de sus asociados, lo que refleja la importancia que le damos al asunto porque realmente es vital que no cunda el desánimo entre quienes se molestan en mejorar el entorno en que viven.

A esto se añade otro premio, de 200 euros, para el mejor Belén en establecimientos del casco histórico. Este premio no lo otorga el mismo jurado, sino que es la Asociación de Belenistas, que lleva muchísimos años trabajando en este tema, la que decide el establecimiento ganador. Para anotarse al concurso no es necesario ser asociado de Lugo Monumental, sino que simplemente han de hacerlo en el teléfono de la Asociación de Belenistas, en el 982227705, de lunes a viernes entre las 10 y las 13:30. Por cierto, también tienen premios para muchas otras categorías e incluso para domicilios particulares, así que anímense a “montar el Belén” y participar en estos premios.

Esperemos que estas iniciativas ayude aunque sea modestamente a paliar los efectos disuasorios que los gamberros han logrado difundir, ante la pasividad de las autoridades que, eso sí, han contratado seguridad privada para “sus” instalaciones de la Plaza de España pero al resto que les den morcilla. Se ve que ni ellos mismos confían en las fuerzas del orden… lo que no es muy alentador, la verdad.