El Interventor alerta sobre las cuentas municipales pero, al menos hasta Mayo, nadie le hará caso... Foto central: El Progreso |
Las noticias económicas que nos hablan de los presupuestos municipales suelen ser ignoradas por el gran público. De hecho soy consciente de que hoy las visitas a este artículo serán mínimas, pero francamente, es algo que jamás me ha preocupado y por eso trato en ocasiones temas como los culturales, a los que a pesar del postureo habitual no entra ni el gato. Si la media de visitas a un artículo está en unas 400 o 500 diarias (que no sé si es mucho o poco, la verdad) cuando se tocan temas culturales no suelen llegar a la centena. Si son temas más “escabrosos” alcanzan con facilidad el millar o millar y medio.
Hoy recoge El Progreso una noticia sobre el preocupante futuro económico del Ayuntamiento de Lugo, cuyas cuentas no salen. Los ingresos son, según el interventor, “optimistas” y los gastos están en “evolución ascendente”. Ya no somos ese municipio que presumía de superávit, al que supuestamente le sobraba el dinero, sino que entramos en una espiral de gastos que se pueden explicar fácilmente si tenemos en cuenta que en Mayo hay elecciones.
No es momento para ahorros. La campaña electoral en la que ya estamos inmersos con el falso nombre de “precampaña” hace que las sonrisas sean más amplias y abundantes, la pose de presunta comprensión sea más acusada, y los gastos en propaganda y autobombo se disparen sin rubor. No hay más que ver las dos páginas diarias de “información institucional” que la Diputación lleva sacando un mes en todos los periódicos, en que nos cuentan lo que se supone que los vecinos afectados ya saben: lo bien que gastan nuestro dinero y lo mucho que hacen por el pueblo. Le dedicaremos atención a esto en unos días, en que hablaremos una vez más de los muchísimos euros que se nos van en ver a los próceres en fotos pagadas.
Pero a lo que íbamos. El Ayuntamiento de Lugo incumple sus propias normas cuando hay votos en juego, y el interventor pone el dedo en la llaga al hablar de los costes de la recogida de basuras y el saneamiento, que se supone que hay que trasladar íntegramente a los usuarios (así lo dice no sólo la normativa municipal sino otras superiores en rango). No se hace y el motivo es obvio: el desgaste político que supone subir a los vecinos los recibos en plena crisis energética y económica, con una inflación desatada y con mucha gente con problemas para llegar a fin de mes… y que en seis meses hay que votar para elegir a los nuevos concejales.
Sería un suicidio electoral aplicar la normativa, y triplicar alegremente los recibos a los lucenses. Que sea obligatorio es irrelevante. Que no hacerlo sea, literalmente, prevaricación es irrelevante (además ahora que la malversación está bien vista si no se mete dinero en el bolsillo propio no pasa nada por hacer estas cosas). Lo importante sólo es el objetivo de Mayo y todo lo demás queda supeditado a ese fin.
Que el señor interventor haya tenido el valor de hacer su trabajo es digno de elogio. Otros cargos municipales que no dependen del Gobierno Local se han plegado a sus deseos y no sólo han obviado sus tareas de ser vigías de la legalidad, sino que se han entregado sin rubor alguno a formar parte de la cuadrilla a la que tendrían que supervisar. Y no pasa nada.
Al menos tenemos remanentes de los que tirar. No se hagan ilusiones, ese dinero no es fruto de un prudente ahorro por parte de la administración, sino de su incapacidad de sacar adelante sus propias previsiones. Se trata de partidas que no se llegaron a ejecutar, de dinero que estaba previsto gastar en cosas que, son su habitual pereza, han quedado en un cajón. Lo malo es que ese dinero no está en el banco sino que muchas veces son “derechos reconocidos”, es decir, ingresos pendientes que no se han cobrado… y que puede que nunca se cobren.
Estamos, según el interventor municipal, ante unas cuentas irreales… pero da igual. Sólo tienen que aguantar cinco meses. Desde Mayo ya podrán subirnos las tasas a lo bestia porque ya no importará y quedarán cuatro largos años para olvidarlo anestesiados con fiestas y chocolatadas.
Así se hace política hoy día.
Estimado Luís,
ResponderEliminarHai algo máis dunha década, nunha estrevista, Warren Buffett deu unha solución que dicía "podía rematar co déficit público en cinco minutos", era simplemente aprobar unha lei pola que, se o déficit público superase o 3% do PIB, tódolos membros do Congreso quedasen automáticamente inhabilitados para a reelección.
Máis alá da graza ou do simplismo da solución (que obviamente ningún político aprobará), amosa o principal problema da xestión dos recursos públicos, que é a falla de responsabilidades pola xestión de "patachún p'arriba e o que sexa que pase xa se solucionará (ou non) no futuro"; porque quen sempre o paga é o cidadán.
E no caso das contas municipais; son irreais, como as do ano pasado, o anterior, e o outro,... E estamos tan afeitos a iso que xa nin lle damos importancia.
Pues preocupa un poco más si añadimos a esto que no son capaces de gastar su presupuesto de inversiones.
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