lunes, 18 de junio de 2012

¿Bajada de precios?

Una inmobiliaria dependiente de un banco, el Santander para más datos, ofrece apartamentos en Barreiros desde 19.900 euros, con piscina, jardín y a dos kilómetros de la playa. Los constructores, por su parte, han puesto el grito en el cielo porque, afirman, hay indicios de competencia desleal por parte del banco ya que afirman que “no hace frente al pago de su fondo inmobiliario y, sin embargo, ejecuta este tipo de actuaciones”. No sé muy bien a qué se refieren, pero al consumidor francamente le importa un rábano todo eso. Lo que queremos todos es que los pisos bajen a un precio razonable.

Como es obvio, Internet está que echa humo con este tema, y en donde se ha publicado la noticia se ven comentarios de todo tipo: desde los que ponen en duda la legalidad de la promoción, hasta los que, pásmense, dicen que sigue siendo caro.

El edificio no tiene mala pinta para nada. Además, la costa de Lugo ya saben que está poniéndose de moda, y lo que ter rondaré, morena, cuando terminen la A8 y los asturianos tengan esto a un tiro de piedra a precios mucho más baratos de lo que pagan ellos en su tierra.

El futuro de los bancos, a pesar de las inyecciones de capital millonarias que vienen de Europa, pasa por volver a prestar dinero. Es su principal negocio hasta la fecha, y eso es parte del problema básico de esta situación: que se olvidaron de que esa es su ocupación y no meterse a hacer pisos como locos.

Había un castañero en la Plaza de España que cuando alguien le pedía si le prestaba mil pesetas contestaba que no podía, que había firmado un convenio con el BBV: “ellos no venden castañas y yo no presto dinero”. Es una respuesta ingeniosa, pero encierra más sabiduría de la que podría aparentar. Cada uno a lo suyo, zapatero a tus zapatos.

¿Qué importa que sea el banco el que hace el edificio? Mucho. Si el promotor y el prestamista son la misma persona es tentador inflar el valor real para poder dar mayor beneficio al que hace la obra (que es el propio banco) y los tasadores, quieran o no, se van a ver presionados por quien elige quién hace la valoración de los inmuebles. Si todas las competencias las tiene el mismo ente, la cosa se va a inclinar hacia su lado sí o sí.

Cada vez que vemos el parque de viviendas vacías de este país nos echamos las manos a la cabeza. Depende de donde se mire la noticia, nos hablan de cerca de tres millones y medio de viviendas vacías en España. Ahí es nada. Una caída de precios salvaje será lo único que pueda dar salida a semejante barbaridad de viviendas.

Por supuesto, lo que parece una buena noticia para unos no lo es para otros. Quienes hemos comprado una vivienda en años pasados vemos cómo la mayor inversión de nuestras vidas cada día vale menos. Los españoles siempre hemos sido mucho de tirar a la compra en lugar del alquiler, con el razonamiento de que al menos así tienes algo “tuyo” (por ahora del banco) y que alquilar es “tirar el dinero”. Pues ahora ya ven, con estas bajadas de precios tirar el dinero ha sido comprar, porque cada euro gastado en la hipoteca, con sus correspondientes intereses, vale ahora menos de la mitad de lo invertido.

Auguro un futuro cercano de pánico entre los vendedores y los propietarios de grandes bolsas de pisos. Si el ejemplo del Santander se pone de moda esto será el anti-boom del ladrillo, y como en el crack del 29, van a vender como locos al precio que sea. Eso sí, habrá todavía un gran número de propietarios (pequeños propietarios) que han heredado un piso además del que tienen de toda la vida, que mantendrán su segunda vivienda sin venderla porque no le sale demasiado rentable.

Qué difícil se está poniendo esto, a saber las repercusiones de una bajada de precios bestial como la que parece que viene (por fin).

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