martes, 11 de abril de 2017

La nueva obra de la vieja cárcel


Mantener elementos de las celdas, un acierto.
 Ayer les hablé del fantástico concierto que la LUCA nos ofreció en el patio de la antigua cárcel, y hoy les hablaré del edificio en sí mismo, tal y como quedé de hacer.
La impresión es positiva, sin duda alguna. Una estructura amplísima, reformada con buen gusto (salvo las escaleras, la entrada y la cafetería donde se abusa demasiado del mármol en mi modesta opinión) y predominando las líneas sencillas y el blanco nuclear como único color en contraste con la madera y la piedra. En lo que se refiere al continente, casi nada que objetar salvo pequeños detalles.
El primero es el ya mencionado, el mármol. Excesivo para mi gusto (pero insisto, sobre gustos...) donde yo habría puesto probablemente granito del país o incluso pizarra. La sensación del mármol es bonita los días de sol y calor, pero demasiado fría para el clima lucense.
Por otro lado la “biblioteca” es absurda. Darle ese nombre a un espacio donde solamente hay una mesa y ocho sillas (literalmente) es, además de pretencioso, una tontería. Hasta como sala de lectura me parece demasiado escasa para su fin, a menos que su único objetivo sea “que se vea” y no “que se use”, cosa que parece razonablemente creíble si vemos que los escasísimos libros de la supuesta “biblioteca” ni siquiera tienen el típico sello de “propiedad de la biblioteca municipal de la antigua cárcel” o similar.
La supuesta "biblioteca"
Insisto en que en mi opinión sobra el edificio delantero. Quizás cuando propuse eliminarlo completamente fue exagerado, pero al menos reducirlo a sus dimensiones originales (de planta baja) habría sido lo razonable. La cafetería se podría hacer igual en la parte trasera, la principal, y además podría abrirse el acristalamiento tanto a la zona de la plaza de la Constitución como al propio patio de la cárcel, que sería precioso, pero bueno, ahora ya está y no vamos a darle vueltas.
Lo que es la cafetería no sé yo... Muy bonita para visitar brevemente pero un asadero cuando hace sol para estar sentado tomando algo. Las vistas muy chulas, porque además no se me ocurre ningún otro sitio de todo Lugo (público, quiero decir) en que se pueda admirar la Muralla desde cierta altura. Da una perspectiva única de nuestro principal monumento, un acierto que ya pensó en su momento Ramiro, el de La Palloza, cuando se hizo cargo del restaurante de la estación de autobuses, aunque a él no le dejaron hacer la reforma que quiso pero ya sabemos que la todopoderosa administración gusta de ejecutar las obras que no permiten a los particulares.

El patio en sí me parece perfecto, una obra indiscutible a la que no se pueden poner pegas. Incluso han tenido el buen gusto de mantener las puertas de las celdas con los ventanucos originales (donde se pudieron conservar), lo que me parece que le da un aire extraordinario. Tanto me ha gustado que auguro que el breve salón de actos (que no pudimos visitar porque estaba cerrado) tendrá poco o ningún uso porque “las fotos” quedan más bonitas en el patio, que es un entorno diferente y muy estético.
En general me ha gustado muchísimo. Supongo que el mantenimiento será una locura porque es todo tan blanco y tan níveo que cualquier manchita se ve a la legua, pero ya cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él.
Muy bonita vista desde la cafetería
Lo que sí me parece disparatado es el presupuesto. 5,7 millones de euros (en otras fuentes se hablaba de 13 milloines), que vienen a ser 950 millones de pesetas (una pasta) para reformar un edificio es muchísimo dinero. Para que se hagan a la idea la reforma del Hospital San José que está haciendo ASPNAIS tiene un presupuesto de aproximadamente la mitad del dinero que costó la reforma de la antigua cárcel. Con 3 millones están vaciando entero un enorme complejo, al que están cambiando todo el tejado también, para construir la nueva sede, residencia, oficinas y talleres para la asociación, frente a los 5,7 de la obra de la cárcel. Me cuesta creer la diferencia de precios hasta que recuerdo que ASPNAIS es una entidad privada que tiene que ver lo que gasta y el Ayuntamiento tira de talonario común y de dinero de la Unión Europea, así que le da igual ocho que ochenta.
Lugo tiene ahora un nuevo edificio dedicado a la cultura, que se une al existente auditorio de Frigsa, el MIHL, el futuro auditorio de Magoi y los demás espacios que se usaban en plan “moderno que lo flipas” para hacer actividades, como el mercado y la plaza de abastos.
Algo me dice que el incremento de actividad en la antigua cárcel va a suponer una merma en la oferta cultural de los demás centros. Ojalá me equivoque, pero no sé yo hasta qué punto había necesidad de construir edificios como setas, todos destinados a la misma finalidad. Hasta donde yo sé no había problemas de disponibilidad, pero insisto en que ojalá esté mal informado.
Vamos a dar un voto de confianza y esperemos lo que resta de 2017 para ver si se le da uso a toda esa red de centros o si, por el contrario, van “rotando” su actividad para que no se vean todos vacíos.
Me gustaría dar una idea con el fin de que se ponga a andar: ofrezcan a los particulares las celdas para diferentes actividades. ¿Cuáles? Las que propongan los propios interesados. Imaginen en la celda 24 un taller de pintura de un artista local, y en la 33 una chica haciendo obras de arte reciclando libros (esto último es real, que he visto fotos y es una pasada lo que hace esta mujer). Que tengan allí su propio espacio, con sus materiales, y que a cambio de esa cesión gratuita permitan que los visitantes puedan contemplar cómo trabajan. No me digan que no sería algo digno de ver.

2 comentarios:

  1. Ya le digo yo, y lo sé de muy buena tinta que el presupuesto de la obra de Aspnais fue totalmente a la baja y que ese dinero no va a llegar ni en broma, cosa que no quita que la obra de la cárcel fuese cara...

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    1. Pues hasta donde yo sé está en un contrato que hay que cumplir. Ya veremos el coste final...

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