martes, 17 de julio de 2018

Por fin nos dicen la verdad de los locales de la Tinería

Uno de los locales, sin baño (hay que instalarlo) y con otras limitaciones y obras a realizar

Meta un baño aquí y a ver cuánto
le queda de local...
La confusión con el tema de los locales en alquiler en la Tinería es de tal calibre que el Ayuntamiento convocó una reunión con técnicos municipales para aclarar las muchísima dudas generadas. Acudieron una decena de personas, lejos de las mareas de interesados que según nos dicen obligó a prorrogar el plazo de solicitud. Al menos escucharon por fin con claridad algunas verdades dolorosas que contradicen los anuncios del gobierno local.

La primera y más importante es la relativa al plazo de alquiler: cuatro años, ni un día más. Ni prórrogas, ni extensiones, ni ampliaciones. Cuatro años es lo que se oferta y lo repitieron hasta la saciedad, así que ahora es cosa del emprendedor echar cuentas y ver si le salen los números de las amortizaciones en ese plazo.

También se concretaron obligaciones como que todos los locales han de tener baño, aunque actualmente solo tres o cuatro cuentan con él, que se han de encargar del mantenimiento de patios y jardines los que lo tengan, y que se han de respetar el PEPRI y otras ordenanzas como la del Burgo Medieval que por ejemplo no permite motores de más de 7.000 vatios.

Respondieron cuestiones concretas sobre algunos locales, como el más llamativo de todos, el de Miño 26, y que cuando nos lo enseñaron solo nos decían lo bonito que es (como si no tuviéramos ojos en la cara). No se nos dijo, por ejemplo, que en opinión del técnico de urbanismo el cristal que separa el local del portal del edificio no vale para nada, y que hay que cambiarlo por uno ignífugo que cuesta unos 1000 euros… por metro cuadrado. Tampoco se nos aclaró que los restos arqueológicos que ocupan la mayoría del local han de ser “puestos en valor”, término difuso que precisará aclaración y autorización mediante informe de Patrimonio con lo que la licencia y obra de ese local dudo mucho que se ajuste a los cuatro meses que dan de plazo.

También nos aclararon misterios como el del ascensor de Recanto do Miño 8, la casita de dos plantas, que no es que no funcione, es que no existe. Solo están las puertas pero no hay maquinaria así que está allí para ocupar un espacio ya de por sí escaso. A lo mejor se puede usar de armario en la planta de abajo, qué sé yo.

Lo que quedó claro en la reunión es que la cuestión no es tan simple como nos vendieron en las visitas a los locales, y que sin duda alguna el pequeño emprendedor que esté buscando una opción hade pensárselo muy mucho antes de arriesgarse a enterrar una cifra importante en un local con solo cuatro años de futuro.

Lo de debajo de las tablas son restos aqueológicos...

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 17 de Julio de 2018

2 comentarios:

  1. Más piedras en el camino para el emprendedor y/o autónomo. Estas situaciones solo me producen asco hacia ciertas instituciones.

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  2. lo que pensábamos y sospechábamos el día de la visita parece que era cierto¡

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