jueves, 3 de septiembre de 2015

Hoy hay tractorada

Hoy hay tractorada. La causa, como es bien sabido, es la defensa del sector lácteo y la lucha de los ganaderos por recibir un precio justo por su producto y su trabajo, un fin razonable y noble en sí mismo.

Tractorada - Foto de Galicia Digital
Sin embargo hay que decir que, según algunos de los propios protagonistas, parte del problema lo han generado los propios ganaderos con su desunión y su falta de cooperación entre ellos. Fíjense que en Galicia es de los sitios donde menos se paga el litro de leche mientras que, sin tener que cruzar la frontera a Francia, en Andalucía o en Cataluña se paga mucho más cara. ¿El motivo? Que en esas comunidades se han conseguido unir en cooperativas de un tamaño gigantesco que agrupa casi toda la producción y negocian colectivamente.

Desde que la revolución industrial se humanizó un poquito gracias a la creación de los sindicatos y el descubrimiento de que la unión hace la fuerza, casi todos los grupos se han organizado para defender sus intereses. En este caso no ha sido así, y para una empresa manipuladora forzar la rebaja del precio de un ganadero era tan sencillo como decir “si no me bajas el precio no te la compro”. Prueben a hacer eso con todos al mismo tiempo y verán que la respuesta será “pues no te preocupes que la llevamos nosotros a donde la quieran por este precio”.

Pero los gallegos no tenemos la unión entre nuestras virtudes. La concentración parcelaria fue un desastre porque nuestra tradicional desconfianza (incluso unos de otros) hace que siempre se piense que si me cambian 100 metros de terreno por 120 es que algo va mal y que me están estafando, así que ante la duda cada cual se quería quedar con “lo suyo”, y seguimos con los minifundios y la producción a pequeña escala que es incompatible con la productividad que hace falta hoy día.

Está todo inventado y lo que no me parece razonable es que teniendo en sus propias manos la solución, o al menos el inicio de una solución, llamen una vez más a “papá Estado” a que les saque las castañas del fuego.

Por supuesto desde la barrera todos somos Manolete, y es muy fácil para mí decir esto porque no tengo que levantarme todos los días a “muxir as vacas” cuando es noche cerrada. Que nadie piense que no me solidarizo con la causa de los ganaderos o que minimizo el problema, porque no es el caso. Esta gente necesita apoyo, y en una provincia como Lugo son un sector básico y un pilar de nuestra riqueza colectiva. Pero creo que esa ayuda ha de empezar por sí mismos.

Francia ha fijado un precio mínimo para la leche, lo que va contra las normativas europeas. España no ha de hacer lo mismo, sino que debe denunciar al país galo ante la Unión Europea para evitar que se juegue con diferentes reglas. Buscar soluciones sencillas a un problema complejo es absurdo porque si hubiera una varita mágica alguien la habría usado en algún momento. No ha sido así.

En cualquier caso, Lugo hoy debe acoger con cariño, con respeto y con paciencia una manifestación que será incómoda y gravosa para muchos. Los vehículos tendrán que evitar la ronda entre las 12 y las 17 horas, que es cuando se concentran los tractores, y los comerciantes tendrán que asumir que es un día en que la afluencia de clientes será menor de lo que debiera. Es una puñeta, sí, que espero que al menos alguien les agradezca.

Confío en que no haya incidentes, y sobre todo en que la manifestación sirva de algo.

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13:15 horas:

No me gusta nada editar los posts una vez publicados, pero cuando metes la pata hay que asumirlo. Todos dimos por sentado que es cierto que el gobierno de Francia fijó un precio mínimo a la leche, pero es falso. Me lo acaba de corregir un amigo y como tal cosa es lo noble, me corrijo: NO ES CIERTO QUE EL GOBIERNO FRANCÉS FIJARA TAL PRECIO MÍNIMO.

Por si alguien no se fía de mí, que lo haga del ministro francés del ramo...

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