Puedo respetar una opinión aunque no la comparta. Lo que me cuesta más es saludar con educación la mala leche o el oportunismo político, que es algo que me gusta poquito tirando a nada.
Hace poco tiempo, el BNG acusaba a Feijoo de haberse visto “salpicado por la corrupción” por una contratación menor desde el CETAL, lo que todos recordamos porque causó que Luis Lamas dimitiera, coherentemente con su forma de pensar y hablar. Sin embargo, ahora parece que les parece normal que los contratos de las entidades gestionadas por “los suyos” sean hereditarios, como se vio en el tema de la escuela de piragüismo.
Por si no saben de qué les hablo, la cosa es la siguiente: el nuevo cabeza de cartel del BNG, Rubén Arroxo (antes conocido como Rubén Arrojo), trabajaba en la escuela de Piragüismo de la Diputación. Nada por supuesto que ver con que esa área la controle su partido, no sean malpensados, por dios.
Cuando fue nombrado candidato al Ayuntamiento dejó dicho puesto para dedicarse en exclusiva a la candidatura (nota: ¿y de qué vive?, me pregunto, pero ese es otro asunto). También abandonó su puesto orgánico en el partido que era la secretaría comarcal de Galiza Nova, la organización juvenil del BNG.
Pues bien, miren qué coincidencia que su sustituto al frente de Galiza Nova también obtuvo la plaza que dejó vacante Arroxo (antes Arrojo) en la Escuela de Piragüismo. Eso hace que uno se pregunte si en dicha escuela funciona la herencia para los puestos abandonados o hay representación política de los grupos, como si fuera una comisión de investigación del Parlamento, o un órgano de control como lo de la TVG. De lo contrario huele un poquito mal lo de que el puesto político vaya con contrato laboral en entidad pública incluido.
Ante el cristo que se montó el nuevo jefe de Galiza Nova, Adrián Jato (supongo que en breve se llamará Xato si se presenta a algo), dejó el puesto de la escuela “para evitar polémicas interesadas”… ¡Tócate los pies! ¡”Interesadas”!...
A ver si nos entendemos. Creo que es obvio que han metido la pata notablemente, igual que la metió Luis Lamas como él mismo reconoció. La diferencia es que si bien uno dimitió de otro cargo que no tenía nada que ver con la situación (Sogama) porque tiene vergüenza y es consecuente, aquí el BNG no sólo mira para otro lado sino que saca pecho y dice que la contratación pública ha de hacerse siempre “en ofertas públicas de empleo”. Como si no les hubieran pillado en un renuncio.
En el concurso de méritos para el puesto, supongo |
Lo que es más grave, por lo que dice la prensa imagino que Jato (Xato en documentación interna, es de suponer, recuerden que el gallego no tiene la letra jota) se mantiene en su puesto de jefe de Galiza Nova, con lo que en breve supongo que ya le encontrarán otra cosilla por ahí para compensarle haber perdido la herencia dejada por Arroxo (antes Arrojo).
Por otro lado, les prometo que me preocupa notablemente, sobre todo por la edad de los protagonistas. Si ni siquiera siendo jóvenes tienen ideales y vergüenza torera (bueno, en este caso hablar de toros es contraproducente, lo siento) vamos de cráneo.
Y si éstas son las nuevas formas y los nuevos tiempos que Besteiro afirma que llevará a la política autonómica, estamos listos. Porque recuerden que todo esto depende de él, al menos en teoría.
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