Si les soy sincero no tenía pensado hablarles hoy otra vez del “Milagro de San Vicente” por no ser pesado. Además los que pudieron ir ya vieron lo que fue, y los que no pudieron podrán, Santo mediante, verlo el año próximo. Pensaba que era excesivo hacer un artículo el día de autos para animarles a acercarse e insistir hoy, siendo encima lunes y habiendo pasado un par de jornadas de por medio.
El comienzo del "Milagro" - Foto de Fernando Rivero |
Para justificar un poco la reiteración les voy a contar brevemente la historia del “Milagro” de San Vicente. Les diré que el tema no viene de nuevo. Tomo prestados los datos de la divertida introducción que hizo Susana Barro en la fiesta, obtenidos a su vez de José de O Pote, una de las memorias vivas de la zona. Se le debe la idea a Don Ezequiel García Rodríguez, recaudador de impuestos, que allá por los años 60 durante un San Froilán tuvo la feliz idea de echar vino en el enganche de esta fuente, en los jardines del Obispado: 750 kg de pulpo cortaron las pulpeiras y se comieron ese día, para bajar el vino milagroso.
El mecenas, Pepe de Val de Quiroga Foto de Julio Diego Leira Sanmartín |
Hoy día el mecanismo de la fuente es diferente, y también lo son (afortunadamente) las normativas sanitarias así que Val de Quiroga, que es quien aporta la mecánica y el producto, ingenió y construyó un circuito cerrado en que el vino no toca la fuente en ningún momento ya que discurre por tubos alimentarios y tinas de acero. Vamos, que no se preocupen que aunque el agua de la fuente no es potable, el vino está perfecto, que de eso se encarga Pepe a quien, por cierto, se entregó el merecidísimo título de “Socio de Honor” de Lugo Monumental.
Pero no me resisto a darles mi opinión de lo que fue el acto… ¡Simplemente soberbio! Un montaje sencillo pero cuidado a cargo de Animatium, empresa de animación (seguro que jamás habrían adivinado su dedicación si no se lo aclaro) y asociada a Lugo Monumental, entidad organizadora del acto.
Tuvieron varias ideas geniales. La primera sustituir las antiestéticas vallas amarillas de seguridad por unas más “enxebres”, de madera rústica y apoyadas en unos soportes del mismo material. La segunda fue diseñar una tapa para ocultar el mecanismo que ayuda a San Vicente a obrar el “milagro”, con un diseño sencillo, de uvas, pero muy efectivo. Otra fue tener animación en vivo, en las personas de la agrupación “Os Xílgaros”, que ayudaron a que la gente se lo pasara mucho mejor que otros años… y la cuarta, sin duda alguna, fue contar una vez más con el amigo Pepe de la bodega Val de Quiroga que, como siempre, generosamente patrocinó el evento.
Tengo que reconocer que me apunté corriendo a ayudar a poner vino, pero que una vez llegó el momento sentí un mínimo temor a estar de más. Ya saben cómo funciona esto, los “ex” a veces estorban más que ayudan, y basta que estés por allí para que parezca que en vez de echar un cable quieres meterte donde no te llaman. Sin embargo poco duró mi inquietud, porque los abrazos, el cariño, e incluso las menciones que tuvieron el detalle de hacerme tanto Susana como el Presidente de Lugo Monumental, David, me demostraron que era una tontería siquiera haberlo pensado.
La fuente que mana vino Foto de Jesús Burgo |
Esta fiesta mejora año a año, y me alegra ver que han superado con mucho lo anterior. En el primero de los que se organizó en esta nueva etapa, cuando yo era el responsable, fue todo un poco chapucero la verdad. Hacía muchos años que no se celebraba el evento y nos faltaba un rodaje que adquirimos con la experiencia, así que el segundo las cosas ya fueron mucho mejor, contando incluso con la colaboración de un orfeón gracias a la intervención del gran Manuel Buján.
Pero este año superaron con creces las expectativas, y además lo puedo decir bien alto sin que nadie piense que es por interés propio ya que yo no tuve nada que ver en esta tercera edición. Lo han hecho de fábula, incluso combinando sabiamente la música tradicional del grupo que les decía, “Os Xílgaros” durante el “Milagro” para luego poner otro tipo de ritmos más acordes con la hora de la mano de Francisco Rivera.
Por último no quisiera dejar de mencionar a algunas personas que día a día nos demuestran que hay grandes fotógrafos aficionados en esta ciudad. Los reportajes publicados en redes sociales por Jesús Burgo, Fernando Rivero o Julio Diego Leira Sanmartín reflejan lo que fue el acto en sí. Me he permitido tomar una foto de cada uno para ilustrar este artículo, poniendo la referencia de cada uno en el pie de foto y como muestra de agradecimiento de sus esfuerzos.
Francamente, así da gusto. Solo falta un pelín más de promoción exterior y creo que podemos tener una gran fiesta para el verano en Lugo.
Y termino con las palabras del cura de Fruíme que recoge José de Cora en su imprescindible “Guía de Lugo, visible e invisible”, dedicadas al Obispo Izquierdo, gracias a quien se podía beber de la fuente de San Vicente por ser su mecenas:
Ya que para los brindis
materia estás ofreciendo
a tu salud, Izquierdo, beba Lugo
¡y mientras beba Lugo, viva Izquierdo!
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