Ayer hablábamos de la chapuza de las cuentas del Arde Lucus en cuanto a ingresos. Curiosamente eso suele ser lo más fácil de exponer públicamente, porque lo enjundioso y sospechoso son los gastos. En nuestro caso el análisis de costes es muy revelador, sobre todo teniendo en cuenta otras cifras de esta fiesta.
Recuerden que según el programa y la concejala, hubo 400 actividades en la ciudad durante los días de la fiesta, de las cuales se afirma en la nota de prensa que 200 fueron asumidas por las asociaciones locales. Sin embargo de los 236.680 euros gastados en este concepto (me como los céntimos para que no me pase lo que a Basadre) se destinaron 176.680 a empresas y tan solo 60.000 a las asociaciones.
Haciendo unas sencillas operaciones matemáticas podemos afirmar sin temor a equivocarnos que aunque las asociaciones corrieron con la mitad de los actos programados, las empresas cobraron el 75% del presupuesto. El coste medio de cada actividad por parte de las asociaciones fue de 300 euros, mientras que las organizadas por las empresas ascendió a 883 euros por acción.
Esto hace plantearse seriamente si no sería mejor apostar por el asociacionismo y aumentar la financiación a las agrupaciones locales en lugar de gastar el dinero en empresas externas que nos cobran casi el triple por cada actividad.
Siguiendo la lógica municipal, en que lo que importa es el número y no la calidad, gastando el mismo presupuesto en actividades gestionadas por asociaciones con el mismo presupuesto podríamos tener ¡789! actividades en tres días. Obviamente esto sería una barbaridad, pero con lo que les gusta el rollo “haigas” quizás resulte tentador. Hasta se podría batir un record Guiness: la mayor concentración de actos en tres días de fiesta.
Todo esto puede resultar discutible. Por ejemplo a nadie se le oculta que el circo que se instala en las cuestas del parque es caro. Quizás podría serlo menos si lo organizaran asociaciones locales, y veo perfectamente capaces a los de la Cohors o a los Pretorianos de llevar adelante el proyecto con colaboraciones puntuales de algún colega de otras ciudades, que los tienen en ingentes cantidades porque siempre que salen de Lugo nos dejan quedar de maravilla.
Lo que sí es llamativo es que, por ejemplo, el musical “Hércules”, de cuya calidad no dudo, costara 15.125 euros. ¿No se les ocurre que quizás podrían hablar con Noemi Mazoy (la pongo de ejemplo porque tiene gran experiencia en musicales ya que participó con mucho éxito en Sonrisas y Lágrimas o Víctor o Victoria sin ir más lejos) y algún intérprete más de la ciudad para que por ese dinero les organicen un buen espectáculo musical? Les garantizo que sería posible y más acertado.
Lo que es obvio es que el peso de la financiación no es equitativo con el reparto de las actividades. Sacando el mencionado circo y un par de cosas más, lo gordo de veras lo hacen las asociaciones. Los campamentos, los desfiles, las acciones teatrales y demás están a cargo de lucenses que dedican tiempo, esfuerzo y dinero a celebrar con nosotros esta fiesta y quizás sería hora de plantearse si se les está ayudando convenientemente.
No me entiendan mal, soy un gran enemigo de las subvenciones y entiendo que una asociación no debe ganar dinero (si quieres facturar monta una empresa) pero tal vez se trata de que les resulte un poquito más fácil y a poder ser que les cueste menos cuartos propios ser el alma del Arde Lucus.
La nota oficial del Ayuntamiento en que se recogen las cifras |
Echo de menos en ese gran ejercicio de transparencia saber cuánto costó cada actividad. No creo que fuera tan difícil poner una tabla con los costes, la empresa o asociación que la llevó a cabo y el público asistente, si bien esto último es harto complicado porque hay que llegar a 600.000 y eso no se lo cree nadie.
Además las cuentas no salen. Los 60.000 euros que asegura la concejala que se gastó en la fiesta en pagar a las asociaciones aumentan a cerca de 89.000 en las actas de las juntas de compras. ¿Por qué esa diferencia de 29.000 euros? ¿Dónde están y a quién se les ha pagado, y en concepto de qué?
Ayer les explicaba por qué el capítulo de ingresos es una chapuza, y hoy le ha tocado a los gastos. Lo que es evidente es que las cuentas dejan mucho que desear, y que si cualquier empresa presentara esto a sus accionistas correrían a patadas al gestor que tuviera tal atrevimiento. No tengo ni idea de si los grupos políticos han dicho algo, pero no me suena haber visto protestas públicas por las extrañas e inexactas cuentas presentadas. Si un ciudadano de a pie como yo es capaz de detectar semejante cantidad de incongruencias y errores, imaginen un concejal con acceso a los expedientes.
Si se quiere ser realmente nítido es sencillo, y la web de Arde Lucus sería el sitio perfecto para colgar todos los datos imaginables de la fiesta, incluyendo los económicos. Pero no interesa ser transparente, sólo se intenta parecerlo y salir en los medios diciendo lo bien que se hacen las cosas porque es lo que mola.
Lamentablemente las cuentas son las que son: una chapuza de padre y muy señor mío. Para no variar.
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