Ni siquiera el mal estado del conjunto le resta belleza a esta preciosa zona |
Cuando era pequeño les llamábamos “los lagos de ICONA”, y hoy se conocen como los “lagos de Teixeiro”, pero su mayor cambio no ha sido el del nombre sino el de su deterioro y el lamentable estado que presentan a día de hoy. La Xunta de Galicia, titular hasta donde yo sé del tema, lo tiene dejado de lado a mayor gloria de la eficacia administrativa.
Recuerdo ir con Lúa, nuestra perra (sí, es cierto, el nombre era tan común como excepcional aquella preciosa pastor alemán a la que colaba a dormir en mi habitación por las noches) y pasear por allí, comer en el chiringuito, e incluso meternos en el agua. Eran otros tiempos, en que la química no había hecho todavía estragos y beber agua de las fuentes no suponía una temeridad como sucede hoy.
Fui el otro día a dar una vuelta con Ducki, y me encontré un panorama postapocalíptico. Las parrillas derruidas, el chiringuito abandonado y lleno de pintadas, las fuentes llenas de porquería, los lagos en sí cubiertos de maleza… y sin embargo sigue manteniendo una parte del encanto que recordaba de hace tantos años.
Probablemente los críos de hoy, acostumbrados desde que nacieron a los precios de Ryanair, la existencia de la A6 y las facilidades para moverse por medio planeta no podrán entender que aquellos eternos veranos que nos tirábamos en Lugo (sobre todo los que dependíamos de la hostelería) se aliviaban a base de pequeñas excursiones para comer tortilla de patatas de fiambrera (la clase más rica, probablemente) en el club fluvial o para explorar las rutas entre árboles que hoy son un mero recuerdo. Ese probablemente sea el gran problema de áreas como la de los Lagos de Teixeiro, que no tienen demanda porque ahora todo cristo tiene coche y se va a la playa… y el que no tiene tampoco podría ir hasta los Lagos, claro.
No tengo la solución, pero sí alguna sugerencia. Quizá intentar relanzar el tema con alguna actividad, una pequeña inversión en señalización (si no fuera por Google Maps no habría conseguido encontrar el lugar porque hay que tomar un desvío que no dice nada), y la concesión incluso sin canon de explotación del merendero podrían ayudar a que esta zona vuelva a ser útil.
A pesar de su deteriorado estado, fijándose bien bajo la capa de porquería y hojas los bancos y las mesas de piedra parecen estar en buen estado y no creo que sean tan difíciles de poner en estado de revista. Un poco de cemento puede reconvertir los escombros en parrillas funcionales y una brigada de obras en una semana pone eso a andar, o en dos, que es lo mismo.
Quizá me tire la poesía y las zonas como los Lagos de Icona (¡ups!) estén muertas para la gente de hoy en día pero tal vez se podría intentar. Aunque solo sea por ver si la cosa sale adelante. En cosas bastante más tontas ha tirado la Xunta millonadas en esta ciudad.
Es una muy buena idea intentar recuperarlos. Cuenta con nosotros!.
ResponderEliminarSabes, tienes razón y sí debería arreglarse y contar con servicio de bar o bar/restaurante (parrilla,....). El sitio es fantástico.
ResponderEliminarEl problema son las parrillas. Hoy no se podrían usar (normativa incendios).
Un saludo
Alberto
Llevamos tanto tiempo pensándolo!es una pena,...se podría hacer un zona de actividades para niños entre los árboles y una escuela de mountain bike,tiene infinidad de posibilidades
ResponderEliminar