"Apaño" del clavo del parque infantil de Campo Castillo |
Aunque las grandes obras son las que parecen quitar el sueño a los ediles, es el día a día lo que demuestra una buena o mala capacidad de gestión. Hemos tenido magníficos alcaldes en Lugo que supieron combinar ambas aspiraciones, la grandiosa y la de detalle. A día de hoy, sin embargo, tengo la impresión de que la ciudad está un poco descuidada. El bache, la farola apagada, el banco astillado, la plaga de pintadas, la maleza selvática, la acumulación de suciedad… son cosas normales en el día a día pero cuando pasan meses y siguen sin solventar es cuando nos debemos preocupar ya que en lo prosaico, lo cotidiano, está lo más importante de un mandato.
Por supuesto no podemos ser tan demagogos como para acusar a la alcaldesa en exclusiva de cada una de las muchas cosas que están mal en la ciudad. Además de la herencia recibida hemos de recordar que nosotros, los ciudadanos de a pie, tenemos también una doble responsabilidad: por un lado la de cuidar de lo público como si fuera nuestro, que lo es, y por otro la de avisar cuando detectamos alguna cosa que no está como debiera.
El ejemplo que hoy publica La Voz de Galicia del apaño en el parque infantil más usado de la ciudad, un detalle que se produce a pocos metros de la ventana del despacho de la Alcaldía, no puede achacarse a desidia municipal. Sí podremos valorar su rapidez en arreglarlo tras la publicación de este asunto, que seguro que será cuestión de horas. Quien haya protegido a los niños de ese clavo al aire hizo una buena acción, pero incompleta si no avisó a las autoridades.
Entre todos podremos detectar estas pequeñas cosas que suponen que la ciudad sea o no un lugar seguro para todos, sobre todo para los niños, así que cuando vean algo así llamen al 010 e indíquenlo, y si sigue igual, entonces sí podrán acusar al ayuntamiento de pasar de todo.
Artículo publicado en La Voz de Galicia el 9 de Septiembre de 2018
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